La existencia de una mezquita rural (foto 1) en los límites de los términos municipales de Antequera, Campillos y Sierra de Yeguas fue dada a conocer en 2006, difundiéndose rápidamente la noticia a través de los medios de comunicación. Los trabajos llevados a cabo in situ por Carlos Gozálbes Cravioto, y publicados con el nombre de: “El Cortijo de las Mezquitas. (Una mezquita medieval en la vega de Antequera”, editada por la Junta de Andalucía, Consejería de Cultura y por el Excmo. Ayuntamiento de Antequera en el mismo año 2006, plantearon una importante y primera aproximación al monumento que aún en la actualidad está pendiente tanto de un plan de excavaciones como de su correcta difusión.
Foto 2 Foto 3
Buena parte de la información expuesta a continuación se fundamenta en las notas escritas que pude tomar durante la conferencia que los especialistas Pedro Gurriarán Daza y Mari Ángeles Utrero Agudo ofrecieron en la sala de conferencias del Museo de Antequera el pasado 27 de noviembre de 2015. Ruego me perdonen si yerro en demasía con la transcripción de tan brillantes estudios, ideas y conclusiones.
El edificio actual, abandonado para cualquier actividad humana, fue hasta hace pocas décadas un cortijo dedicado a la explotación tanto agrícola como ganadera. Su construcción se podría datar en el siglo XIX o principios del XX, estructurándose entorno a tres patios: sur, central y norte. El material utilizado, además de reaprovechar el propio de la mezquita, fue la mampostería y el tapial (foto 2). El lugar ha sido ocupado por el hombre desde muy antiguo como demuestra la aparición en el patio del templo islámico de una pileta romana, cubierta en la actualidad por motivos de conservación (foto 3).
La planta de la mezquita es un cuadrado perfecto de 28 x 28 metros, exactamente 1/4 de la primera fase de la mezquita de Córdoba construida en tiempos de Abderramán I (756-788). El módulo utilizado fue el codo mamuní cordobés, usado solo para las grandes obras de los omeyas. Estas proporciones, módulos y las técnicas constructivas, de las que más abajo hablaremos, la relacionan con el poder central cordobés. Estamos, sin duda, ante un edificio estatal. Los motivos de su construcción aún nos son desconocidos, aunque podamos pensar en que la cercanía de los territorios ocupados por Omar Ibn Hafsún provocase una respuesta ideológico-política del poder central, lo cierto es que quedan muchas incógnitas que expliquen la decisión de levantar una mezquita por canteros profesionales enviados desde Córdoba, en medio del campo, sin población aparente a la que servir. No parece que hubiese un núcleo urbano en su entorno, ya que los restos de cerámica encontrados pertenecen exclusivamente al período romano, no apareciendo los correspondientes a la ocupación musulmana.
La mezquita poseía dos naves paralelas al muro de la qibla (fotos 4, 5 y 6). Esto es un hecho excepcional, ya que el modelo cordobés que se impuso en todo el emirato, así como en el califato, desarrollaba las naves en perpendicular al muro de la qibla. La más cercana a este es la mejor conservada (fotos 4 y 5). De la segunda nos han llegado muchos menos restos, aunque algunos muy significativos (foto 6). Las naves se abrían mediante arcos de herradura de tipo emiral, sostenidas por pilares (fotos 5 y 6). Todo el perímetro del muro exterior de esta sección se reforzaba con contrafuertes verticales (fotos 1 y 7). Lo más probable es que los techos de las naves se cerrasen con alguna estructura de madera, ya que los contrafuertes no coinciden con las cabezas de las arquerías, por lo que no podrían absorber el empuje de una bóveda de piedra. En la esquina derecha del patio o sahn se abriría otro pórtico perpendicular a las naves, lo que explicaría el hecho de que el mihrab, situado en el muro de la qibla, se encuentre aparentemente descentrado (foto 8). Tendríamos así una mezquita con dos ejes. Uno que se iniciaría en el pórtico noroeste y que terminaría directamente en las naves y el mihrab, y otro desde el muro noreste hacia el pórtico lateral. Por último destacar otra excepcionalidad de este edificio y es que el muro que cierra el patio por el noroeste se encontraría abierto al exterior por el mismo tipo de arcos de herradura antes citados, lo que, por el momento, carece de antecedentes (fotos 9 y 10).
Foto 7 Foto 8
Foto 9 Foto 10
Para la construcción de la mezquita se empleó sillería, conservándose en algunos puntos la altura original del monumento (fotos 1 y 7), mediante la utilización de dos técnicas constructivas:
En la primera se labró una sillería de tipo cuadrangular, pero no homogénea, dando lugar a sillares más bien trapezoidales y a hiladas no horizontales, ya que para su fabricación solo se utilizó la regla y no el cartabón. La piedra no parece que fuese reutilizada, aunque en este aspecto hay discrepancias según las fuentes consultadas. Todas estas características nos situarían en el siglo IX, durante el período emiral.
La segunda técnica se realiza mediante sillares perfectamente regulares, perfilados con cartabón y dispuestos a soga y tizón (foto 11). El material no se reaprovecha, sino que, con seguridad, es de nueva labra. Esta técnica lo sitúan ya en el período califal, es decir, siglo X.
La utilización de estas dos técnicas hace pensar o bien que para el mismo proyecto se cambió de canteros; o bien en dos edificios. En el primero se levantarían las naves y con el segundo se concluiría, rehaciéndose en parte.
¿Cómo llegar?
El acceso al exterior ofrece cierta dificultad. Existen varias rutas que se dirigen al monumento. En este caso les propongo la que parte desde el pueblo de Campillos: Entramos al pueblo por la carretera que comunica con Antequera (A-384). A pocos metros encontramos una gasolinera a la derecha. Giramos en el mismo sentido y tomamos la calle Álamos hacia el norte. (Al sur de la carretera general se accede a la calle Real que lleva al centro de Campillos). Continuamos sin desviarnos ahora por la calle San José, ya fuera del núcleo urbano, en conjunto unos 800 metros (el camino es de tierra, más o menos aplanada). Cuando veamos una cementera a la izquierda tomaremos la derecha de una bifurcación existente unos metros hacia delante. A otros 800 metros veremos otra bifurcación. Nuevamente tomaremos la de la derecha. Desde allí, unos 4 kilómetros por la vía principal, sin desviarnos, y llegaremos al cortijo, que se ubica a la derecha. Si ya es difícultoso acceder con vehículo, todavía lo es más pasar a su interior. El monumento es una propiedad privada y solo es visitable en grupo. Os recomiento que os pongáis en contacto con el museo de Antequera para saber si tienen programada alguna visita. Me temo que es la única forma, por el momento, de poder conocerlo.
Conservación.
Museografía. Didáctica. Cuando este monumento fue redescubierto, la evidente importancia histórica y artística del mismo hacían presagiar un cuidado especial por parte de la Junta de Andalucía en cuanto a su investigación, restauración y difusión. Transcurridos más de diez años, apenas se ha llevado a cabo nada de lo esperado. Por el contrario, el monumento ha sufrido importantes deterioros, a los que sólo la acción del propietario y del ayuntamiento de Antequera han ayudado a frenar. Parece mentira la falta de un programa de actuaciones en esta y otras maravillosas construcciones del pasado de nuestras autoridades autonómicas que son las que tienen las competencias en materia de patrimonio histórico. Los malagueños debemos de ser conscientes que la falta de energía de ellos ha de ser suplida por nuestro empuje con la determinación de poner fin a este estado de cosas para con nuestro patrimonio.
Ubicación (Google Earth): |
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Coordenadas U.T.M. |
Grados, minutos, segundos. |
Grados decimales. |
Grados, minutos decimales. |
30 S
337597.27 m E
4106600.24 m N
|
37º05'29.89'' N
4º49'38.46'' O
|
lat. 37.091638º
long. -4.827351º |
37º5.498' N
4º49.641' O |
Ubicación en googlemaps© (icono rojo: cortijo; azules: camino hacia el cortijo):
Terminado, incorporado a la página y subido a la red el 12/08/2017. nº 297. vecmálaga©
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