El
Cementerio de San Sebastián se ubica al noreste
del pueblo de Casabermeja, en el llamado cerrillo de San Sebastián, lugar algo alejado
tanto del núcleo de población como de las zonas de cultivo,
y además bien ventilado (foto 1). Inicialmente fue el
lugar de enterramiento de la gente más humilde hasta que en 1805 se generalizó
su uso, iniciándose la construcción de las nicheras. Su desarrollo
fue excepcionalmente temprano en el tiempo, pues las autoridades locales
acataron rápidamente la nueva legislación que prohibía los
enterramientos en el interior de las iglesias. Las lápidas más
antiguas que se conservan están expuestas junto a
la ermita, como una de perfil cuadrangular realizada en mármol de 1828 (foto
2) y otra de medio punto de 1843 (foto 3).
La entrada está
construida a modo de portada, con volúmenes simples y coronada por
frontón (foto 4). A partir de ella se abre
un atrio, con una logia a cada lado, separadas entre si formando una "V",
adinteladas y sostenidas por pilares (foto 5),
cerrando el fondo la ermita de San Sebastián, la cual posee entrada
en arco de medio punto bajo un frontón partido con óculo y
espadaña, sin más elementos decorativos (foto
6). Esta zona, excepto la capilla que sólo fue restaurada,
se construyó a finales de los años 80 y principios de los
90 del siglo XX. Cercanos a la ermita se levantan algunos mausoleos, escasos,
aunque de imaginativa arquitectura (foto 7).

Foto 2 Foto
3
Foto 4

Foto 5 Foto
6
Foto 7
Lo
realmente importante y más original de este cementerio, tanto desde
el punto de vista de la estructura individual como del conjunto, son sus
nichos llamados localmente nicheras. Es en la zona oeste del cementerio donde se
ubican los más antiguos, presentando sus remates una gran variedad
de formas (foto 8). De planta rectangular, se
encuentran adosados unos a otros (foto 8 y 9) y
cubiertos con bóvedas de medio cañón trasdosadas (foto
10). Sólo presentan decoración en la zona frontal
donde se disponen las portadas que se estructuran en
dos cuerpos (foto 11). La parte baja
consta de una puerta de acceso a la bóveda, en forma de arco de medio
punto y cerrada mediante una reja de hierro forjado, distintas unas de otras,
lugar por donde se introduce el féretro. El cuerpo superior
realza el conjunto, colocándose en una zona intermedia de éste
una lápida que se protege con una puerta de vidrio o barrotes, coronándose
el conjunto con frontones que adoptan las más diversas soluciones,
acercándose o alejándose de modelos clásicos, formas
derivadas del semicírculo, perfiles escalonados, etc., algunos incorporan
pilastras, columnas, moldurajes, en una inagotable carrera por diferenciarse
del vecino y constituyendo junto con su trasera, que señala su perfil
y el trasdós semicircular de los nichos, los elementos con más
potencia plástica (foto 12), sin olvidar
el monócromo y cegador blanco de la cal que impera en casi todo el
conjunto, haciendo de este cementerio un lugar imprescindible para la visita
(foto 13). Los frontones se rematan con una cruz
de hierro forjado. La pavimentación de la mayor parte de las calles
se realiza con cantos rodados o con barro y ladrillo (foto 14).

Foto 9 Foto
10 Foto
11

Foto 12 Foto
13 Foto
14
En
la zona sur junto a la ermita, aún quedan enterramientos
individuales a pie de tierra, los más antiguos y humildes, dispuestos
irregularmente y cubiertos mediante acumulación
de piedras de pizarra, pintándose con blanca cal, lo que le confiere además
de ese aspecto primitivo, una gran belleza plástica (foto
15) . Estas
tumbas, donde también hay algunas más clásicas de tipo
tumular individual, se rodean de bloques de nichos de tres pisos bajo tejado,
de más reciente construcción. Otros bloques se rematan con
frontones de formas variadas y fantasiosas, más acordes con el conjunto.
De todas formas, y afortunadamente, este ejemplo no cundió y las ampliaciones
del cementerio se han hecho respetando las formas básicas de los
nicheras originales adosadas, actuaciones que han permitido ampliar el conjunto
sin romper su unidad.
Acceso.
Para llegar, te
situas a los pies de la principal iglesia de Casabermeja, la de Nuestra
Señora del Socorro. Allí comienza la calle San Sebastián
que tiene sentido descendente. La tomas y al final de la misma te encontrarás
el cementerio de San Sebastián. Frente a su entrada se encuentra
la cisterna romana. Hay señalética
vertical que indica el camino. El horario de apertura es de 10 de la mañana
a 6 de la tarde. En verano de 10 a 20 horas.
Conservación.
Museografía. Didáctica.
Al ser un monumento vivo, goza de las ventajas de estar permanentemente
cuidado. En ello no parecen apreciarse aún peligros. Desde luego lo peor
es el nuevo atrio de la entrada, y la restauración, o algo peor,
de la ermita. Aquél con una arquitectura funcional, fría y que pretende
acercarse a la arquitectura popular, sólo porque todo se pinta de
blanco, resultando una arquitectura con "sabor a bungalow" o a
urbanización costera, muy en la línea de los años ochenta
del siglo XX. En cuanto
a las zonas más antiguas, la conservación es impecable. Esto
incluye a la globalidad de los nichos, antiguos y menos antiguos. De todas
formas detectamos en la zona de los bloques una especial dificultad para
poder caminar razonablemente, sin demasiados riesgos, aunque hemos observado
que se están haciendo trabajos para mejorar este aspecto. No estamos
en nada conformes con que las lápidas más antiguas que se
conservan se muestren a la intemperie, sin ningún tipo de protección.
Deben mostrarse bajo techo, y para eso la ermita es ideal. Hay cartelería
que avisa a los propietarios y usuarios en general sobre cómo deben utilizar
los servicios disponibles, así como la advertencia de que para cualquier
obra de reforma en los nichos se consulte previamente con el Ayuntamiento, al ser
un lugar de una belleza especial. Echamos de menos un poco de información
histórico-artística, dado que el lugar de lo uno y de lo otro
tiene bastante.
Ubicación.
Coordenadas U.T.M.:
30 S
372982.94 m E
4084162.06 m N
Ubicación en googlemaps©:

Terminado, incorporado a la página y subido a la red el 22/12/2013. vec©
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