Iglesia
de Nuestra Señora de los Remedios. Es una de las iglesias
mudéjares más antiguas de la provincia. Fue construida a finales
del siglo XV, y reformada a principios del siglo XVIII. Su ubicación,
en alto, a los pies del Castillo de Ardales, la sitúan como un hito
visual y cultural, en referencia histórica y signo de identidad de
la comunidad. Además del estilo mudéjar, participa también del estilo gótico y barroco
y de las mutuas influencias de estos entre si.
A los pies, en el exterior,
el edificio combina la simplicidad de un muro plano, con la riqueza de una
portada plena de elementos clásicos y la gracilidad y riqueza matérica
de la torre, sobre todo en el último cuerpo y en el chapitel (foto
1). Asimismo, en el lado del Evangelio la adición de
capillas durante el siglo XVIII ha transformado un liso muro externo en
un rico y variado conjunto de volúmenes, transposición del
espacio interno al exterior (foto 2).
La fachada, como hemos dicho, no
es más que un muro plano rematado por el perfil triangular del tejado.
A esta forma elemental se le han añadido cuatro elementos arquitectónico-decorativos
que la enriquecen: la gran escalera de acceso, la portada de estilo clásico,
los tres óculos que rompen la opacidad del muro, y rematando un esquemático
frontón triangular (foto 1).
La portada ha sido atribuida al
sevillano Diego Antonio Díaz: un arco de medio punto entre dos pares
de pilastras cajeadas sostiene un arquitrabe, un friso con la fecha 1723
y el nombre de la iglesia, y una cornisa con dentículos de ladrillo
a tizón; sobre él, un frontón curvo partido, dos pares
de pináculos sobre pedestal, y en el centro una hornacina con repisa,
compuesta de arco de medio punto y pequeñas pilastras, coronada a
su vez por frontón curvo, entre pináculos sobre pedestal y
óculo central. Una moldura rectangular rodea la hornacina y el óculo
(foto 3). La fachada termina con frontón
triangular y dentro una cruz incrustada. Todos estos elementos, excepto
el frontón superior, se decoran con motivos geométricos en
placa: rectangulares, cuadrangulares, circulares, triangulares, siempre
respetando los límites y formas de los que los cobijan (foto
4).
Torre. Situada a los pies,
en el lado del Evangelio, fue probablemente edificada hacia 1775 por Antonio
Matías de Figueroa. Es representativa del estilo sevillano de la
segunda mitad del siglo XVIII. Posee
planta cuadrada con tres cuerpos y chapitel. Los dos primeros construidos
de ladrillo, sin practicamente elementos decorativos, de claro gusto mudéjar,
y el superior y el chapitel con rica decoración de cerámica.
El cuerpo inferior es más ancho que el segundo. De aspecto sólido
y sobrio, un rectángulo rehundido en el centro rompe la planitud
del muro. El siguiente cuerpo se separa del primero por un molduraje de
imposta, siendo el más largo de los tres. Lleva también dos
rectángulos rehundidos con un óculo cada uno y basa con tres
toros y escocias más plinto (foto 5). Del
tercer cuerpo se separa mediante una cornisa. Este último es el más
ricamente decorado, con diferencia, repitiendo el esquema decorativo de la portada.
Los cuatro vanos del campanario de medio punto peraltado están rodeados
por dos pares de pilastras cajeadas decoradas con placas de cerámica
vidriada verde, también utilizadas en el zócalo, cornisa,
ático y en las bolas que lo terminan. El chapitel es octogonal con
tejas vidriadas formando rombos bicolores (fotos 6 y 7).
Foto 2
Foto 3
foto 4
Foto 5 Foto
6
Foto 7
El
interior posee gran cantidad de elementos mudéjares.
Sus tres naves, de distinta altura, están separadas por arcos apuntados
sin alfiz (foto 8) sobre gruesas columnas de esquinas
redondeadas posiblemente por la cal, (pensemos en un pilar octogonal de
influencia almohade), con pequeños capiteles de muescas en los ángulos
(foto 9).
El coro, añadido en el
siglo XVIII, se sitúa a los pies, compuesto por arco rebajado con
enjutas decoradas con celosías formando estrellas de ocho puntas,
bóveda de medio cañón y balaustre (foto
10).
Al presbiterio se accede mediante
arco toral apuntado (foto 8). A ambos lados se
disponen sendas capillas con acceso en arco de medio punto y cubiertas las
tres con bóvedas semiesféricas (foto 11).
Las techumbres han sido recientemente
restauradas. La nave central se cubre con armadura de par y nudillo con
lazo repartido en tramos cuadrados sobre el almizate, además de tirantes. Son lazos
de cuatro formando crucetas o aspas y estrellas, con madera de dos colores
(taracea), de rico efecto cromático. Tanto en los pies como en la
cabecera lleva lima bordón y cuadrales (foto 12).
Los tirantes son siete, pareados sobre canes de perfil en S, formados por
crucetas, estrellas y azafates, combinándose entre si, resultando
con distinta disposición cada uno de ellos. El perfil de los tirantes
se decora con puntas de diamante (foto 13). En
las naves laterales se utiliza el colgadizo (foto 14).
Las
tres capillas de la cabecera cubiertas con cúpulas
semiesféricas se construyeron en el siglo XVIII. Cada una de las
cuales posee un pequeño retablo de reciente factura (foto
11). Destaca la diminuta Virgen de Villaverde, patrona de
Ardales, pequeña imagen de madera policromada, posiblemente arzonera,
que porta al Niño en su regazo (foto 15).
En el lado del Evangelio y junto al presbiterio, mencionaremos también
el Cristo de la Sangre, de exquisita factura, enmarcado por un dorado retablo
(foto 16). La capilla más ricamente decorada
con yeserías, estípites, policromía y dorados, cubierta
con cúpula gallonada sobre pechinas (foto 17),
es la que alberga dentro de un camarín a una Dolorosa sevillana de
1940 (foto 18). En el lado de la Epísola
destacan un San José del XVIII con retablo moderno, una Divina Pastora
del XIX en una pequeña capilla cubierta con bóveda de arista
(foto 19), una Asunción en capilla con
cúpula sobre trompas. Otros bienes muebles de interés son
las rejerías (foto 20) y la pila bautismal.
La visita a esta iglesia es inexcusable. Es Historia del Arte Mudéjar
en la provincia.
Foto 8
Foto 9
Foto 10
Foto 11 Foto
12
Foto 13
Foto 14 Foto
15
Foto 16
Foto 17
Foto 18
Foto 19
Foto 20
Foto 21
Foto 22
Acceso.
Para llegar, como casi siempre en estos pequeños pueblos,
lo mejor es dejar el vehículo en la periferia, e ir a pie hasta la
iglesia, con lo que aprovecharemos para disfrutar del encanto de sus calles
y edificios (foto 21). La iglesia la conoce todo
el mundo, y además es el mismo camino que lleva al castillo. Puedes
subir por la calle Real y al final de la misma verás la iglesia junto a una pequeña plaza. Sus horarios de apertura
son: invierno: Miércoles y Viernes 19.00 h., Domingos
y festivos: 12 h. y 19.00 h.; verano: Miércoles
y Viernes 20.00 h., Domingos y festivos: 12 h. y 19.30 h. Su teléfono:
952458174. Podéis consultar en la página
web de la diócesis. Siempre es mejor llamar antes.
Conservación.
Museografía. Didáctica. El
interior de la iglesia se encuentra en buen estado de conservación.
No se observan humedades, tampoco grietas, cuarteados, decoloraciones. Los
retablos ofrecen también un buen aspecto general. Las yeserías de las capillas
dieciochescas están limpias y los colores vivos. Las cubiertas mudéjares,
no hace mucho restauradas, no presentan descuadres u otro tipo de daños.
En el exterior, la torre tiene un brillante y sólido aspecto. Desgraciadamente
la fachada principal sufre perdida de pintura, de enfoscado, algunas grietas,
humedades, pero aún peor se encuentra el lateral exterior derecho
con graves problemas de conservación que necesitan de una urgente
restauración (foto 22). En cuanto a la
museografía, destacar que al menos existe un panel informativo en
el exterior donde se explica cuándo fue construida; su interior:
naves, arcos, capillas, artesonados; y el exterior: portada y torre. Todo
ello en español e inglés y con fotografías. Algunas
señales verticales en las calles del pueblo dirigen al viajero hacia
la iglesia.
Ubicación:
30 S
335531.58 m E
4082737.79 m N
Ubicación
en googlemaps©:
Terminado, incorporado a la página y subido a la red el 19/10/2013. vec2013©
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