Iglesia de Nuestra Señora de la Expectación
Canillas de Albaida (pueblo)
Al igual que otras muchas en la actual provincia de Málaga, la erección de esta parroquia de la sede malagueña se llevó a cabo en 1505 por el arzobispo de Sevilla don Diego de Deza, a instancia de la reina Isabel, patrona de todas ellas (r.i.: 003; pág. 62). Su datación oscilaría entre los siglos XVI y XVII (r.i.: 026; pág. 34). Siguiendo a María Dolores Aguilar en su libro Málaga Mudéjar(r.i.: 003), el estilo clasicista de las iglesias mudéjares del siglo XVI continuaría durante el XVII, incluso alcanzaría al siguiente (r.i.: 003; pág. 117), constando de tres naves de distinta altura, lo que se correspondería con la herencia gótica, escasa iluminación interior, soportes mediante pilares, de tradición almohade, y armaduras en nave mayor y laterales (r.i.: 003; pág. 117).
El interior del templo de Canillas de Albaida responde a esta descripción (foto 2). La separación de las tres naves se realiza mediante pilares con simuladas pilastras adosadas y muescas en las jambas. Los arcos son de medio punto, retranqueados bajo otro de tipo rebajado. La armadura mudéjar de la nave central es de par y nudillo sin testeros, con cuadrales y tirantes. Estos son los únicos que se decoran con crucetas, gramilado y canes de lóbulos. Las naves laterales se cubren con colgadizo, disponiéndose en cada uno un tirante hacia su parte media y a distinta altura de los de la central, en los que se pueden observar los restos incompletos de una estrella de ocho puntas. Los testeros laterales son planos y de mayor profundidad que el de la nave central, por lo que podemos pensar que inicialmente existiera un crucero y presbiterio ocultados por la disposición actual del altar mayor. Todo su patrimonio cultural mueble fue destruido en los inicios de la Guerra Civil (r.i.: 016; págs. 239 a 241). En cualquier caso, destacaremos una Dolorosa de vestir, de finales del siglo XVI, y en la sacristía un Cristo de barro cocido del siglo XVII probablemente del círculo antequerano (r.i.: 010; págs. 342 a 343).
En los pies se sitúa un vano que permite el paso de la luz interior, además, por supuesto, de la puerta. Se trata del vano coral, llamado así al situarse sobre el coro, siendo de tipo mixtilíneo, correspondiéndose con el diseño de aquel, que es la estructura más claramente dieciochesca de todo el conjunto (foto 4). El mencionado coro se dispone mediante perfil mixtilíneo con resalte central tanto en la base como en la balaustrada, esquemática decoración de concha, siendo sostenido por dos columnas lisas con éntasis, capitel igualmente liso cónico invertido y arcos de tipo carpanel, más ancho el central que los laterales, con pequeños moldurajes rococó entre ellos.
El exterior del templo es macizo y sin apenas vanos, el coral ya comentado, y a ambos lados sendos ojos de buey. El muro del lado de la Epístola se encuentra enjalbegado, mientras que el del Evangelio ofrece una mayor articulación (foto 1). Efectivamente, en este último se utiliza la técnica muraria mudéjar del encadenado y verdugadas de ladrillo y entre medio cajones decorados mediante las llamadas gotas o lágrimas realizadas con incisiones. El tejado se resuelve a dos aguas con fuerte inclinación, sin apenas reflejo de la compartimentación interior.
A continuación de este y en la cabeza del templo se alza la torre (foto 1), donde también se utiliza la misma técnica, aunque aquí no se aprecian dibujos en los cajones. El acceso interior al campanario no se artículó mediante un pilar central, tan característico de las torres mudéjares, sino que se dejó hueco (foto 5).
Por último la fachada (foto 3), cuyo portón se resuelve con una sencilla decoración en ladrillo, componiéndose de arco de medio punto entre pilastrillas y cornisa dando forma a un pequeño alfiz.
Foto 4 Foto 5
Bibliografía
consultada. En Ruta de las Iglesias y Conventos, ver:
(003), (010), (016) y (026)
Acceso.
Es muy fácil. Se encuentra en la zona oeste del pueblo, entre calle Alta y plaza del Rosario. Es visible desde muchos lugares dentro y fuera del núcleo. En cuanto al horario de visita, según la página de la diócesis de Málaga, que recomienda consultar directamente con la parroquia: 952516004, las misas se celebrarían desde octubre hasta mayo los martes, domingos y festivos a las 18:00 horas, y de junio hasta septiembre los martes, domingos y festivos a las 19:00 horas. También se abre el 7 de octubre por romería de los santos San Antón y San Juan.
Conservación.
Museografía. Didáctica. El aspecto actual del templo, tanto interior como exteriormente, no parece que sufra problemas de conservación. Se trata de un magnífico edificio que debería ser mostrado junto con otros de Canillas de Albaida en una visita guiada que mostrase tanto sus principales manifestaciones arquitectónicas como asimismo explicara el entramado urbano, uno de los mejor conservados de la provincia.
Al igual que otras muchas en la actual provincia de Málaga, la erección de esta parroquia de la sede malagueña se llevó a cabo en 1505 por el arzobispo de Sevilla don Diego de Deza, a instancia de la reina Isabel, patrona de todas ellas (r.i.: 003; pág. 62). Su datación oscilaría entre los siglos XVI y XVII (r.i.: 026; pág. 34). Siguiendo a María Dolores Aguilar en su libro Málaga Mudéjar (r.i.: 003), el estilo clasicista de las iglesias mudéjares del siglo XVI continuaría durante el XVII, incluso alcanzaría al siguiente (r.i.: 003; pág. 117), constando de tres naves de distinta altura, lo que se correspondería con la herencia gótica, escasa iluminación interior, soportes mediante pilares, de tradición almohade, y armaduras en nave mayor y laterales (r.i.: 003; pág. 117).
El interior del templo de Canillas de Albaida responde a esta descripción (foto 2). La separación de las tres naves se realiza mediante pilares con simuladas pilastras adosadas y muescas en las jambas. Los arcos son de medio punto, retranqueados bajo otro de tipo rebajado. La armadura mudéjar de la nave central es de par y nudillo sin testeros, con cuadrales y tirantes. Estos son los únicos que se decoran con crucetas, gramilado y canes de lóbulos. Las naves laterales se cubren con colgadizo, disponiéndose en cada uno un tirante hacia su parte media y a distinta altura de los de la central, en los que se pueden observar los restos incompletos de una estrella de ocho puntas. Los testeros laterales son planos y de mayor profundidad que el de la nave central, por lo que podemos pensar que inicialmente existiera un crucero y presbiterio ocultados por la disposición actual del altar mayor. Todo su patrimonio cultural mueble fue destruido en los inicios de la Guerra Civil (r.i.: 016; págs. 239 a 241). En cualquier caso, destacaremos una Dolorosa de vestir, de finales del siglo XVI, y en la sacristía un Cristo de barro cocido del siglo XVII probablemente del círculo antequerano (r.i.: 010; págs. 342 a 343).
En los pies se sitúa un vano que permite el paso de la luz interior, además, por supuesto, de la puerta. Se trata del vano coral, llamado así al situarse sobre el coro, siendo de tipo mixtilíneo, correspondiéndose con el diseño de aquel, que es la estructura más claramente dieciochesca de todo el conjunto (foto 4). El mencionado coro se dispone mediante perfil mixtilíneo con resalte central tanto en la base como en la balaustrada, esquemática decoración de concha, siendo sostenido por dos columnas lisas con éntasis, capitel igualmente liso cónico invertido y arcos de tipo carpanel, más ancho el central que los laterales, con pequeños moldurajes rococó entre ellos.
