Para la realización de esta ficha he tenido la suerte de encontrar el trabajo que los arqueólogos Pedro Jesús Sánchez Bandera y Pedro Gurriarán Daza llevaron a cabo in situ sobre el Castillo de Marbella y cuyos resultados se publicaron en 2016 (r.d.: 041). Estos estudios se desarrollaron a lo largo del año 2015 por encargo del Ayuntamiento de Marbella, cuya base fue la disección científica de la arquitectura que compone el perímetro del castillo-alcazaba (r.d.: 041; pág. 10). Indudablemente existe más bibliografía sobre el monumento, y de calidad, según he podido leer, pero escogí esta por la profesionalidad de sus autores y ser reciente y muy completa.

El castillo se sitúa en el sector nordeste del centro histórico de la ciudad de Marbella, ocupando un altozano desde donde a su alrededor se extiende una gran zona llana (r.d.: 041; pág. 11), lo que le permitía destacar visualmente sobre el conjunto urbano medieval. Su planta tiende al rectángulo aunque con un fuerte retranqueo hacia la mitad de sus paramentos mayores.

Los autores de las investigaciones, Sánchez Bandera y Gurriarán Daza, destacan el trabajo realizado por Francisco Javier Moreno, sobre todo su libro El Centro Histórico de Marbella: arquitectura y urbanismo en el que se hace referencia a que el castillo tendría cuatro accesos. El único reconocible en la actualidad sería el situado en la Puerta de la Cuesta del Castillo o Puerta del Carmen (c:16) (foto 10), en el lado occidental. Habría otro en el norte y otro en el lado oriental; del cuarto se desconoce su ubicación (r.d.: 041; pág. 13). Estos tres últimos fueron habilitados tras la toma de la ciudad (r.d.: 041; pág. 13).

En cuanto a las torres, además de alguna desaparecida como la Torre del Arco, en la actualidad podemos enumerar en la esquina noroeste la Torre de la Campana de la Vela (siglo XVI) o Torre de la Puente Levadiza (siglo XVIII) (c:14) (foto 8) (r.d.: 041; pág. 13). En la noreste se alza la Torre del Cubo o Torre de Santa María (c:10) (fotos 5 y 6) (r.d.: 041; pág. 13). Entre ellas la Torre del Chorrón o Torre del Homenaje (siglo XVIII) (c:12) (foto 7) (r.d.: 041; pág. 13). En el flanco oeste se conserva la Torre del Reloj (c:15) (foto 9) y la Torrecilla de la Puerta de Hierro (c:18) junto a una sección de lienzo (c:17) (foto 10) que guarnecen la rampa por la que se accede a la calle Carmen (c:16) (r.d.: 041; pág. 13). En el lado sur tenemos en la esquina suroeste la Torre Blanca (c:1) (foto 1) y en el centro la Torre de la Pólvora (c:3) (foto 2). En el flanco oriental se levantan otras dos pequeñas torres (c:6) y (c:8) (foto 4).

De estas últimas, la situada más al sur (c:6) es definida por los autores, debido a su escaso tamaño, como más cercana a un contrafuerte (r.d.: 041; pág. 13). La siguiente (c:8) es producto de una reconstrucción, sustituyendo a otra de mayor tamaño (r.d.: 041; pág. 40).

En las primeras décadas del siglo XVI, en el flanco oriental, fueron construidas una barbacana, una coracha y una torre albarrana, en servicio hasta el siglo XVIII (r.d.: 041; pág. 13), cuando las técnicas de defensa del litoral las convirtieron en obsoletas, incluyendo al resto del castillo, siendo sustituidos por fuertes como el de San Luis, cercano a la fortaleza y a escasos metros de la playa, modelos poliorcéticos que hemos estudiado en nuestra web y que podéis consultar siguiendo la Ruta del Mar.

A partir de ese siglo el interior de la fortaleza se destina a aprovechamiento civil, mientras que las murallas son utilizadas como soporte para la construcción de nuevas casas (r.d.: 041; pág. 14).

Los antecedentes más antiguos de la fortaleza o castellum (r.d.: 041; pág. 64) fueron descubiertos en 1998, en el paramento situado entre las dos torres del lado sur (c:2), bajo el nivel de la calle y formado por sillares almohadillados y regulares, dentro de la edilicia romana antigua, como parte de un trazado que históricamente no variará (r.d.: 041; pág. 63). Las posteriores reformas con nueva disposición de hiladas de sillares, continúan el trazado de los de la etapa anterior, al menos en el tramo comprendido entre la Torre Blanca y la Torre de la Pólvora (c:2) (r.d.: 041; pág. 63), pero también con casi total seguridad en los lados norte y nordeste (c:9) y (c:11), así como en la Torre del Homenaje (c:10) y la Torre del Cubo (c:12), pudiendo concluirse su existencia como fortaleza con un trazado definitivo hacia los siglos I al III d.C. (r.d.: 041; pág. 66).

Posiblemente relacionado con el período tardorromano, el paramento del extremo sur, entre la Torre de la Pólvora (c:3) y el muro oriental, se construye a soga y tizón (foto 2), levantándose ex novo desde la base (c:4), teniendo como resultado la ampliación del recinto hacia el este (r.d.: 041; págs. 66 y 69).

Durante los siglos VI a VII se rehacen los muros del frente sur y se construyen o reconstruyen sus torres, actuándose igualmente en el norte en la Torre de la Campana de la Vela (c:14) y en el flanco oriental (r.d.: 041; pág. 69). La cantería es del tipo a soga y tizón entre estrechas hiladas de sillares (r.d.: 041; pág. 69). También a esta fase corresponden los sillares apoyados sobre su lado ancho, levantados en el sentido de su longitud en la posición en la que la pieza ofrece mayor capacidad portante (r.d.: 041; pág. 93).

Desde el momento descrito hasta el siglo VIII, es decir, la transición a la Edad Media, se observan recrecidos o reparaciones del muro sur con la utilización de aparejos a soga y tizón sin cadencia, colocados a hueso o sin argamasa, en hiladas subhorizontales o irregulares, con utilización de engatillados o ajuste de sillares (r.d.: 041; págs. 71 y 94).

Tras la invasión de la España goda, en el siglo VIII, se observan refacciones o reparaciones en los testeros sur y oeste (r.d.: 041; pág. 71).

En el siglo X, las refacciones se centran exclusivamente en el recinto norte, utilizándose cantería nueva de formas regulares y carentes de reaprovechamientos, acorde con los sistemas constructivos de la Córdoba de los primeros emires (r.d.: 041; pág. 72). Este recinto norte será objeto de atención preferente durante los siglos posteriores (r.d.: 041; pág. 73), resaltándose los paramentos mediante mortero que adoptan formas geométricas (c:11) (foto 12) y motivos incisos (foto 11) (r.d.: 041; pág. 73). El interés por resaltar esta zona durará hasta el período nazarí (r.d.: 041; pág. 73). En la mitad sur se mantienen las anteriores defensas preislámicas, reparadas con anterioridad al siglo X (r.d.: 041; pág. 73).

Debemos destacar para el siglo XI la reparación del cierre oriental junto a la torrecilla situada más al norte (c:7) (c:8) y (c:9) (foto 4) (r.d.: 041; pág. 73). Asimismo, en el XII se construye el contrafuerte curvo de la Torre del Cubo (c:10) (foto 5) (r.d.: 041; pág. 75).

La prácticamente desaparecida cerca que protegía el núcleo urbano y que partía de las esquinas noroeste y sureste del castillo fue construida en el XIII, reconvirtiendo a este en alcazaba (r.d.: 041; pág. 73). Por nuestra parte hemos recorrido por completo el perímetro de la misma, según planos a los que hemos tenido acceso, observando a simple vista restos sólo en la calle Remedios que pudieran pertenecer a la cerca, formados por mampostería muy irregular (c:19) (foto 14).

Tras la reconquista de la ciudad por el ejército cristiano español o hispano en la primavera de 1485, la importancia estratégica de la alcazaba devino reforzada tanto por las amenazas interiores (moriscos) como las que llegaban desde el mar (berberiscos) (r.d.: 041; pág. 73). Las principales actuaciones se centran nuevamente en el testero norte (c:11) y (c:13) (r.d.: 041; pág. 73). Se ensanchan algunos paramentos y se construye o reconstruye la galería del noreste (foto 6) (r.d.: 041; pág. 75), por encima de la llamada Torre del Cubo (c:10), lugar donde pudo existir una puerta, hoy completamente irreconocible, sobre la cual se situaría el vano de observación que aún es visible (r.d.: 041; pág. 75). Los muros del lado oriental sur son en su mayor parte readaptaciones levantadas durante los siglos XIX y XX (c:5) (r.d.: 041; págs. 126 a 133).

   

   

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Bibliografía consultada. En Ruta de las Defensas, ver: (041).
Abreviaturas: Ruta de las Defensas: (r.d.)
En las fotografías aéreas que expongo más abajo indico mediante círculos amarillos, con un número en su centro, la ubicación urbana de las distintas secciones en las que he compartimentado el castillo. En el texto se hará referencia a las mismas así: (c:1); (c:2); (c:3) ... hasta el número 19.

Cómo llegar. Es muy fácil. Se encuentra en pleno centro histórico, en su extremo norte. Los accesos son múltiples. Podéis entrar por calle Trinidad donde en la cercana plaza se alza la iglesia de la Encarnación, por calle Arte al este, calle Portada al norte, etc.

Museografía. Conservación. Didáctica. Lo que queda de este complejo defensivo ha sido objeto de diversas restauraciones a lo largo de estas últimas décadas. Incluso en la fecha en la que estoy desarrollando esta ficha su paramento noreste se encuentra escondido tras andamios y redes en pleno proceso de reparación. No podemos decir que sea un monumento abandonado, aunque ha sufrido los avatares de una ciudad en constante crecimiento.

Ubicación (Google Earth):	Torre Blanca (icono 1)
Coordenadas U.T.M.	Grados, minutos, segundos.	Grados decimales.	Grados, minutos decimales.	Sistema militar de referencia por coordenadas.
30 S 331278.03m E 4042177.62m N	36º30'36.31'' N 4º53'02.91'' O	lat. 36.510085º long. -4.884143º	36º30.605' N 4º53.049' O	30SUF3127842178

Ubicación en googlemaps©:











 

Terminado, incorporado a la página y subido a la red el 22/11/2022. nº 514. vecmálaga©

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