Riogordo posee un magnífico museo de artes populares y etnográfico (foto 1) donde se recrean, con auténticos muebles de época, maquinaria antigua y una gran diversidad de objetos, donados desinteresadamente por particulares, tanto estancias residenciales del interior de viviendas populares, como lugares de trabajo para la transformación del aceite, del vino o de la harina, así como su almacenamiento y los recipientes fabricados por la industria con los que se comercializaban principalmente los dos primeros.
El edificio en el que se alberga la colección, antigua almazara, sorprende por su magnífica restauración, conservándose auténticas techumbres de vigas de madera y cañizo, suelos de piedra, escaleras estrechas y escasamente transformadas, asi como muros donde hemos detectado en su segundo patio una construcción de clara influencia mudéjar con cadenas y verdugadas de ladrillos y cajones enfoscados de una gran antigüedad. Es en este espacio donde se ha situado obra nueva afortunadamente levantada también con ladrillo, por lo que no contrasta excesivamente con el resto del patio, aunque sus formas contundentemente cúbicas y semiesféricas del cierre, amén de un enorme vano, hacen centrar la atención hacia este elemento, secundarizando la importancia del muro medieval (foto 5). Este anexo, por si solo, es de gran interés arquitectónico; además, ha servido para ampliar el espacio expositivo del museo, dedicándose a exposiciones temporales.
A pesar de ser una construcción antigua y evidentemente no ideada para albergar un museo, los diseñadores del mismo han conseguido que la direccionalidad o "camino" que ha de seguir el público en la visita sea siempre nítido, no favoreciendo el retroceso pero tampoco la confusión de espacios, hallándose orientado y bien dirigido, aunque es en la lectura del contenido donde este puede estar un poco más "perdido" ya que las distintas salas, sobre todo las dedicadas a actividades de transformación, no se encuentran adecuadamente explicadas.
Desde la calle entramos directamente al zaguán donde está instalada la recepción del museo, estancia cubierta con poderosas vigas de madera y cañizo, como otras muchas salas del edificio, y suelo empedrado. A continuación un pequeño patio da paso a distintas habitaciones, como una muy amplia donde se sitúa un molino y prensa de aceite (foto 2), además de otros utensilios relacionados con esa actividad, por ejemplo las cántaras para aceite (foto 3), etiquetas de principios del siglo XX para envases, y paneles con información escrita. Junto a esta habitación, otra más pequeña alberga una bodega para almacenaje. En otra habitación encontramos muebles variados, además de distintos aparatos eléctricos y utensilios de la primera mitad del XX. En la siguiente, una cocina llena de cacharros de cobre, tinajas, cerámica, cestas de mimbre, hogar donde se hacía el fuego y su chimenea de evacuación de humos. A continuación, una sala para coser y estar, llena de estampas y diplomas. Por último, un impresionante lagar de obra (foto 4), donde se pisaba la uva, con tinajas, etiquetas, mobiliario, envases para la comercialización de pasas y aceite, licores, diversa maquinaria, piedra litográfica para envases como hemos visto en el Museo de Artes Populares de Málaga. Tras la visita a todas estas estancias, pasamos a un segundo patio interior, igualmente de pequeñas dimensiones, con pozo, donde destaca sobremanera un gran lienzo de pared de tradición mudéjar con cadena, doble verdugadas de ladrillo y cajones de obra enfoscados (foto 5). Desde este se puede acceder a las dos últimas estancias dedicadas a la exposición permanente: un molino de harina (foto 6) y un dormitorio (foto 7), ambos magníficamente ambientados. De nuevo en este segundo patio, se ha construido para el museo, como ya hemos explicado, una estructura cúbica de ladrillo con un gran vano y cubierta semiesférica dedicada a sala para exposiciones temporales, y que por si misma tiene un gran interés (foto 5). En su interior, a través de una estrecha escalera, se accede a un nivel superior donde se sitúa una estancia circular con decoración posmodernista (foto 8) a base de falsas pilastras, suelo con cantos rodados de pequeño tamaño formando dibujos (foto 9), motivos abstractos y ladrillo en la parte superior. Anexo a esta se dispone la sala para exposiciones temporales donde se han utilizado materiales como el ladrillo, el enjalbegado y los techos de madera con vigas, con una clara intención de no romper excesivamente con el entorno arquitectónico.
Foto 2 Foto 3
Foto 4 Foto 5
Foto 6 Foto 7
Foto 8 Foto 9
¿Cómo llegar?. Es muy fácil. Se encuentra en el centro del pueblo en la calle Iglesia nº 14, en la misma que la iglesia de Nuestra Señora de Gracia. Los días en que permanece abierto son los viernes, sábados y domingos de 10:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas. Parece ser que también abre los jueves por la mañana. Para salir de dudas podéis llamar al 952732620.
Conservación. Museografía. Didáctica. Este magnífico museo, uno de los mejores que he visto dedicado a la etnografía, es hijo de una museografía muy digna, que ya sabemos que no se utiliza en la actualidad, como es la de los museos de ambientación natural, sin complementos tecnológicos. Se recrean atmósferas y se predispone al visitante para que se introduzca en otra época, no tan lejana, rodeándonos de la cotidianeidad con la que convivían nuestros antepasados.
Ubicación (Google Earth): Coordenadas U.T.M. Grados, minutos, segundos. Grados decimales. Grados, minutos decimales. 30 S
384803.69 m E
4086389.26 m N
36º54'59.36'' N
4º17'35.68'' Olat. 36.916490º
long. -4.293244º36º54.989' N
4º17.595' O
Ubicación en googlemaps©:
