contador de visitas Ciudad Romana de Singilia Barba. Antequera (t.m.)
Ciudad Romana de Singilia Barba
Antequera (t.m.)
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Foto 1Singilia Barba. La visita a esta ciudad es inexcusable. La hicimos en grupo con una excursión organizada por el Museo de Antequera, acompañados por su director, que nos guió por los vericuetos del terreno para mostrarnos los pocos rincones excavados de esta inmensa urbe romana sepultada bajo la tierra y que se encuentra a la espera de que los malagueños nos pongamos manos a la obra y la saquemos del olvido. Ubicada en el llamado cortijo del Castillón, cerca de Antequera, en las laderas de un cerro, se conoce desde antiguo, tanto por sus ruinas arquitectónicas visibles, como por los restos epigráficos y las fuentes literarias que hablan de ella. Antes que romana, fue ciudad ibérica, de la que quedan huellas de sus murallas en la zona superior del cerro, así como fragmentos cerámicos. 
Los restos de la Singilia Barba que hoy observamos son fruto de excavaciones realizadas en los años 80 del siglo XX. Comenzamos por el propio cortijo del Castillón, que da nombre a la zona, donde vemos cómo el primer cuerpo de este está construido con unos magníficos sillares procedentes del circo romano (foto 2, icono celeste y recuadro) que se ubicaba muy cerca y del que podemos vislumbrar algunas señales de su existencia, tanto a ras de tierra como a través de fotografía aérea. Del mismo modo también podemos entrever el Cardo Maximo (vía principal de las ciudades romanas que se orientaba de norte a sur), al adoptar la vegetación un tono más claro a lo largo de su recorrido. Cerca del cortijo se sitúan dos grandes necrópolis, cuyo extensión corría paralela a sendos caminos de salida de la ciudad, hoy no visibles para el público al estar ocultas bajo tierra (foto 3). Un poco más arriba, entre olivares, nos encontramos con el teatro del que sólo vemos las secciones laterales de la cavea superior (foto 1, icono rojo), siendo conocido, gracias a técnicas radiométricas, que los restos del mismo se encuentran bajo tierra, lo que, de producirse su completa excavación, podría sacar a la luz un teatro romano en un espectacular estado de conservación. Después de la visita al teatro comenzamos la subida por la ladera para encontrarnos con el foro, enlosado con lajas de piedra cubiertas de piedrecillas para su protección, en el que se ubican dos templos (foto 4, icono azul). Uno de ellos es de planta rectangular con ábside en la cabecera, de grandes sillares, elevado sobre un podio y con escalones de acceso. A su izquierda se levanta otra estructura parecida, por lo que teniendo en cuenta que no se ha excavado mucho más allá, podríamos pensar en tres templos que conformarían la tríada capitolina: Júpiter, Juno y Minerva. Estos restos se hallaban a una profundidad (potencia) de tres metros, lo que da idea de las magníficas posibilidades arqueológicas del lugar. Enfrente se encuentran dos escalinatas en paralelo, posible acceso a sendos edificios públicos, como demuestran los hallazgos de materiales junto a ellas: columna y pedestales para sostener esculturas. Junto a estas escalinatas se encuentra una tercera que conduce hacia un nivel inferior y que daba acceso a la Basílica (foto 5, icono azul). Excavada en parte, se encontraron una gran cantidad de elementos arquitectónicos de carácter monumental. Siguiendo por la ladera occidental se localiza una necrópolis que contiene varios sarcófagos tallados en bloques de piedra, correspondiente a enterramientos individuales, y otros de mayores dimensiones, entre los que destaca un gran mausoleo familiar de 5 metros de largo por 3,40 m de ancho, realizado con sillares y mampostería y que conserva el alzado de sus muros. Cerca de este nos encontramos con un pequeño columbario con nichos o loculi para albergar las urnas cinerarias. Asimismo, podemos observar restos del sistema de tuberías que llevaban agua a la ciudad (foto 6, icono verde). Junto a la necrópolis, en la misma ladera, fue localizada una villa, donde en algunas de sus habitaciones aún quedan muestras de pintura (foto 7, icono verde)
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   Foto 2                                                          Foto 3                                                            Foto 4  

    
    
    Foto 5                                                   Foto 6                                                  Foto 7        


El acceso. Desde Antequera, deberéis tomar la carretera MA-438, que comienza en la zona noroeste de la ciudad y conduce hasta Bobadilla. Una vez en ruta, y a unos 6 kilómetros de distancia, veréis una señal de dirección que dice: "vertedero controlado. R.S.U. zona norte". Pues bien, giráis a la izquierda y entráis por esa vía. Un kilómetro hacia dentro encontraréis una vereda a vuestra izquierda y otra medio kilómetro más adelante. Podéis tomar cualquiera de las dos. Ambos caminos os llevan al Cortijo del Castillón, lugar donde dejaréis vuestro vehículo para disponeros a caminar, siguiendo la ruta que os he explicado más arriba, y también más abajo con googlemaps©. No existe indicación alguna para llegar y ya dentro del yacimiento éste carece de cualquier panel que nos oriente y nos explique la historia y significado de lo que vamos a descubrir. El Museo Municipal de Antequera os puede mantener informado de las actividades culturales que lleva a cabo dentro del término municipal, entre ellas cabe la posibilidad de una visita a la ciudad romana o a otros yacimientos.


Ubicación. Coordenadas U.T.M.:
30 S
354955.80 m E
4099716.94 m N

Ubicación en googlemaps©:

mapa

Terminado, incorporado a la página y subido a la red el 28/05/2013. vec©

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