Viviendas en Calle Hinestrosa, nº 10, 12, 18 y 22
Málaga (ciudad)
Es, posiblemente, el primer grupo de casas de carácter unifamiliar y seriado que se construyó en la ciudad, siendo iguales tanto en su estructura como en la ornamentación. Levantadas en el último tercio del siglo XVIII, incorporaron en cada una de sus fachadas la misma decoración pintada de tipo arquitectónico, dentro de un estilo rococó más o menos fantástico, así como del barroco de tendencia clasicista, propios de este período histórico. Durante estos últimos años, se han ido recuperando, una a una, hasta cuatro viviendas, que en la actualidad muestran sus pinturas en la fachada. Sabemos que el resto de los inmuebles también las contienen, aunque por el momento permanezcan ocultas. Esperemos llegar a tiempo (foto 1).
En cuanto al exterior, a cada casa corresponde en planta baja el ingreso y a su lado una vano grande con rejería, además del zócalo, separada de la planta superior mediante imposta denticulada, que se quiebra entre cada finca, compensando así el desnivel del terreno (foto 5). Sobre el mencionado ingreso se dispone, alineado, un balcón de forja, con barras de sección cuadrada, dados en la mitad de ellas y dos arbotantes de semicírculo, como únicos elementos decorativos, además de meseta con acabado de cerámica y estructura sustentante también de hierro forjado (fotos 1, 2 y 4). A su lado, asimismo alineado con el de la planta baja, otro vano con cierro de hierro forjado en forma de jaula (foto 8). Las rejas de estos se decoran con pequeñas flores en las barras perimetrales. En ambos niveles la separación entre vanos es notable, dejando un amplio espacio para el paramento (foto 1). El interior de la vivienda es profundo, estructurándose alrededor de un primer patio central (foto 3) y otro trasero, este medianero con el Teatro Cervantes. La cornisa también es dentada, con el mismo quiebro antes comentado. Junto al discreto alero se sitúa un canalón de cerámica vidriada, generalmente verde y blanca, sostenido por sencillas tornapuntas, aunque de los cuatro inmuebles estudiados sólo los conserva uno (foto 4). La cubierta es a dos aguas con teja de cerámica árabe.
Foto 2 Foto 3
En cuanto a la ornamentación pictórica de las fachadas, que como ya hemos mencionado pertenecen al último tercio del siglo XVIII, se caracterizan por una cierta reducción cromática, si la comparamos con la variedad en el uso del color de décadas anteriores. Asimismo, la fachada se despeja en sus aspectos ornamentales, centrándose en los recercados de los vanos y en los extremos del inmueble (foto 1), siendo de muy distinto estilo el de la planta baja que el de la superior, aunque utilizando la misma tonalidad y técnicas pictóricas. Los tipos ornamentales básicos parten de la misma tradición clásica, pero utilizando, como ya hemos comentado, dos vías diferentes. En la planta baja se deshacen las formas a la manera del estilo rococó (foto 5) y en la superior predomina el barroco en la variante clásica y también el rococó, pero más pétreo que el de abajo (foto 4), siendo en este piso donde el trabajo es más elaborado, con un mayor cuidado en el dibujo, gran dominio de la perspectiva y las proporciones y pericia en el uso de veladuras y tonalidades para un mismo color, consiguiendo buenos efectos de profundidad (fotos 2, 4 y 8).
En la planta baja los frontones se fragmentan, presentan curvas cóncavas, convexas, mixtilíneas, bucles, en parte son rocallas simplificadas. De la misma forma se tratan las pilastras, descomponiéndolas con semejantes elementos, aunque visibles en lo esencial, al igual que los capiteles, que ya no pertenecen a ningún orden. La relativa profundidad de estos motivos abstractos se insinúa mediante el dibujo y la utilización de distintos tonos de marrones (fotos 5 y 6). El vano contiguo se trata fundamentalmente de la misma forma, aunque con sutiles diferencias. Así, este se enmarca en un recercado donde se sugiere el volumen, y sobre él se dispone un descompuesto frontón aún más elaborado que el de la puerta, con borlas en sus esquinas. A cada lado un doble o triple juego de columnas con basa, donde a través de la gradación del color se consigue una buena apariencia de semicírculo (foto 7).
Foto 6 Foto 7
El balcón de la planta superior presenta una arquitectura pintada más respetuosa con los órdenes, aunque con frontón rococó. Los laterales se resuelven mediante semicolumna de orden toscano adosada a una pilastra, con un trozo de entablamento, cornisa y rematado por una bola. Entre ellos se sitúa el frontón, que como hemos dicho, es de estilo rococó pero menos deshecho, más pétreo y desde luego inspirado en algún modelo real. El dibujo, la perspectiva y la gradación del color son aquí más perfectos que en la planta inferior. El conocimiento de la perspectiva es tal, que se tiene en cuenta el punto de vista del espectador que contempla las pinturas desde la calle, ocluyéndose los ángulos de los entablamentos y frontón para corregir al ojo humano y así percibirse rectas y con todas sus secciones visibles (fotos 1, 2 y 4).
El otro vano está protegido mediante cierro de jaula, cubriéndose con guardapolvo, lo que limita a los dos laterales el desarrollo de la ornamentación pictórica consistente en columna, pilastra y entablamento, aunque aquí destaca una poderosa basa de dos toros y escocia y plinto cuadrangular, resultando en conjunto más visible que la de los otros tres vanos. La corrección de la perspectiva también está sugerida de la misma manera que la del balcón (foto 8).
Entre inmueble e inmueble, se observan, al menos en la planta superior, pilastras cajeadas pintadas con una clara función delimitadora de las distintas fincas, así como de encuadre de cada una de las piezas. No sabemos si para la planta baja existió la misma solución (fotos 1 y 2). Una de las incógnitas que pudiera quedar resuelta si se procura con prontitud la recuperación de las pinturas del resto de inmuebles.
Bibliografía
consultada. En Ruta de las Casas Pintadas, ver:
(001), (002) y (003); en Casas Populares, ver: (001).
Acceso.
Es muy fácil. Se trata de una calle recta, estrecha y peatonal perteneciente al Centro Histórico, situada junto al Teatro Cervantes. La entrada se puede hacer por calle Madre de Dios o por calle Frailes. La parte trasera de las casas hacen medianera con el teatro.
Conservación.
Museografía. Didáctica. Parece que en este lado de esta estrecha y larga calle, y muy poco a poco, se están recuperando las pinturas de esta magnífica serie de inmuebles. Ya van cuatro. No debemos olvidar el otro frente de la calle, donde aún quedan preciosos ejemplares de arquitectura tanto del XVIII como del XIX, algunos claramente necesitados de una cuidada y urgente restauración. En fin, que este pequeño rincón de la ciudad histórica, todavía en pie, permanezca muchos años entre nosotros, porque su aledaño (calle Frailes), ya es víctima de la destrucción bárbara que ¿sin remedio? va comiéndose nuestra historia. No existe cartel informativo alguno.
Ubicación.
U.T.M.: 30 S
373280.18 m E
4065279.60 m N