contador de visitas Inmuebles en calle Nuño Gómez nº 12 y Casa de Cánovas del Castillo. Málaga (ciudad)
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Inmuebles en Calle Nuño Gómez nº 12 y Casa de Cánovas del Castillo.
Málaga (ciudad)

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Foto 1La calle Nuño Gómez es un ejemplo más de la inexistencia de un plan global de recuperación de nuestro patrimonio arquitectónico, producto de la falta de interés real por el mismo, resultado de un proceso educativo fracasado del que nuestros representantes públicos en todas las instituciones encarnan dignas muestras. La oportunidad de conservar esta calle, al igual que muchas otras de esta ciudad, de su restauración, de su dignificación, lo que se ha demostrado hasta la saciedad que es rentable en todos los sentidos para la comunidad que lo lleve a cabo, se ha perdido en buena parte. Aún quedan varias fincas habitadas que deberían restaurarse, otras deshabitadas en las que se debe actuar urgentemente, y otras ruinosas por las que no queremos rendirnos y salvar lo salvable, sin olvidar, por supuesto, la reconstrucción exacta de lo destruido utilizando procedimientos admitidos a través de la denominada arqueología experimental.

Foto 2En esta ficha vamos a estudiar dos fincas: la nº 12 (un poco al fondo a la derecha si entramos por la calle Postigo de Arance), y la casa natal de Cánovas del Castillo (a la izquierda, más hacia dentro y muy cercana a la anterior).

El inmueble nº 12 es un buen ejemplo de vivienda popular barroca, con planta baja y un piso más, donde la planta baja ha sido completamente transformada, desapareciendo todo vestigio de su inicial conformación. Es en el primer piso donde se han podido conservar interesantísimas pinturas murales, enmarcables en la segunda mitad del siglo XVIII, y repletas de motivos, algunos de ellos únicos en el estudio del arte parietal en la ciudad de Málaga (foto 1).

El muro de esta planta superior se abre mediante dos vanos rectangulares, dispuestos con regularidad, que como se han encargado de señalar los restauradores por medio de una línea continua, eran más anchos que los actuales. La decoración que nos ha llegado, menos de la mitad de la que posiblemente formara el conjunto, se distribuye entre el recercado del vano izquierdo (la del derecho se ha perdido) con motivos en rocalla, la parte inferior izquierda del vano derecho, con la representación de una figura humana, cintas con rácimos de flores bajo el alero y pilastras cajeadas en las esquinas. Los mencionados vanos constan de sendos balcones de barrotes de hierro forjado con dados, frente plano, meseta, donde no se ha reconstruido el suelo de cerámica, lo que no logramos entender, sostenido mediante barras de hierro. Asimismo, junto al alero, se conserva restaurada la canaleta, compuesta por tejas de cerámica verde vidriada, así como el canalón vertical, del mismo material, tradicional en la arquitectura barroca malagueña (foto 4).

Foto 3     Foto 4
Foto 3                                                              Foto 4    

Foto 5
     Foto 6
 Foto 5                                                                                     Foto 6   

Foto 7La decoración pintada consta de sendas pilastras cajeadas en los límites del muro, con basa y capitel de tipo toscano, y efecto tridimensional mediante el añadido en perspectiva de lo que sería el lado izquierdo de la pilastra. El cajeado se pinta en azul, sobre el que se trazan rayas irregulares con el objetivo de conseguir un efecto piedra; los laterales, basa y capitel de un tono anaranjado, y el lado izquierdo de la pilastra de otro más rojo, reforzando así el efecto tridimensional. El enmarcamiento del muro exterior mediante pilastras lo hemos visto ya en algunos ejemplos de pintura mural en Málaga como la Casa de los Relojes o las viviendas de calle Hinestrosa, entre otras (fotos 1, 3 y 4).

La misma idea de enmarcamiento se desarrolla bajo el alerón pero con soluciones distintas. En este caso un grupo de tres cintas, formando cada una un semicírculo y atadas en sus extremos mediante lazos con el sobrante cayendo, sostiene en su centro un ramo de flores adornado con ramitas u hojitas (foto 1). El ramo se organiza mediante una flor de mayores dimensiones en el centro y otras siete menores rodeándola. Todas tienen forma circular, contrastando el estambre central con los pétalos para lo que se utilizan distintos tonos: ocres, anaranjados, rojizos; y marrones y azulados para las hojitas. El resultado es brillante, la pincelada suelta y hábil, consiguiendo un efecto casi impresionista dentro de una rica paleta de colores que sugieren con éxito la naturaleza orgánica de lo representado. El propio lazo está compuesto por tonos marrones en la línea principal definitoria y de un sugerente azulado que evoca la transparencia de la seda y el juego de pliegues (fotos 5, 6 y 7). Cintas ya pudimos ver, entre otros, en el inmueble de calle Mártires nº 7, en el cercano inmueble de calle Postigo de Arance nº 11 y de nuevo en la Casa de los Relojes. Lo más similar al ramo de flores que hayamos expuesto en nuestra página hasta el momento, son las flores pintadas de calle Jinetes nº 23.

Foto 8Como hemos mencionado más arriba, merece un apartado la figura masculina de cuerpo entero situada junto al balcón derecho (fotos 2 y 8), que se pinta en actitud de movimiento, pues adelanta la pierna derecha sobre la izquierda, sosteniendo con su mano derecha una alargada pipa, para lo que flexiona el antebrazo, y con el izquierdo se estrecha contra el cuerpo una gran garrafa de vidrio pintada con tonos verdes. Su rostro, en ángulo de 3/4, pertenece a un hombre joven, imberbe, de rostro anguloso, nariz y cejas rectas y ojos creemos que verdes. Su pelo es largo y ondulado cayéndole los bucles por los hombros, además de un discreto flequillo. El perfil se trata con trazos oscuros más gruesos, mientras que el resto del rostro se pinta con tonos rojizos y anaranjados, consiguiendo un perfecto efecto de volumen en la frente y en las mejillas y un buen nivel de carnosidad. Del mismo modo destaca la expresividad de los ojos. El personaje viste con casaca de tonos rojizos, con degradación del color hacia el interior, un chaleco azulado donde se observa la botonadura y ojales, así como la curva que hace el abdomen. Bajo aquel se puede ver el cuello de una amplia camisa blanca. Los pantalones son marrones y sobrepasan la rodilla, habiéndose dibujado con soltura la curva natural de las piernas que forman los cuadriceps, la botonadura de la cintura, y por último las medias hasta el calzado que no se pudo recuperar en la restauración. En la parte inferior derecha de la figura se observa un brazo desnudo hasta el antebrazo, lo que pudiera ser un escote y los pliegues de la falda de un vestido, por lo que podría tratarse de una figura femenina. En conjunto, es de lo mejor que en pintura mural barroca hemos podido contemplar en Málaga e in situ hasta el momento.

Es evidente que ambos vanos estarían decorados, aunque como hemos visto, solo nos ha llegado en el izquierdo. Se trata de un tipo que ya hemos estudiado en el inmueble de la calle Arco de la Cabeza nº 8, y que básicamente consiste en enmarcar el recercado del vano mediante una preciosa ornamentación rococó con rocallas y motivos vegetales en disposición cóncava-convexa, de hábil pincelada, con utilización de tonos rojizos y anaranjados, perfilado, degradado de color, motivos incisos, búsqueda de la tridimensión, así como del movimiento y la fragilidad de lo quebradizo en un conjunto de formas que son expresión característica del rococó (fotos 1, 3, 5 y 7).

Foto 9La casa natal de Cánovas del Castillo (1828-1897), en la misma calle Nuño Gómez, se encuentra en estado de completo abandono, amenazándole un proceso de destrucción más que evidente que acabará con ella en muy poco tiempo (foto 9). El inmueble fue comprado, junto con otros anexos, ya derribados, por el Ayuntamiento de Málaga, que ha sido incapaz, siquiera de proceder a su restauración, inexcusables razones que se explican al principio de esta ficha. Pensamos que, si no quiere sacarla adelante, procedería su venta a quien supiese respetar sus valores patrimoniales más significativos, y con ello no hablo solo de la fachada y los elementos que la componen, sino también de todo aquello que en su interior pueda ser conservado, como la distribución de habitaciones, escaleras, vanos traseros, etc.

Foto 10El estilo del inmueble es claramente encuadrable en el barroco civil avanzado malagueño, pero con la aparición de los primeros elementos que anuncian el eclecticismo. En alzado consta de planta baja y un piso más, separados por una discreta línea de imposta a la altura de la base de los vanos de la primera planta, como es tradicional para este período. A pesar del deterioro de la planta baja, pensamos que los huecos no han sido modificados en exceso, manteniendo la distribución original ochocentista. El gran portalón central, que posiblemente daría acceso a un zaguán, se acompaña de dos puertas laterales de menores dimensiones, lugares que se dedicarían al despacho de mercancías. La total falta de elementos decorativos es una apreciación falsa, motivada por los múltiples repintes monocromáticos que se iniciaron en el novecientos, ya que toda la fachada, al menos eso pensamos en la actualidad, se encontraba pintada con motivos fingidos de paramento de cantería. La planta superior está compuesta por tres vanos. El central, abierto mediante balcón con barandilla de frente plano, barrotes de hierro forjado, dados en la mitad de los mismos y sencillos motivos en S en el centro. Posee dos arbotantes semicirculares y conserva a fecha de hoy la meseta de ladrillo original sostenida por barras de hierro forjado, sin tornapuntas (foto 11). El recercado del vano sobresale del muro, mediante sendas pilastras lisas fingidas a cada lado y en el sobredintel un acabado a base de friso plano y una aún más destacada cornisa con sencillo molduraje clásico, lo que la aleja del tradicional planismo barroco y nos introduce en el siglo XIX. La ventana de la izquierda es pequeña y cerrada con barrotes, mientras que la situada a la derecha es de mayores dimensiones, constando de una barroca rejería de jaula, cuya meseta, de igual modo, mantiene su suelo original. El sistema de desagüe conserva casi todas sus tejas verdes vidriadas, así como el canalón vertical de evacuación, también de cerámica verde. Por último, hemos podido observar que la parte trasera conserva la distribución de vanos y confiamos en que en el interior se mantenga la distribución inicial. Desconocemos el estado de la escalera. El tejado ha desaparecido por completo, siendo sustituido recientemente por un material macizo que impide la entrada de agua al interior.

Foto 11En cuanto a la pintora mural, teniendo en cuenta que sólo en algunas partes del deteriorado muro es posible contemplar el dibujo con el que se decoró inicialmente, podríamos concluir que se trata de un diseño lineal que reproduce una sillería de tipo almohadillado de punta de diamante, similar al visto en Monda en el inmueble nº 8 de la calle Doctor Jiménez Encina, donde a través del tratamiento de las líneas, trazadas en negro y sin relleno de color, se crea la sensación, perfectamente conseguida, de volumen (foto 10). La sillería almohadillada no deja de ser un motivo textural, dentro de la tradición mudéjar de reproducir el material, más bien de fingirlo, de construcción de un muro, que si al principio de esta pudo ser el ladrillo, la evolución de la arquitectura, adaptando elementos estructurales más relacionados con la idea de prestigio, como pudo ser el sillar, y más concretamente el almohadillado, además de su adopción en Málaga a partir de la construcción del Palacio de la Aduana, influyó en el cambio de gustos y la ejecución de formas más acordes con la nueva clase social que estaba surgiendo en la ciudad y que ya a fines del siglo XVIII y principios del XIX, era un hecho evidente. Es posible que toda la fachada conste de un solo motivo, repetido, aunque únicamente una adecuada restauración podrá desvelarnos esta incógnita.


Bibliografía consultada. En Ruta de las Casas Pintadas, ver: (001) y (002).

Acceso. Es muy fácil. Si entras por la margen izquierda del río Guadalmedina a la calle Carretería, justo la primera a la izquierda es calle Postigo de Arance. Hacia su mitad se abre, a la derecha, la calle Nuño Gómez. El inmueble número 12 se ubica a la derecha y la casa de Cánovas del Castillo es la última en pie a la izquierda antes de que la calle haga un quiebro a la izquierda y se ensanche.

Conservación. Museografía. Didáctica. A lo largo del texto hemos ido exponiendo la terrible situación en la que se encuentra la casa de Cánovas del Castillo. No podemos añadir nada más. Repetimos agónicamente que se está cometiendo una barbaridad con ella. De la calle Nuño Gómez, qué vamos a decir. Aún se pueden salvar algunos inmuebles. Pero esto o lo hace la sociedad civil o no lo hace nadie. Será responsabilidad de los malagueños no dejarlos caer. La de las instituciones hace ya tiempo que desapareció. Solo nos quedamos a nosotros mismos.  

Ubicación. U.T.M.:
Inmueble en el nº 12:
30 S
372765.27 m E
4065086.87 m N

Casa Cánovas del Castillo:
30 S
372766.37 m E
4065102.35 m N

Ubicación en googlemaps©: (Inmueble en calle Dr. Nuño Gómez nº 12 (icono azul)
y Casa de Cánovas del Castillo (icono rojo):
mapa


Terminado, incorporado a la página y subido a la red el 08/06/2016. nº 225. vecmálaga©

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