Inmuebles en calle Mochingo, Haití, Guatemala y Paseo de la Salud en el Camino de Antequera
Málaga (ciudad)
Cuando estudiamos la Historia del Arte de Málaga de los siglos XIX y XX, además, como es lógico, de referirnos a grandes y significativos edificios, debemos fijarnos, con más intensidad si cabe, en la arquitectura que se levantó para vivienda, tanto la de las clases sociales más empobrecidas, como las de clase media. Estas casas mata en unos casos y corralones en otros, daban forma al paisaje urbano de la ciudad y eran la arquitectura real para la inmensa mayoría de la gente. Su estudio, promoción y defensa es una obligación inexcusable para los que amamos nuestro patrimonio. Como digo, fueron mayoría, y hoy son reductos despreciados del urbanismo prefuncionalista.
De este pasado olvidado, nos vamos a centrar en unas pocas casas mata que quedan detrás o en segunda línea del llamado Camino de Antequera o avenida de Carlos Haya, que no hace muchas décadas pasaba por ser un elegante paseo de salida de la ciudad rodeado de chalés y villas, la mayoría de la primera mitad del siglo XX, las cuales han sido sistemáticamente arrasadas (sobre todo las que se situaban a partir del actual Hospital Regional dirección centro). El desarrollo urbano de esta arteria comenzó a partir de 1890, construyéndose no solo edficaciones burguesas, sino también una arquitectura de casas mata de estilo regionalista, la mayoría de humilde factura, a las que pertenecen las pocas que nos han llegado y que podemos datar hacia la segunda década del siglo XX, que corresponde a un período de crecimiento ecónomico. Estas casas mata (las del paseo de la Salud, calle Haití y calle Guatemala) cercanas al llamado estilo regionalista, no se construyeron para atender las necesidades de vivienda de la población obrera de fábrica alguna, ni formaron parte de un gran plan de urbanización de extensas zonas como Ciudad Jardín, por ejemplo, lo que debe destacarse, teniendo en cuenta la poca importancia que la bibliografía da a este hecho, y a la marginalidad sufrida por aquellas manifestaciones urbanas ajenas al hecho industrial. Ello no justifica su falta de protección jurídico-patrimonial, ya que lo mismo ocurre con otras zonas de la ciudad sí ligadas a las necesidades de la industria o a las grandes urbanizaciones.
En los números 4, 18 y 20 del paseo de la Salud quedan tres inmuebles, separados por otro reciente, pero que en su momento debieron formar una sola línea de casas de diseño similar, quedando el nº 4 en esquina y con mas rico desarrollo decorativo y complejidad espacial. Todos participan del estilo regionalista que alcanzó un gran desarrollo en los años 20.
Los números 18 y 20(foto 3) constaban de jardín delantero y patio trasero, además de puerta de acceso con sobredintel recto de ladrillo y sendas ventanas sin restos de decoración en la actualidad. Igualmente el tejado se remataba con voladizo de madera con decorativas ménsulas, como los que ya pudimos ver en la Colonia San Eugenio, y una cornisa de azulejos azules y motivos florales clásicos en ladrillos de molde.
El inmueble que hoy es el nº 4 de la calle Paseo de la Salud, esquina con calle Haití, es de mayores dimensiones, con articulación espacial de los paramentos y una decoración mas rica de estilo regionalista. La entrada continúa en la misma línea que los arriba comentados, con sobredintel recto de ladrillo y azulejos y moldes en la cornisa, además del tejado en voladizo; pero en la sección derecha el cuerpo se adelanta sobre el anterior, rematándose con pretil de obra de perfil central triangular, combinándose con ladrillo y tres grupos de azulejos cuadrangulares girados 45º. La alargada fachada que asoma a la calle Haití se abre con tres vanos dispuestos regularmente y con discretos moldurajes en el sobredintel y en el alféizar (fotos 1 y 2).
En la calle Paseo de la Salud nos queda el nº 4 (antiguo 6), en la actualidad abandonado (foto 4). Se trata de una casa mata adosada a otras casas mata hoy desaparecidas y con la fachada tapiada excepto el zócalo construido con ladrillos y azulejos. Hace solo un par de años se podía ver el recercado de huecos hasta 1/3 de su altura compuesto exclusivamente de azulejos. Poseía jardín delantero y patio posterior. Al igual que los inmuebles arriba mencionados el tejado se terminaba con el característico voladizo de madera.
Foto 3 Foto 4
Los inmuebles números 3 y 7 de la calle Haití son iguales, lo que puede dar idea de la apariencia de la vía cuando se encontraban todas las casas en pie. En esta ocasión el ladrillo se hace mas presente, tanto en el zócalo como en las jambas de la puerta y su sobredintel curvo, así como en la cornisa de nada menos que seis filas de ladrillos dispuestos de forma decreciente con soga y tizón, excepto a la altura de la puerta en que se estrecha. La cubierta se realiza a dos aguas, sin voladizo de madera, constando también de jardin y patio (fotos 5, 6 y 7).
En la calle Haití, nos encontramos con el nº 4, recientemente abandonado, con una preciosa cornisa de dados, azulejos, tres hileras de ladrillos en listel y voladizo de madera (foto 8). La puerta posee sobredintel, con sendas habitaciones exteriores. Del mismo modo que las anteriores, posee jardin y patio trasero.
En cuanto a las ruinas de la casa sita en calle Guatemala nº 9, probablemente se trate de un inmueble algo posterior en el tiempo, de los años 30 o 40 por el tipo de azulejo utilizado, aunque el estilo todavía se encuadre en el regionalismo de inspiración neomudéjar (foto 9).
Foto 6 Foto 7
Foto 8 Foto 9
Las casas de la calle Mochingo fueron construidas en los años 30. Años de profunda crisis económica que paralizó la obra pública y privada en la ciudad, constituyendo uno de los pocos ejemplos de actividad inmobiliaria que se acogieron a la Ley del Paro o Ley Salmón del año 35 promovida por la República con la que se intentaba estimular la economía y por ende el empleo. Quedan cuatro viviendas adosadas, de los números 12 al 18. Son perceptibles los restos de las crujías a partir del nº 18 por lo que en su momento el conjunto estaría formado por más viviendas. Sin jardín delantero, pero con patio trasero, cada una de estas casas mata consta al exterior de puerta mas dos vanos con recercado completo de ladrillo y zócalo de obra. Los sobredinteles de los huecos son rectos, ofreciendo una interesante variedad de moldes de ladrillo en su composición, que es lo único que podríamos considerar como decoración exterior. El tejado se dispone a doble agua sin voladizo, con tejas planas y cornisa de tres hileras de ladrillo, separando cada inmueble una fila de tejas curvas o morunas con remate de copa en su cumbrera. A pesar de que han sido repintados, la contrastada bicromía de zócalo, recercado, cornisa y tejado en relación con el resto del paramento, así como del acusado dominio de las líneas rectas con escasísimos elementos decorativos a la usanza, le confieren un aspecto austero, mas racional si cabe, lejos del estilo de la cercana casa nº 4 de la calle Paseo de la Salud. Está claro que en solo diez o quince años algo había empezado a cambiar en la arquitectura, y aunque las técnicas de construcción y el tratamiento de los materiales era similar, el lenguaje comenzó a simplificarse. Un camino hacia el funcionalismo, que en Málaga tardó en llegar, y que previamente pasó por etapas como el art-decó, estilo de transición.
Foto 12 Foto 13
Bibliografía
consultada. En Ruta del Urbanismo, ver: (002)
Acceso.
Es muy fácil. Desde la rotonda del hospital Carlos Haya, tomamos la avenida del mismo nombre, sentido centro, y a escasos cincuenta metros se encuentra, a la izquierda y perpendicular a aquella, la calle Mochingo. Al final de esta a la derecha encontramos las casas objeto de nuestro interés. Después continuaremos por la mencionada avenida Carlos Haya, en el mismo sentido, y a cien metros a la izquierda entramos en el Paseo de la Salud, de algo mas de cincuenta metros de largo, abriéndose hacia la mitad de esta la perpendicular y sin salida calle Haití. Al final del Paseo de la Salud, a la izquierda comienza la calle Guatemala, con las ruinas de la casa mencionada justo al comienzo a la izquierda.
Conservación.
Museografía. Didáctica. Estas pocas casas mata son las supervivientes, por el momento, de la enorme destrucción que el Camino de Antequera ha sufrido a lo largo de las últimas décadas. De una elegante avenida repleta de bellos edificios prefuncionalistas, nada ha quedado, a excepción de unas pocas que aun están habitadas, y otras abandonadas y arruinándose. De las derribadas, apenas atisbamos un trozo de paramento. Además de despreciadas por la sociedad al ser consideradas indignas de conservación, también han sido olvidadas por los estudiosos de la Historia del Arte de Málaga, y me ha resultado imposible, al menos hasta el día de hoy, encontrar referencias histórico-artísticas específicas sobre ellas. Quedan pocas, como he dicho. Sería fácil mantenerlas. Debemos hacerlo para dejar de seguir perdiendo.
Ubicación.
U.T.M.:
Calle Mochingo:
30 S
370762.66 m E
4065151.13 m N
Calle Paseo de la Salud, esquina calle Haití:
30 S
370962.97 m E
4065059.94 m N