Castillo de Torre del Mar. Viviendas Adosadas
Torre del Mar (Vélez-Málaga)
Pendientes aún de un estudio arqueológico de todo el conjunto, el presente trabajo se apoya fundamentalmente en el artículo de Antonio Gil Albarracín "Fortificaciones para la defensa de la costa de Málaga"; de Emilio Martín Córdoba su "Rutas Históricas por la Axarquía" y de Federico Castellón Serrano y Rafael Martínez Madrid "Axarquía. Patrimonio Histórico-Artístico". (En bibliografía consultada, Ruta de las Defensas: 012, 013 y 021).
La existencia de algún tipo de sistema defensivo en la Torre del Mar musulmana parece estar demostrada, ya que hay noticias sobre el fortín desde 1497. Situado a unos tres kilómetros al sur de Vélez-Málaga, siempre fue una fortaleza capaz de albergar tanto caballería como infantería, destinada a defender este sector costero, como posteriormente lo hizo el fuerte de Bezmiliana en Rincón de la Victoria o el Castillo del Marqués en Valle Niza. A lo largo del siglo XVI se constata que poseía un recinto cercado, siendo gobernada por un alcaide y dos guardas. Ya en el siglo XVII las fuentes mencionan la existencia junto a la fortaleza de una aldea de pescadores. Su utilización como bastión defensivo continúa durante el siglo XVIII, cuando ante la evolución del armamento artillero se hace necesario una actualización de sus muros. Así, en 1730, bajo la dirección del ingeniero Pedro Coysevox, se añadió a su primitiva planta trapezoidal un segundo frente compuesto de dos pequeñas cortinas o lienzos unidos a una batería trapezoidal y en los extremos dos cubos o torreones. El interior estaba formado por cuarteles, iglesia y plaza de armas, además de la población, a la que protegía. Estos cubos pudieron ser los del antiguo recinto, ahora reconstruidos. Por noticias algo posteriores sabemos que poseía seis cañones de diversos calibres y almacenes en su recinto que los vecinos utilizaban para su comercio, ya que funcionó como aduana para la exportación de productos agrícolas (almendras, pasas, vinos, cítricos, etc.) de la comarca de la Axarquía, además de una tropa, incluyendo la oficialía, de unas 30 personas. Los informes de mediados de siglo valoran como bueno el estado de conservación del conjunto, hasta el terremoto de 1767. En 1797 los ingenieros militares Francisco de Paula Alcázar y Miguel Ángel Rengel delinean conjuntamente un plano del castillo, población y playa de Torre del Mar de Vélez, en el que se advierte que el alejamiento de la línea de costa convertiría en inútil esta fortificación. Ya en 1830, los edificios para servicio de la fortificación estaban arruinados excepto los muros exteriores y las casas particulares.
En la actualidad, el lugar se encuentra completamente ocupado por casas residenciales unidas por la medianería, de planta baja más un piso, conservando algunas, evidentes muestras de su antigüedad.
La entrada se realiza a través de la plaza de la Axarquía, donde es visible la forma trapezoidal del baluarte central (foto 3), con restos de la mampostería en la parte posterior (foto 2), y del torreón derecho que conserva la planta circular (foto 1).
Las viviendas sitas en calle Ancha y calle Angosta se corresponden con la distribución interior de la fortificación donde se situaban los almacenes y las casas de los toneleros y barrileros, además de la iglesia y cuarteles para los soldados. Toda esta zona corresponde a la ampliación de principios del siglo XVIII, por lo que podemos ver cómo ya en esos momentos el desarrollo de una economía agrícola basada en la exportación era un hecho lo suficientemente consolidado como para que las autoridades decidiesen regularla y protegerla.
Es en la calle Angosta, la situada a la derecha, donde aún quedan muros en algunas viviendas que debieron formar parte de la construcción dieciochesca (foto 4). Al fondo de esta calle también se observa un murete que pudiera haber pertenecido a la iglesia (foto 5). Algunas secciones de las crujías exteriores de la misma vía, que pueden ser observadas con dificultad desde la calle Carrera de las Angustias, indican claramente una construcción típicamente mudéjar con cadenas y verdugadas de ladrillos entre tapiales, abiertos éstos con posterioridad para la disposición de las ventanas de las viviendas (foto 6) y del mismo modo en la parte posterior muros de ladrillos entre cajones de mampostería (foto 7). Tras el abandono de la fortificación, pronto se fueron adosando otras construcciones, algunas muy tempranamente, como evidencian los sistemas constructivos que se emplearon (foto 8). Los restos de la calle Ancha, a la izquierda, son más escasos, desconociendo la situación de las crujías exteriores por falta de visibilidad. Es evidente la conformación inicial del núcleo urbano de Torre del Mar alrededor del castillo, teniendo en cuenta la extrema antigüedad de algunas construcciones, ajenas a aquel, que la rodean (foto 9), y de cómo la propia plaza de la Axarquía fue centro urbano hasta bien entrado el siglo XX, construyéndose sobre la fortificación y alrededores una y otra vez, sin que en ningún momento imperase la idea de conservación (foto 10).
Foto 3 Foto 4
Foto 5 Foto 6
Foto 7 Foto 8
Foto 9 Foto 10
Bibliografía
consultada. En Ruta de las Defensas, ver: (012), (013) y (021).
Acceso. Es muy fácil. Se ubica dentro del núcleo urbano más antiguo frente a la plaza de la Axarquía, cercana al paseo de Larios o a la iglesia de San Andrés Apóstol. Puedes acceder, entre otras, por la calle del Mar o por la calle San Andrés. Una vez llegados, visitad los alrededores, además de la calle Ancha y calle Angosta en el interior del recinto. Os recomiendo trabajar con equipos de captación de imágenes no llamativos.
Museografía.
Conservación. Didáctica. Una placa en la entrada del recinto pretende hacernos creer que las instituciones públicas del pueblo están muy interesadas en que no se pierda la memoria del fuerte que allí hubo en otros tiempos. No es cierto. Existen interesantísimos muros, aún visibles desde el exterior, además de las estructuras que no pueden ser vistas, bien por obstáculos urbanos, bien por encontrarse en el interior de las viviendas, que reflejan una realidad de abandono y desidia para con la recuperación, investigación y difusión del lugar. En la actualidad, la realidad es que lo único que podemos hacer por allí es pasear, hacer unas cuantas fotografías de posibles muros dieciochescos e irnos.
Ubicación.
Coordenadas U.T.M.:
30 S
402179.03 m E
4066876.00 m N