La construcción de la iglesia que hoy tratamos fue iniciada en 1618 y reformada en 1760. La torre es algo posterior, de hacia 1789, atribuyéndose generalmente su diseño, así como el de la fachada, a los alarifes Francisco de Astorga Frías y Antonio González Sevillano, autores también de la Plaza Ochavada. El edificio participa de varias sensibilidades artísticas. La fachada principal se puede encuadrar en un barroco de ladrillo muy influenciado por la tradición mudéjar, otorgando un significado libre a las funciones clásicas de los órdenes arquitectónicos, lo que lo acerca al Manierismo. La torre es más grácil, de planta octogonal, adscrita igualmente a la tradición mudéjar, pero cercana a la delicadeza y al sentido de lo decorativo del pleno barroco del XVIII; mientras que el interior entra dentro de la órbita del estilo rococó, que aunque no desarrollado hasta sus últimas consecuencias, sí introduce elementos característicos de ese arte como la fina decoración y el predominio del blanco, contrastado con otros colores, creando esa sensación que se da en muchas iglesias de este momento, en la que el fiel o el visitante parecen haberse introducido dentro de un cofre o de una rica urna de porcelana.
Exterior. La hermosa fachada (foto 1) es un buen ejemplo del barroco de ladrillo que podemos ver tanto en Archidona como sobre todo en Antequera. A partir de una estructura axial, los alarifes trabajaron con el ladrillo, el revoco y la piedra, ofreciendo un frontispicio plano pero de un gran dinamismo óptico. Utilizaron diversos tipos de vanos como los escarzanos, adintelados y cuadrifoliados, las cadenas de ladrillos, los cajones, de clara influencia mudéjar, así como una portada de piedra y frontón partido sobre la que se dispuso una alargada hornacina. Todo ello se enmarca entre pilastras de ladrillo moldeado y un gran frontón mixtilíneo que impiden la dispersión de formas y concentran el foco visual en la sección central. Ello no evita que dos entrecalles exteriores extiendan horizontalmente un conjunto que de otra manera podría haber quedado excesivamente vertical.
Solo el muro del lateral izquierdo del templo es visible desde el exterior, resolviéndose con una solución muy simple mediante una cerca enjalbegada combinada con ladrillos, formando arcos escarzanos, cadenas y verdugadas. La trasera es una cerca encalada sin más. El presbiterio sobresale claramente del resto de la estructura, con planta y tejados octogonales al que se le añade una linterna (foto 2).
Desgraciadamente no pudimos acceder al interior del convento. Solo conseguimos observar el lado que se abre a la calle Nueva con repetitivos vanos adintelados que utilizan motivos decorativos mudéjares, pero con soluciones más clásicas o severas que las de la fachada principal (foto 3).

Foto 2 Foto 3
Torre. Esta esbelta torre que, como hemos comentado, comulga con los estilos barroco dieciochesco y mudéjar, se enmarca dentro de las de planta octogonal de influencia sevillana (foto 4). Situada a los pies del templo, se encuentra adosada al muro del Evangelio. El cuerpo inferior es cuadrangular y de sillería. A partir de aquí el ladrillo moldeado es el elemento principal, elevándose sobre tres cuerpos cuadrangulares achaflanados, un cuarto octogonal de menor perímetro y por último un chapitel octogonal de tejas vidriadas, en colores verde y blanco, dispuestas en escama y con decoración en zig-zag, triángulos y rombos. Los cuerpos se separan mediante impostas y se ahuecan con rítmicos vanos alargados con molduraje, delimitándose los planos por medio de pilastras almohadilladas o con anillos, aplicándose también motivos de cerámica verde.
Interior. Posee una sola nave, característica de las iglesias conventuales femeninas, cerrada con bóveda de medio cañón trebolado, que es el formado por la intersección de tres circunferencias, con fajones y lunetos, y decorada con molduraje mixtilíneo geométrico y denticulado, un poderoso entablamento y placas (foto 5).
De gran altura, el presbiterio se cubre mediante cúpula semiesférica, con una rica decoración dieciochesca similar a la de la nave, aunque aquí es más densa (foto 6). El uso del bicromatismo (negro para las líneas del molduraje y blanco para el resto) le confiere una gracia, delicadeza y ligereza muy cercanas al arte rococó. Los arcos que forman las pechinas, así como el que haría funciones de arco toral también son trebolados, por lo que queda muy clara la intencionada unidad formal de todo el conjunto.

Foto 5 Foto 6
El retablo mayor preside el presbiterio (foto 7). Su perfil se adapta a la ya comentada arquería, siendo obra de mediados del siglo XVIII. Posee sotabanco, banco, tres calles y dos pisos. La sección central del cuerpo superior podríamos considerarla como un ático. El fondo se pinta en color marfil, contrastando con el rico molduraje dorado, en este caso de tipo orgánico. En el primer cuerpo unas profundas hornacinas albergan figuras de santos. En el centro se sitúa un manifestador u hornacina donde se expone la Eucaristía a la adoración, y sobre esta un San Miguel venciendo al diablo. En el cuerpo superior se dispone un Crucificado enmarcado en una profunda hornacina con forma de cruz, cuyo perfil se decora mediante motivos dorados.
En el testero de la Epístola se abre un gran vano rectangular enrejado que servía a las monjas de la clausura para oir misa sin ser vistas. Por encima se ubica una tribuna sobre peana, decorada con estrella de ocho puntas y rematada con placas recortadas, que se cerraba mediante celosía y reja de forja (foto 8), con funciones similares a la anterior. Sobre ella tres lienzos del siglo XVIII. Esta última estructura se repite en la nave y en el coro. A los pies del presbiterio se alza un hermoso púlpito de hierro forjado (foto 9) con soporte, base, cátedra y dosel.
Los muros laterales de la nave también recogen un rico patrimonio, tanto en retablos de un solo cuerpo, como en esculturas, pinturas y mobiliario litúrgico en general.
Comencemos el recorrido por el Lado del Evangelio desde la cabeza a los pies. En primer lugar nos encontramos tras el mencionado púlpito un retablo de la segunda mitad del siglo XVIII con estípites, y en su hornacina una escultura de San Francisco de Paula de vestir (foto 10). Continúa una tribuna como la comentada para el testero y bajo ella un lienzo del siglo XVII que representa la Adoración de los Reyes Magos. Le sigue otro retablo también con estípites y cortinaje (foto 11) que conserva la pequeña talla de la Virgen del Fuelle, obra flamenca de estilo renacentista del siglo XVI. Bajo el coro se sitúa un retablo del siglo XVII policromado en verde y dorado, que acoge a una Inmaculada del siglo XVIII (foto 12).
En el Lado de la Epístola el primer retablo está compuesto por columnas salomónicas y alberga una imagen de San José del siglo XVIII (foto 13). A continuación otra tribuna, bajo la que cuelga un lienzo de la Virgen con San Bernardo y por último otro retablo del siglo XVII con un lienzo dieciochesco de San Antonio de Padua con escenas de su vida (foto 14).
A los pies se encuentra el coro sobre bóveda de arista (foto 15), toda enriquecida con el mismo molduraje que el resto de la iglesia, pero además cerrada por medio de una riquísima y elegante celosía rematada con cornisa, sin duda una de las mejores que hasta ahora hayamos podido ver en la provincia (foto 16) .
El cancel es un impresionante trabajo de talla con decoración rococó, columnas, artesones, además de los escudos en relieve de los fundadores (foto 17).

Foto 8 Foto 9

Foto 10 Foto 11

Foto 12 Foto 13

Foto 14 Foto 15

Foto 16 Foto 17
Bibliografía
consultada. En Ruta de las Iglesias y Conventos, ver: (010) y (029); en Ruta Mudéjar, ver: (002).
Acceso Es muy fácil. Se ubica en la calle Nueva nº 39, entre la plaza de la Victoria y la Plaza Ochavada. Hay misas todos los días a las 9,30 horas y los domingos a las 10:00 horas. Además, permanece abierta igualmente todos los días de 10:00 horas a 13;00 horas para la exposición del Santísimo. Podéis consultar el horario y otros datos en la siguiente página. El teléfono de las Mínimas es el 952714184 y también tienen página.
Conservación.
Museografía. Didáctica. La iglesia goza de un excelente estado de conservación. Sabemos de restauraciones y sustituciones recientes, como es el caso del suelo, aunque ignoramos el estado del anterior y si se han dejado testigos. Tampoco averiguamos mucho sobre el convento. Únicamente se puede observar la fachada exterior que ofrece un sólido aspecto, pero de igual manera conocemos noticias de restauraciones en el interior del mismo que no podemos valorar. Afortunadamente, la iglesia tiene un horario de visita muy cómodo que permite tranquilamente y sin molestar a nadie deleitarse con la contemplación del rico patrimonio barroco y rococó que viste sus muros. Falta información histórico-artística, y no parece que esté incluida en circuito alguno de visitas guiadas.
Ubicación.
Coordenadas U.T.M.:
30 S
376555.62 m E
4106239.92 m N
Ubicación en googlemaps©:

Terminado, incorporado a la página y subido a la red el 21/09/2015. nº 182. vecmálaga©
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