Aunque
lo hayamos diferenciado en el título de la página, la Torre
Sagredo formaba parte del Castillo Árabe de Alozaina, a la que pertenecen
los pocos restos de la fábrica original que se han conservado. La
historia de la fortaleza se remonta a época nazarí, siendo
tomada por el ejército cristiano en 1484. En los años cincuenta
del siglo XX se reconstruyeron las murallas, llevándose a cabo una
recreación libre del castillo, sin respetar su perímetro
original ni su aparejo (foto 1). En la actualidad,
el interior está formado por una explanada con funciones de parque-mirador
que se utiliza como lugar de esparcimiento cotidiano y de reunión
para la celebración de fiestas y demás eventos públicos
(foto 2).
El perímetro
exterior de la muralla rodea la peña sobre la que se asienta
por el costado norte y este (foto 1), conformando,
con la iglesia de Santa Ana
en la cumbre, una pintoresca estampa del pueblo, que define e identifica
su paisaje urbano (foto 3). En el mencionado sector
este, la muralla es continuada por una cerca de sillarejo irregular sobre
la que se han apoyado viviendas, por lo que estos restos podrían
haber formado parte de la estructura defensiva original, o quizá
sean el resultado del asentamiento de pobladores tras la Reconquista (foto
4). También observamos que una parte de su paramento
norte pudo corresponder al muro original, compuesto por sillarejo
bastante regular y de gran dimensión, dispuesto en hiladas y con
relleno de piedra plana (foto 5). En la zona oeste,
cerca de la Torre Sagredo, se extiende la calle
Villa, que es curva y concuerda perfectamente con lo que pudo haber sido el perímetro
de la muralla (foto 6). No sabemos si esta pasaba
por lo que hoy es la misma calle o por las medianerías de las viviendas
que se sitúan en su lado oeste. Existen otros restos de cerca en lugares próximos, aunque desconocemos su origen (foto
7).
Foto 2
Foto 3 Foto
4
Foto 5
Foto 6 Foto
7
Junto
a la calle Villa se conservan los restos de la llamada Torre Sagredo, de
planta semicircular y aparejo diverso: grandes sillares en la base, seguido
por sillarejo irregular de menores dimensiones, y por último, en
la mitad superior, grandes sillarejos en hiladas, con relleno
de piedra plana y algo de ladrillo.
Esta estructura forma parte del paramento de las viviendas vecinas, conservándose una hornacina
o despensa de arco de medio punto realizada con ladrillo (foto 8).
El sector fue objeto de excavación arqueológica en 2004 encontrándose
restos pertenecientes al Calcolítico, al Bronce y al período
Ibérico, lo que informa sobre la antigüedad de la ocupación
y de las posibilidades arqueológicas de la zona, aún por desarrollar
en toda su potencialidad.
Conservación.
Museografía. Didáctica. El castillo, como he señalado
más arriba, se encuentra muy restaurado y modificado. A pesar de
eso, el lugar no deja de tener atractivo y encanto. Subir al parque-mirador,
junto a la iglesia de Santa Ana, contemplar el paisaje que se extiende en
un horizonte de varios kilómetros, escuchar el silencio que un pequeño
pueblo blanco "fabrica", constituyen una necesidad y una obligación
de nuestros viajerosencorto para continuar la inmersión
en la provincia. La Torre Sagredo ha sobrevividoal paso del tiempo, y su
suerte ha sido la nuestra por poder contemplarla insertada en las viviendas, formando parte de estas. No hay mejor destino que seguir siendo
útil a pesar de la edad.
Ubicación.
Coordenadas U.T.M.: 30 S
334327.73 m E
4066358.63 m N