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Colonia San Eugenio
Málaga (ciudad)

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Foto 1La Colonia de San Eugenio (foto 1) fue un barrio obrero construido entre 1889 y 1930 por el empresario D. Eugenio García Serrano, atribuyéndose el diseño de las viviendas al arquitecto malagueño D. Fernando Guerrero Strachan (1879 - 1930). Los estudios realizados por María Inmaculada Hurtado Suárez y por Antonio Jesús Santana Guzmán (ver bibliografía consultada, más abajo) profundizan en la comprensión de la génesis y desarrollo de este barrio y constituyen buena parte de los argumentos que a continuación se exponen.

Eugenio García Serrano se dedicaba a los negocios inmobiliarios y suministro de agua en el puerto de Málaga. Tras comprar en 1908 los terrenos a la familia Martínez Loring, (puede que en este momento ya fuese propietario de las parcelas que estaban comprendidas entre los dos arcos de cierre), los urbanizó, ofreciendo los solares, que quedaban siempre bajo su propiedad, así como los materiales, para que cada vecino construyera su propia vivienda, pagando mensualmente un alquiler. La construcción debía realizarse respetando los planos previamente levantados por el arquitecto Fernando Guerrero Strachan, lo que confiere a la colonia un aspecto unificado, equilibrado y elegante, sin que por ello se evitaran las diferencias formales, sobre todo en los aspectos decorativos, teniendo en cuenta el largo período de construcción del barrio. A ello responde la utilización de azulejos (foto 2), los aleros volados (foto 7), los sobredinteles de arco escarzano, de varios tipos, con ejemplos de dovela realzada y realizados en ladrillo o con molduras (fotos 2, 3, 4, 6 y 8), los tejados a dos aguas, algunos de fuerte inclinación (foto 3), las tejas de ricos y diversos colores (fotos 2, 4 y 6), así como una tipología en general que se enmarca dentro del estilo regionalista integrado en una vivienda sencilla (foto 2).

Foto 2Las viviendas son adosadas (fotos 3, 4 y 6), presentando sus fachadas una puerta con uno o dos vanos, todos con remates en forma de arco escarzano (con sencillo molduraje o ladrillo) (fotos 2, 3, 4 , 6 y 8). Su tamaño era variable: desde una sala con un pequeño patio delantero, donde la cocina se encontraba fuera de la casa, hasta viviendas de tres salas con patio interior. No contaban con luz eléctrica, ni sanitarios, situándose un pozo ciego en la calle Pacheco Maldonado. En este sentido, estas casas estaban lejos del ideal de bienestar social y salubridad que se consiguió en el barrio de Huelin. Sin embargo, contaba con negocio de barbería (nº 11 de la calle Pacheco Maldonado, con mural de azulejos que indicaba la barbería). La vivienda de enfrente era la taberna (también con cartel). En el nº 4 de la misma calle estaba la panadería, del mismo modo con anuncio de azulejos. En el nº 2, esquina con calle Bailén se ubicaba la carbonería y los ultramarinos. Una guardería o casa de la miga se situaba en el nº 1 de la calle Ramírez de Figueroa. Todos estos servicios eran exclusivos para la colonia. Al mismo tiempo, si alguno de los vecinos no podía pagar, el padre o la madre correspondía con su trabajo al pago de la mensualidad, realizando servicios comunitarios. Eugenio García dio a las calles los nombres de sus familiares que fueron cambiados con posterioridad a 1939.

Foto 3Unas décadas antes del inicio de la construcción de San Eugenio, ya se habían levantado otros barrios obreros por industriales malagueños que habían seguido el pensamiento progresista, importado de Inglaterra, y que trataba de mejorar y dignificar la vida de aquellos, como Modesto Escobar, promotor de la Colonia de Santa Inés y su fábrica, o Indalecio Ferrer y el Barrio de Huelin (1868-1873); el Barrio de El Bulto (1861-1869), el barrio de La Pelusa o el barrio de Las Américas. A diferencia de estos, en San Eugenio no habitaban trabajadores de industrias concretas, sino que se nutrió de jornaleros del campo, trabajadores de la cercana Salyt y otras industrias.

A su muerte, la propiedad de la Colonia pasó a manos de las Hermanitas de los Pobres, las cuales vendieron la finca a Doña Trinidad Lara Lara. Hasta 1950 la colonia fue de su propiedad, momento en el que se vendió a sus inquilinos.

La Colonia de San Eugenio se encuentra encastrada entre el Mercado de Bailén al este, la calle Martínez de la Rosa al norte, la calle Séneca o la calle San Eugenio al oeste y la calle Bailén y la calle Pajaritos al sur.

Foto 4La planta urbana interior se configura como una gran T. Dos eran las entradas, con arcos de acceso y puertas de madera, que se cerraban por la noche. Una por la calle Monteleón y otra por la calle Pacheco Maldonado, de las que nada quedan. El arco de la calle Monteleón limitaba con Fernando Chirino, por lo que aquella no parece que perteneciera a la colonia.

La calle Pacheco Maldonado, a la que se accede por calle Bailén y es perpendicular a esta, forma uno de los ejes de distribución de viviendas en el interior de la colonia. A ambos lados sus casas son de una sola planta, tejado a dos aguas, cubierta de tejas planas (fabricadas en la Colonia de Santa Inés entre finales del siglo XIX y principios del XX) y voladizo de madera (fotos 4 y 7). Al fondo, un arco en ladrillo visto (foto 1) coronado por un panel cerámico en el que puede leerse: "Colonia de San Eugenio" (foto 9). A ambos lados del arco sendos azulejos: el primero indica que queda "Prohibido arrojar basuras a la calle bajo multa de 1 a 5 pesetas. Estas se aplicarán a fines benéficos" (foto 10); el segundo: "Se ruega la mayor cordura entre el vecindario. El contraventor será multado por primera vez y de reincidir, se le expulsará por la colonia" (foto 11). En la parte interior del arco, una placa de mármol dice: "Colonia de San Eugenio. Propiedad de D. Eugenio García Serrano. Años 1889-1918". Esta calle ha sufrido grandes destrozos. Algunos inmuebles han desaparecido totalmente, siendo sustituidos por horrendos ejemplos de la modernidad. Otros, ocupados por sus dueños, han sido modificados en su estructura original como el achicamiento de la superficie de las ventanas o la destrucción del revoco original, siendo sustituidos por los devastadores repulidos de la albañilería actual. El tejado del nº 7 de la colonia se ha hundido recientemente. No queda nada de las letreros de cerámica que anunciaban los distintos establecimientos que se ubicaban en esta calle. A pesar de ello, y gracias a las viviendas que aún perviven, es bastante perceptible el aroma principios de siglo.

Foto 5Si entramos por calle Bailén a la calle Pachecho Maldonado, nos encontramos al fondo a la izquierda con el acceso a la plaza de Zapata Cárdenas, que carece de salida. Aquí todas las viviendas de la colonia han sido destruidas, construyéndose otras más recientes, quedando solo el recuerdo del hueco de la plaza, atestada de vehículos.

En el mismo sentido, también a la izquierda, pero un poco antes, nos encontramos la calle Ramírez de Figueroa, del mismo modo sin salida. En su acera derecha aparecen viviendas aún más humildes en las que el tejado es de un solo paño y no presentan patio delantero, pero las de la izquierda tienen un gran interés porque se trata de otro modelo de vivienda, en el que el acceso a la misma se hace por el lado estrecho o testero, creando un interesante efecto plástico provocado por la serie continua de tejados a doble agua de una cierta inclinación (fotos 3 y 12). La conservación de esta calle también deja que desear. Algunos números aún poseen la decoración original, aunque con azulejos y añadidos extraños, y otros se encuentran abandonados.

En el mismo sentido, a la derecha, entramos a la plaza de Cristóbal de la Cueva donde podremos encontrar alguna vivienda de tejado a dos aguas con aleros volados y arco escarzano, de estructura similar a las de la Calle Ramírez de Figueroa (foto 13). El resto de inmuebles ya desapareció hace tiempo, siendo sustituidos por caóticas formas.

Foto 6En la llamada calle Juan de Borja, una especie de plaza rectangular, que se encuentra al fondo de la calle Pacheco Maldonado y cruzada por la calle Fernando Chirino, cerrando la posible salida con la calle Martínez de la Rosa, se sitúa un gran panel de azulejos de más de tres metros cuadrados, que sobre fondo blanco detalla las normas de convivencia de la colonia (foto 5). Con anterioridad se ubicaba en la confluencia de las calles Fernando Chirino y Monteleón, corriendo grave peligro de destrucción, aunque ha sido recuperado para el barrio no hace mucho tiempo. Era en esta calle Juan de Borja, cuando ya hacia mediados del siglo XX se contaba con una fuente que abastecía de agua a los vecinos.

Formando eje y perpendicular con la calle Pacheco Maldonado, nos encontramos con la calle Fernando Chirino (antes calle Francisco García Díaz), con salida también a calle Monteleón. En el otro extremo, sin salida, se situaba la casa de D. Eugenio García, sobre cuyo solar se ha levantado un bloque de cinco plantas, aunque quedan restos de su vivienda. Era una gran casa con jardín y palomar, a la que se accedía mediante cancela guardada por grandes leones de terracota vidriada. Restos del jardín y de la vivienda se pueden apreciar hoy a la altura de los números 10 y 12 de la calle Pajaritos. En esta calle, a pesar de las enormes destrucciones, se conservan los mejores ejemplos de casas de ladrillo visto de puerta y dos vanos con interesantes arcos escarzanos (fotos 2 y 8) y una serie continuada de casas más humildes de puerta y un vano con unas increíbles tejas planas de múltiples colores que esperan restauración urgentemente (foto 6).

Foto 7El límite sur de la colonia era la calle Pajaritos, destruida a conciencia, donde queda una vivienda muy restaurada que conserva los arcos escarzanos y los aleros, completamente alicatada, otra en estado ruinoso pero recuperable, que por abandono conserva su fachada de ladrillo sin revocar, lo que haría muy interesante su restauración (foto 14) y las comentadas traseras de la casa de D. Eugenio.

De la calle San Eugenio, aunque no tenemos constancia escrita de su pertenencia a la colonia, por la observaciones a pie de calle podemos afirmar con bastante seguridad que formaba parte de la misma. De la calle Séneca, paralela a aquella, tenemos más dudas, aunque no sería de extrañar su pertenencia al conjunto.

Del mismo modo, desconocemos si las casas con jardín delantero de la calle Bailén cercanas a la calle Pacheco Maldonado pertenecieron a la colonia (foto 15).


Foto 8     Foto 9
Foto 8                                                                                      Foto 9

Foto 10     Foto 11
Foto 10                                                                                       Foto 11

Foto 12     Foto 13
Foto 12                                                                                    Foto 13

Foto 14     Foto 15
Foto 14                                                                                      Foto 15 


Bibliografía consultada. En Ruta del Urbanismo, ver: (001)

Acceso. Es muy fácil. Se encuentra detrás del mercado de Bailén. Los accesos a la calle Pacheco Maldonado se realizan por la calle Bailén. A la calle Monteleón por Calzada de la Trinidad o por Martínez de la Rosa.

Conservación. Museografía. Didáctica. La idea de conservación de la Colonia San Eugenio nunca ha existido en la mente de los malagueños. Tampoco existió la de la conservación de Huelin, ni de El Bulto, ni de El Perchel, ni de La Pelusa, etc. Así que no nos extraña esa falta de sensibilidad e inteligencia para con la colonia. A pesar de ello, y sin duda gracias a la suerte, aun podemos pasear por las calles y gozar de las antiguas casas que un día formaron parte de aquel cerrado ámbito. Muchas han sido destruidas y sustituidas por horrendas masas de cemento vertical, otras se caen, o han sido muy transformadas por sus dueños, algunas, las menos, respetadas en casi su integridad. La Colonia San Eugenio debe ser protegida y restaurada con urgencia. Los malagueños debemos concienciarnos de que el patrimonio cultural no son solo las iglesias, palacios y casas burguesas (a los que tampoco hacemos mucho caso), sino también estas originales formas del desarrollo urbanístico, fruto del pensamiento social del siglo XIX, que se experimentaron en estas calles. Ello, junto con la arquitectura de Fernando Guerrero Strachan, debería servir de revulsivo para una urgente actuación de toda la sociedad en favor de su recuperación.

Ubicación. U.T.M. (en el arco):
30 S
372013.76 m E
4065332.77 m N

Ubicación en googlemaps©:
mapa1

zona norte
mapa2

zona sur
mapa3

Terminado, incorporado a la página y subido a la red el 26/10/2015. nº 186. vecmálaga©


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