El edificio fue comenzado a construir en 1925, y puesto en funcionamiento en 1930, dedicándose a la fabricación de azúcar en sus dos modalidades: caña de azúcar y remolacha, para pasar en 1950 a la transformación del corcho para tapones de botella, por lo que se le conoció como "la corchera", cesando toda producción en los años 60, en que fue abandonado, iniciándose desde aquel momento su, hasta ahora, contínuo proceso de destrucción.

El conjunto está formado por un gran edificio principal que adopta en su planta la forma de H, y en su alzado la de templo clásico, en principio de clara influencia neoclásica, pero tamizado por otras estilos arquitectónicos más recientes, como la Escuela de Chicago, por la simplificación y racionalismo en el tratamiento de las masas, el rundbogenstil germano por el uso del vano de medio punto alargado, y el modernismo vienés por las terminaciones cúbicas de los frontones triangulares. Otro elemento no menos definidor de su imagen global es la esbelta chimenea de bloques de hormigón, así como el depósito de agua de hormigón armado, sin olvidar la caseta de control de acceso, y el muro que cerca la propiedad, este úlimo levantado completamente con ladrillo y retranqueado en la entrada mediante cuartos de círculo, formando pilares con impostas y otros elementos decorativos desaparecidos debido a su elevado nivel de destrucción. De otros edificios como el que se usaba para llevar la dirección de la empresa, almacenes y viviendas de obreros, mencionados por otros autores en trabajos relativamente recientes, no queda nada, por lo que nos tememos que el proceso de desaparición física esté ocurriendo con rapidez, de modo que cada día que pasa sin protegerlo eficazmente es un día menos para el final.

El edificio principal, de grandes dimensiones, utiliza para su construcción ladrillo rojo macizo y hormigón, este último solo observable en su interior. Se compone de dos grandes naves rectangulares y paralelas, unidas entre si por otra transversal. De esta, a su vez, sobresale en su centro otro pabellón de menores dimensiones que era el que permitía el acceso al interior de la fábrica (fotos 1 y 2). La nave izquierda es bastante más ancha y larga que la derecha, aunque ambas posean la misma altura vistas de frente. El pabellón izquierdo consta de dos líneas de vanos, ambos cegados, formada la inferior por arcos escarzanos, y semicirculares y muy alargados o peraltados, como los que se articulan en el pabellón central, en la superior (foto 3), ambos retranqueados de la línea del muro. Este último tipo de vano proviene del estilo germano denominado rundbogenstil, aquí muy estilizado, lo que lo acerca al primer racionalismo de la Escuela de Chicago. El pabellón derecho lo forman vanos (bajo más tres alturas) con arcos rebajados o escarzanos, y con un segundo pabellón adosado por detrás que consta de bajo y una altura (foto 4). Aunque la axialidad en planta no es perfecta, las terminaciones mediante frontón triangular con remates cuadrangulares en las esquinas y vértice, muy al gusto del modernismo vienés, tanto en los pabellones laterales como en el más pequeño central, logran dar una imagen de unidad al conjunto y de composición centralizada.

En la parte trasera de la nave transversal nos encontramos con otros dos pabellones de menores dimensiones, así como con una alta y esbelta chimenea que alcanza los 90 metros. Fue fabricada en Alemania con bloques de hormigón refractarios. Consta de una base o pedestal sobre el que se asienta el fuste o tubo de sección circular que reduce su diámetro con la altura (fotos 1 y 2).

El depósito de agua, cercano a la chimenea, es de planta circular y está construido en hormigón armado sobre delgados pilares, unidos entre si formando medio punto o dintel, dividiéndose en cuerpos y calles, además de dos estructuras cerradas y pesadas: una en el vértice y la otra un poco por encima del suelo, que tienen una clara intencionalidad plástica en el tratamiento de las masas y los huecos. Por último, el edificio de acceso principal a la fábrica se aproxima al estilo del edificio principal, pero en este caso el efecto decorativo en el tratamiento de los volúmenes, que se realiza igualmente con el exclusivo uso del ladrillo, es mucho mayor (foto 5).

     
Foto 4                                                                                    Foto 5

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Bibliografía consultada. Información difundida por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, a través de la ficha correspondiente del Patrimonio Inmueble de Andalucía; en Ruta de la Industria, ver: (003) y (005); en Ruta del Siglo XX, ver: (007).

Cómo llegar. Es muy fácil. En el sector oeste de la ciudad, tras la gran avenida de José Ortega y Gasset, nos quedan a la izquierda las antiguas instalaciones de la fábrica de textiles Intelhorce, comenzando la carretera A-7054 hacia Campanillas. A unos 600 metros a la izquierda existe un carril denominado "de los Chopos" que lleva directamente a la fábrica de el Tarajal. Su alta chimenea hace que sea visible mucho antes de entrar en el mencionado carril, por lo que localizarla carece de dificultad. Solo la podemos observar por fuera, ya que se encuentra completamente vallada e inaccesible.

Museografía. Conservación. Didáctica. Es necesario salvar de la destrucción este importantísimo patrimonio, memoria de nuestro pasado industrial. Ideas hay. Todas pueden ser válidas. Desde un museo de la industria, o un centro de investigación multiempresarial, dada la cercanía del parque tecnológico, un centro de reuniones, un hotel, un auténtico loft, convirtiéndose en viviendas que aprovechen y respeten el espacio generado en el interior de estas industrias, etc. Hay que hacer algo. El edificio todavía está muy completo. Su rotunda presencia e indiscutible elegancia, recuperadas, ayudarán a prestigiar arquitectónicamente toda la zona oeste industrial de Málaga.

Ubicación. Coordenadas U.T.M.:
30 S
365767.59 m E
4063183.55 m N

Ubicación en googlemaps©:

 

Terminado, incorporado a la página y subido a la red el 06/05/2016. nº 220. vecmálaga©

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