Según nos informa el Ayuntamiento de Estepona a través de su web, el edificio que alberga el museo arqueológico fue casa consistorial desde 1853 hasta 2011. Aunque no podemos aseverarlo con total seguridad, en principio debió de ser el siguiente inmueble que albergó esta institución después del ubicado en la plaza de las Flores nº 15, recientemente estudiado en esta página. Del mismo modo se informa que su origen se remonta al siglo XVIII, aunque con profundas reformas llevadas a cabo en 1944 y que le han llegado a dar su configuración actual.

La transformación estética del edificio ha hecho casi irreconocible su origen en el 1700, si no es por la presencia de elementos como el balcón corrido de frente plano en la planta superior, sobre el portón principal, y que llega hasta los vanos laterales, donde la rejería de la baranda posee barrotes de sección cuadrada con los típicos dados en su zona media, y concentración de motivos decorativos en S tanto en el centro como a los lados, eso sí, más numerosos que lo que acostumbramos a ver. Y por último, los arbotantes semicirculares y los tornapuntas en S que también forman parte de esa tradición. Suponemos que la meseta sería de cerámica, aunque este material ha sido sustituido.

La rejería de los grandes vanos, de tipo jaula, sigue la misma tradición, aun cuando no podamos estar seguros de si son del siglo XVIII o se instalaron en la reforma que se hizo en la mitad del siglo XX. Así, los barrotes cuadrangulares girados 90º, las florecillas en las esquinas, los motivos en S, los guardapolvos y peanas hasta el suelo nos hablan de aquel período, pero nos falta la confirmación de que no sea un añadido.

Otro elemento que también llama la atención son las esquinas achaflanadas, lo que fue muy común en los edificios históricos hasta el siglo XIX con el fin de facilitar el paso de caballerizas y carruajes.

En el interior destaca, sin lugar a dudas, el patio rectangular de dos niveles columnado y arqueado con capiteles de orden dórico. Los arcos poseen diversa luz, siendo único el situado en el lado menor, de tipo rebajado, y tres en los lados mayores, uno carpanel y los otros dos de medio punto. El piso superior repite el modelo pero con columnas de menor altura. Tanta irregularidad no se explica en un edificio exento, que aparentemente debió de ser construido de una vez, a no ser que no fuese así, y tuviese que adaptarse inicialmente a otras construcciones preexistentes, para después ser ampliado con el comentado resultado. En un lado del patio se observa la boca del pozo de un aljibe perimetrado con ladrillo y de origen andalusí, que formaba parte de una torre defensiva, según se expone en la mencionada web del Ayuntamiento. Por el plano que podemos ver en la cartelería del museo, este aljibe tendría planta rectangular y techo embovedado.

El museo se sitúa en la planta baja del edificio y consta de cuatro salas donde se expone la colección permanente. El patio, arriba comentado, se utiliza también para exposiciones temporales. La Sala I se dedica a los primeros pobladores, los navegantes fenicios y la conquista romana. Destaca, además de los restos fenicios y púnicos, una estatuilla femenina denominada la Venus de Estepona; la Sala II se centra en el Imperio Romano, con, entre otras, piezas de ajuares, siempre de gran calidad; la Sala III nos habla de la cristianización y de la ocupación musulmana y por último la Sala IV trata sobre Istibuna, la ciudad musulmana. En nuestra opinión debería haber una quinta sala que abarcara desde la Reconquista hasta por lo menos el siglo XIX. La arqueología no tiene por qué detenerse en 1492.

La división en cuatro salas separadas por el patio ayuda a comprender mejor en qué períodos históricos nos encontramos. La cartelería explicativa, acompañada de imágenes, inicia al visitante en la interpretación de lo expuesto. La tamizada luz, a la que ayudan los paneles negros que rodean las iluminadas vitrinas, o la simulación del fondo del mar en la sala romana, crean una ambientación íntima que favorece la inmersión del visitante en el patrimonio contemplado. Por último, cabe destacar la identificación de cada una de las piezas, su acertada selección y la separación de las mismas. Todas estas características convierten a este pequeño museo en un lugar a visitar imprescindible para iniciados y profesionales.

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Cómo llegar. Es muy fácil. Se ubica en pleno centro histórico. Hay muchos accesos. Por ejemplo desde el paseo marítimo podréis entrar por la calle Viento. Unos metros más hacia delante encontraréis a la derecha el castillo de San Luis y a unos pasos una placita arbolada donde se ubica el museo. El horario de visita es de lunes a sábado de 08:30 horas a 14:30 horas.

Museografía. Conservación. Didáctica. El edificio, tal y como se nos muestra en la actualidad, ofrece un magnífico estado de conservación, con relevantes elementos patrimoniales. En cuanto al museo, predomina la didáctica, con una evidente preocupación por la claridad expositiva.

Ubicación (Google Earth):
Coordenadas U.T.M.	Grados, minutos, segundos.	Grados decimales.	Grados, minutos decimales.	Sistema militar de referencia por coordenadas.
30 S 307533.07m E 4033276.08m N	36º25'31.48'' N 5 º08'48.96'' O	lat. 36.425410º long. -5.146934º	36º25.525' N 5º8.816' O	30SUF0753333276

Ubicación en googlemaps©:

 

Terminado, incorporado a la página y subido a la red el 19/01/2023. nº 524. vecmálaga©

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