Casas Principales y Burguesas. Yunquera (pueblo)

Como ya podéis consultar en otras fichas de nuestro viajerosencortomálaga, Yunquera ofrece una gran variedad de patrimonio cultural inmueble. En este caso tratamos las casas o viviendas, todas ubicadas entre medianeras dentro del núcleo histórico, caracterizadas por su carácter burgués, señorial o terrateniente y a aquellas que podríamos considerar cercanas a la arquitectura popular, pero con claras pretensiones formales en la emulación de la élite. El número de inmuebles que hemos detectado es importante, aunque atendiendo a las fotografías de principios de siglo que hemos podido ojear, debieron ser muchas más. Basta con ver los edificios que rodeaban la actual plaza de la Constitución, comparándolos con los que hoy en día dominan su entorno. Hemos intentado hacer un acopio lo más extenso que nos ha sido posible de los inmuebles que se corresponderían con las características arriba mencionadas, aunque sabemos que es incompleto, incluso que puede haber errores de datación. Ruego perdón y comprensión por ello, pero creo que el esfuerzo merece la pena. Descubrir este tesoro escondido dentro de esta hermosa población es una obligación de todo amante de nuestro patrimonio histórico.

Las viviendas más antiguas se ubican en el sector sur de Yunquera, adscribibles a un mudejarismo señorial de corte rural como las de calle Agua nº 67, calle Carnicería Vieja 7 y 9 y calle Seminarista Duarte nº 18; o a un barroco muy inicial como la fachada de calle Nueva dentro del inmueble de Ladera Cámara nº 10; a un barroco sobrio como el de calle Agua nº 92, o a una mezcla entre mudéjar y barroco final como en calle Agua nº 26. Todas ellas, en importante número, teniendo en cuenta lo reducido del núcleo urbano original, nos da cuenta de una economía en crecimiento que hizo posible estas construcciones, desgraciadamente casi desaparecidas en la actualidad. Existen otras manifestaciones de origen andalusí con cristianización de fachadas tras los repartimientos como son los nº 1 y 3 de calle Mesones. Este último con recuerdos mudéjares en sus portones.

Hay un interesante número de viviendas que repiten un esquema tardobarroquizante y que con ligeras variantes se reparten por todo el núcleo histórico como las de calle Tajos nº 19 y 24, en esta última la influencia rondeña es más que evidente, y calle Mesones nº 13 y 21. Otras conservan elementos claramente datables en el siglo XVIII como las de calle Agua nº 9, calle Calvario nº 13, calle Doctor Jiménez nº 10, o apurando mucho calle Agua nº 11. La Casa Museo Francisco Sola en calle Calvario nº 18 se incluiría en este grupo aunque ya fue estudiada en ficha aparte.

Algunas fincas levantadas en el siglo XIX muestran elementos característicos de la arquitectura del siglo anterior como los cierres de jaula o las mesetas planas de ventanas y balcones, con otros de su propio siglo como son los cierres de los vanos mediante arco rebajado o los balcones de perfil redondeado. Además, se alejan tanto de la tradición señorial como de las tendencias burguesas, aproximándose a lo que podría ser una clase media que se construye casas de destacables dimensiones, huyendo del ornato. Es el caso de la situada en Ladera Cámara nº 24 o la nº 10; en menor medida la de calle Nueva nº 19 y aún más estrecha la nº 23, la de calle Agua nº 14, calle Mesones nº 18 y calle Calvario nº 10.

En otros casos encontramos viviendas muy cercanas a la arquitectura popular pero con predisposición o pretensión de emulación de la élite como las de calle Calvario nº 3, calle Agua nº 16, en la misma calle el nº 20-22 o el 32, en calle Nueva los nº 31 y 58 y en calle Doctor Jiménez nº 10.

Casas claramente burguesas se levantan en calle Agua nº 4, que se separan de la tradición plástica tardobarroquizante, acercándose al ideal burgués que se fue desarrollando a lo largo del siglo XIX. Plenamente burguesa es el gran inmueble de calle Calvario nº 12, plaza de la Constitución nº 8 y el edificio situado enfrente de este. La única manifestación claramente datable en el siglo XX se levanta en plaza de la Constitución nº 6 con expresiones regionalistas y art decó.

Iremos calle a calle describiendo los inmuebles que nos han parecido más significativos, vías que ni que decir tiene son algunas de las más antiguas de Yunquera como la calle Agua, Nueva, Ladera Cámara, Carnicería Vieja, Seminarista Duarte, Calvario, Mesones, Alozaina, Tajos, Doctor Jiménez y plaza de la Constitución.

Calle Agua nº 4 (foto 1) Situada al comienzo de la calle, en el centro neurálgico de Yunquera, esta casa es una de las más significativas del pueblo. Su planta no es rectilínea, haciendo un ligero quiebro en su testero derecho, lo que puede indicar que se construyera directamente al menos sobre dos inmuebles anteriores, sin procederse previamente al atirantamiento, haciéndonos retrotraer su construcción muy a principios del siglo XIX, cuando las normas sobre regularización de las vías que se impusieron a finales de este, aún no eran tenidas muy en cuenta. El edificio, situado entre medianeras, como todos los que vamos a estudiar, consta de planta principal y una más. Se distingue por su portón adintelado con sendas columnas toscanas exentas, sobre cuyo capitel se sitúa un dado, rematándose con cornisa tripartita de destacado molduraje. La clave se remarca con decoración en voluta. La base debió terminarse mediante pedestal, hoy sustituido por placas de piedra, al igual que el resto del zócalo. A la izquierda se abre un gran vano rectangular con rejería en rombos, y a la derecha una puerta, posiblemente posterior y que daría acceso a otra vivienda, aunque esto último lo suponemos. Permanece un letrero de farmacia indicando la fecha de 1970, lo que refuerza la idea de la reconversión de esta sección del inmueble en negocio, de ahí la existencia de la puerta y no de otra ventana que haría pareja con la anteriormente descrita. El nivel superior se separa mediante imposta, constando de balcón en el centro y sendos vanos en los laterales, cerrándose los tres con dintel ligeramente rebajado. Las ventanas se protegen con antepechos de rejería con círculos entrecruzados en su zócalo y barrotes globulares, datables a finales del siglo XIX o principios del XX. El balcón, de frente plano, conserva una rejería anterior. Sus rectos barrotes con un pequeño anillo hacia la mitad de cada uno, con decoración en el central de motivos enfrentados en S, así como la meseta plana, posiblemente de cerámica, sostenida por barras de hierro perpendiculares al muro, la introducen en la tradición malagueña de finales del siglo XVIII, aunque en Yunquera no es descartable que esta siguiese vigente en las primeras décadas del siglo XIX. Las ventanas y puertas, al menos las que hemos podido observar, mantienen la carpintería antigua. Sobre las ventanas laterales se abren pequeños vanos cuadrangulares, pensamos que de reciente incorporación cuyo objeto era airear el desván superior. La cornisa sobresale del paramento mediante molduraje de doble listel, confiriéndole plasticidad al conjunto y enmarcándolo. En la actualidad se encuentra pintada en blanco, aunque debido al abandono se están produciendo calvas en el testero que descubren una tonalidad ocre. En cuanto al interior, David Campos nos informa de la conservación de diversos elementos patrimoniales.

Calle Agua nº 9 (foto 2) Se trata de un inmueble muy modificado, de planta baja más uno, donde los vanos de la superior han sido achicados, siendo lo más interesante los tres pequeños balcones, casi antepechos, de rejería de barrotes simples pero en disposición cóncavo-convexa que nos retrotraen claramente al siglo XVIII.

Calle Agua nº 11 (foto 3) Muy restaurada, mantiene los característicos óculos en el ático, tradición que veremos en numerosos inmuebles, así como una disposición con balcón central que nos retrotrae a un pasado de casa señorial. Las canaletas, con tejas de cerámica vidriada blanca y verde, terminan con gárgolas con cabeza de cerdo, en lugar de con las más comunes cabeza de pez y que iremos viendo más adelante. Hasta ahora, es el único ejemplo, que conozcamos, con esta variante.

Calle Agua nº 14 (foto 4) Al igual que las anteriores ha sufrido una actualización que la ha desprovisto de casi toda la pátina de antigüedad. A pesar de ello conserva la forma de arco rebajado para las ventanas del piso superior con balcón de esquinas redondeadas y los óculos del ático con cierres de reja en cruz unidos sus extremos con motivos en S.

Calle Agua nº 16 (foto 5) Aunque más cercana a la arquitectura popular, nos encontramos este inmueble, que por su disposición y la ubicación de un balcón central en la planta superior (desaparecido), nos informa de una cierta intencionalidad de emulación formal.

Mejor conservado y de similares características al anterior es el número 20-22 (foto 6) Consta de bajo más una. El balcón central se compone de frente plano, con meseta de cerámica y placas de hierro, una destacada decoración con motivos en S y C, dados centrales y bolas en las esquinas. No tiene ventanas laterales, pero las inferiores mantienen igualmente la rejería original con sencillos motivos en S, así como la contraventana de madera. La puerta de dos hojas, donde en una de ellas se abre otra más pequeña con arco conopial de clave baja, muy común en Yunquera, y un testero con el enfoscado original completan este interesante inmueble.

Calle Agua nº 26 (fotos 7 y 8) Debió tratarse de una importante residencia de características inequívocamente señoriales. A pesar de los excesos en la restauración conserva un testero de importantes dimensiones, con principal, primero y ático, portón adintelado y laterales, ambos de ladrillo de influencia mudéjar, los tres vanos de la primera con cierres de jaula y decoración central, ojos de buey en ático y alero con ladrillos dispuestos en pico de gorrión. La puerta de madera de dos hojas claveteada conserva una más pequeña de arco conopial, al igual que muchas otras en el pueblo.

Calle Agua nº 32 (foto 9) Pertenece a este grupo de casas que sin ser señoriales, se acercan a esa idea mediante la utilización de elementos plásticos de cierto prestigio que remarcan la importancia de sus moradores, como la ventana sobre el dintel de la puerta con cierre de jaula y guardapolvo de obra. Conserva más patrimonio, como la reja de la ventana de la planta baja y su cierre de madera, además del enfoscado original cubierto por capas de cal.

Calle Agua nº 67 (foto 10) En este sector sur del pueblo, cercano a la iglesia de Ntra. Sra. de la Encarnación, y a los restos del castillo y de la muralla, es donde encontramos los inmuebles más antiguos de Yunquera, como el que nos ocupa. Su encalamiento, recubrimiento del revoco original y cegado de vanos no enmascaran del todo su mudejarismo, que podemos observar tanto en las jambas de ladrillo del portón adintelado, que se realza con una pequeña cornisa, como en el mismo material que rodea la ventana superior, así como otra, en la actualidad cegada, que se encuentra a la derecha del acceso, y por último el característico alerón de pico de gorrión, con una fila superior dispuesta a tizón y sobre ella una doble teja.

En calle Agua nº 92 (actual 86) (foto 11) se alza un magnífico portón adintelado realizado íntegramente mediante sillares de piedra, con jambas de pilares cuadrangulares, basamento, capiteles, y un dintel de tres dovelas con un crismón en su centro. Cierra por arriba una sencilla cornisa casi el doble de larga que el dintel. Estamos quizá ante la única manifestación en el núcleo urbano de Yunquera, al menos que yo haya podido observar, de los restos de lo que indudablemente fue una casa nobiliaria y que en su momento debió constituir una importante residencia. Por su austeridad y rotundidad podríamos adscribirla al barroco clasicista de raíz rural, desde luego muy anterior a la mayoría de las manifestaciones tardobarroquizantes de la arquitectura civil que aún podemos contemplar y de las que estamos hablando en esta ficha. David Campos nos informa de que este portón "de acuerdo con la memoria popular es lo que quedaría del edificio que ocupaba el Santo Oficio cuando tenía que desplazarse a Yunquera, de hecho, unas cuantas casas más arriba hay un edificio conocido como "el Purgatorio" y que presumiblemente se trataría de la cárcel por decirlo de alguna manera de la que se servia la Inquisición para encerrar a las personas que procesaba". El edificio al que hace referencia David Campos debe tratarse del situado en calle Agua nº 70 y que trataremos en otra ficha.

La de calle Nueva nº 19 (foto 12) aún sin las dimensiones y presencia de otras similares, utiliza elementos patrimoniales de importancia que la hacen meritoria de ser tenida en cuenta. De planta baja más una, sin ático, combina cierres tardobarrocos como las rejerías de jaula, meseta plana de cerámica y barras, con otros del XIX en balcón y vano inferior izquierdo. Además conserva tanto las canaletas bicolores con tornapuntas de hierro en ángulo y los aliviaderos de cabeza de pez, característicos de Yunquera, como la puerta de acceso de dos hojas de madera claveteadas.

La de calle Nueva nº 23 (foto 13) es más estrecha. Consta de puerta y ventana a su izquierda, piso superior con dos balcones, y ático con sendos ojos de buey. La rejería de los balcones es historicista: referencia a arcos apuntados. Otros elementos patrimoniales son la puerta de dos hojas y la rejería de la ventana situada a su izquierda.

Calle Nueva nº 31 (foto 14) Se trata de otro ejemplo de arquitectura popular cercana a lo señorial, por el uso destacado del centrado balcón de la primera planta, similares a los vistos en calle Agua.

Calle Nueva nº 33 (foto 15) Muestra de arquitectura tardobarroquizante, aunque desgraciadamente muy transformada. Posee planta baja, un piso y ático con tres huecos por nivel. Conserva la disposición general de los vanos (excepto el izquierdo de la planta baja) con los cierres de jaula en las ventanas, sus mesetas sostenidas por barras, el hueco en forma de arco rebajado del acceso y el de los áticos, en este caso de sección cuadrada, variante del más comun elíptico.

Calle Nueva nº 58 (foto 16) Clasificable en la misma categoría que el nº 31 de la misma calle, conserva pocos elementos patrimoniales, excepto quizá las rejerías y la canaleta con las características gárgolas de cabeza de pez.

En calle Carnicería Vieja 7 y 9 (actuales 5 y 7) (foto 17) quedan restos de un portón de casa principal de raíz mudéjar. Podemos intuir, cubierto por la cal, el ladrillo dispuesto en sardinel que formaba su dintel, así como los laterales del mismo material. Por encima se sitúa un friso plano y cornisa, sobre el que se puede observar el lateral de ladrillo de un vano de la casa original, hoy cegado. El paramento superior se encuentra igualmente cubierto por capas de cal; parece antiguo e inscribible en el conjunto. Esta casa, situada cerca de la nº 67 y nº 92 de calle Agua debió formar parte en este sector sur del pueblo de un importante conjunto de casas principales. Además, por su destacado número, en relación a la población que albergaría, Yunquera gozaría en esta época de una economía suficiente que permitiría estas construcciones.

Ladera Cámara nº 10 esquina con calle Nueva (fotos 18 y 19) Se trata de un gran inmueble en el que se aprecian claramente dos épocas constructivas, siendo la fachada que da a calle Nueva la más antigua. A pesar de la modernización de los enfoscados y otros elementos, conserva la irregular distribución de vanos de distintos tamaños, además del gran balcón situado sobre el acceso, de barrotes forjados retorcidos con los laterales retranqueados, y grandes tornapuntas en S. Otros dos de menor tamaño se disponen en sendos vanos, uno de ellos con dos tornapuntas en S. Es evidente que debemos retrotraernos a principios del XVIII o incluso antes. La fachada que da a Ladera Cámara se puede datar hacia finales del XIX o principios del XX, ya que no existe jerarquía en las ventanas de los pisos primero y segundo, lo que indica la superación de los esquemas ochocentistas que imponían dicha diferencia. Además, los balcones de forjado y antepechos se pueden datar para ese período. Desconocemos el patrimonio que pueda conservar en su interior, pero sin duda, y a pesar, como hemos mencionado, de los excesos en la restauración, se trata de un interesantísimo inmueble y quizá uno de los pocos enmarcables en el barroco temprano.

En la esquina de la Ladera Cámara nº 24 con calle Nueva (foto 20) se levanta una vivienda de importantes dimensiones compuesta por planta baja y una más en el lado de Ladera Cámara y de semisótano, baja y primera en el de calle Nueva. Estas dos últimas se separan mediante imposta estableciéndose una jerarquía de tamaños entre ambas, correspondiéndole, como era costumbre, más altura a la inferior. Ambos paramentos se componen de tres calles de vanos (entre vanos y accesos). El acceso principal se establece en Ladera Cámara, es de perfil rebajado y puerta de madera de dos hojas claveteadas, y subsumida otra de menores dimensiones en la hoja izquierda con remate conopial. Las ventanas de los lados se protegen con rejería de jaula, meseta plana y guardapolvo alomados, además conservan la palillería de madera. El resto de vanos, del mismo modo rebajados, poseen todos un pequeño balcón de esquina redondeada, característica del XIX y meseta plana sostenida por barrotes, tradición proveniente del siglo XVIII y que en este caso se mantuvo vigente durante bastante más tiempo. En cuanto al semisótano de la calle Nueva destacan dos vanos cuadrangulares de reducidas dimensiones protegidos por unos robustos barrotes. El edificio conserva por ambos lados las canaletas de cerámica vidriada blanca y verde con el aliviadero de cabeza de pez.

La calle Mesones, situada al norte del núcleo antiguo, junto a la actual plaza de la Constitución y del cruce de varias calles importantes, posee un recorrido anguloso, estrechándose conforme se aproxima al comienzo donde hace un quiebro a la izquierda, justo ahí se sitúan los números 1 y 3 (foto 21). Son parcelas muy estrechas, lo que denota su origen andalusí, que con los repartimientos posiblemente fueron unidas, aunque sin alcanzar una gran superficie. Constan de planta baja y dos más. La nº 1 está muy reformada, destacando el pequeño tamaño de sus vanos, aún más los del segundo nivel, un balcón con meseta plana y arbotantes y canaletas verdes y blancas. La nº 3 mantiene dos portones de ladrillo, adintelados y con clave señalada, además de unas pequeñas ventanas en su lado derecho fuera de cualquier orden axial ni proporcionalidad. Posee canaletas de cerámica verdes y blancas.

En calle Mesones nº 13 (foto 22) se alza uno de los más interesantes ejemplos de casa principal tardobarroca. Su abandono y deterioro nos permite ver que tras las actuales capas de color, en otro tiempo, el edificio ofrecería un aspecto bien diferente. Consta de planta baja, más uno y ático. La distribución de los huecos es axial, respondiendo a un tipo de vivienda, muy común en Yunquera, de vanos en la planta baja con rejería de jaula y guardapolvo superior, y en la primera balcones planos en los tres vanos destancando el central, con los característicos ojos de buey en el ático. Conserva bastantes elementos patrimoniales como los cierres de las ventanas de la planta baja o los elementos arriba comentados, aunque las ventanas de la planta superior parece que han sido reducidas en su tamaño. Desconocemos el estado de su interior. Una restauración seria de este edificio devolvería a Yunquera un preciado patrimonio que sin duda revalorizaría su prestigio.

calle Mesones nº 18 (foto 23), similar a calle Nueva nº 33. Los vanos con dintel rebajado, balcones y cierres indican una construcción de finales del XIX, aún con un aire tardobarroquizante.

En calle Mesones nº 21 (foto 24), cerca de la anterior, se levanta otra muy similar, aunque de menores dimensiones. Ha sufrido reformas como el zócalo y el achicamiento de las ventanas del primer piso, pero conserva bastante elementos patrimoniales como un balcón de barrotes y zócalo, cierres de jaula, y antepecho, con un trabajo de decoración destacado que la pueden situar a finales del siglo XIX y principios del XX, y las canaletas de cerámica con los aliviaderos en forma de cabeza de pez. Por otro lado la rugosidad de la textura del muro indica que el revoco antiguo no ha sido eliminado por lo que cabría pensar en su recuperación.

Vivienda en calle Tajos nº 19 (foto 25) Se trata de un interesante edificio, que conserva las líneas generales tradicionales de la construcción civil tardobarroquizante, aunque en este caso debemos lamentar la desaparición del enfoscado y revoque original por uno actual que no ha respetado las ancestrales técnicas con las que se levantó. Consta de planta baja, una más o principal y ático o desván. Con un clásico tratamiento axial de los huecos, el portón es adintelado careciendo de tratamiento decorativo alguno, lo que posiblemente sea fruto de recientes reformas. Lo mismo ocurre con el acceso al balcón. Lo decimos porque el resto de los vanos y del mismo balcón conservan un buen puñado de elementos patrimoniales que nos hablan de un edificio con intenciones de significarse en cierto modo dentro del conjunto urbano. Así, las ventanas laterales, todas con cierre de jaula, con escasos motivos decorativos (flores y motivos en C con volutas) se protegen en el alféizar del piso superior mediante una peana cóncava, característica rondeña, que se une con la inferior mediante el mismo motivo decorativo girado haciendo las veces de guardapolvo.

El nombrado balcón posee rejería plana con los conocidos dados y motivos en S, dos arbotantes semicirculares y meseta de cerámica con sendos tornapuntas en las esquinas. En el desván se abren tres vanos ovalados o de ojo de buey, respetando la axialidad de los pisos inferiores. Conserva las canalizaciones de cerámica verde y blanca y los aliviaderos en las esquinas con forma de cabeza de pez. Del mismo modo se mantienen los cierres de madera de ventanas y puertas, excepto los del balcón. El de la puerta de acceso posee dos hojas claveteadas, abriéndose en la de la derecha una más pequeña con la forma del característico arco conopial de clave baja. La placa de cerámica indicando el número 19 es también objeto de interés patrimonial. Aunque no lo hemos mencionado, estas placas de cerámica, existentes en las puertas de numerosas fincas, indicando el número de la misma, deben ser protegidas por su antigüedad, originalidad y belleza.

Calle Tajos nº 24 (fotos 26 y 27) Posee un interesante patrimonio donde destaca la rejería en balcones y ventanas con una rica decoración de motivos en S y C con volutas. Consta de planta baja y una más, con balcón por encima del portón adintelado, meseta de cerámica, barrotes, la mencionada rejería plana y dos arbotantes semicirculares. Las ventanas laterales conservan peana y guardapolvo, además de rejería de jaula. Todo ello dentro de la tradición tardobarroca, en este caso con una mayor riqueza en el trabajo de las rejerías. Se mantiene el paramento antiguo, aunque encalado, así como las canaletas con las características gárgolas con forma de cabeza de pez.

En Seminarista Duarte nº 18 (fotos 28 y 29) encontramos los restos del antiguo Ayuntamiento. Se trata de un edificio de fuerte impronta mudéjar. Consta de portón, en la actualidad cegado, construido con ladrillo, adintelado, apilastrado, con friso donde posiblemente hubo bajorrelieves a tenor de los bultos que se dejan notar tras las capas de cal, y cornisa. Por encima, un vano centrado, igualmente adintelado y levantado con el mismo material. El resto del paramento no ha sido retocado por lo que se mantiene la posibilidad de que conserve el revoque inicial. El testero estuvo originalmente pintado con motivos geométricos y posiblemente representacionales, donde se pueden ver, entre los desprendimientos de cal, las incisiones formando alfardones, y pinceladas de color almagra que sugieren algún tipo de figura. Se hace evidente la urgente restauración y recuperación de estas pinturas y del resto del edificio.

Calle Calvario nº 3 (foto 30). Aunque muy transformada, sobre todo en su planta baja, no dudamos de su antigüedad, posiblemente de principios del siglo XVIII. Consta de planta baja, un piso y ático, estableciéndose una clara jerarquía entre los distintos niveles, debiéndonos fijar directamente en el primer piso (el bajo se encuentra completamente transformado) formado por un balcón central de rejería plana con dos arbotantes y dos ventanas laterales con rejas de jaula y guardapolvos. El ático se resuelve mediante vanos cuadrangulares. La caída de diversas capas de pintura en algunas zonas permite observar los distintos tonos de color que a lo largo del tiempo ha ido teniendo el testero. Unas catas podrían determinar si entre ellas se esconden pinturas, lo que por otra parte no sería nada extraño. El edificio se mueve entre lo popular y lo señorial, esto último no solo por los elementos que lo componen y por su distribución sino por el privilegiado lugar que ocupa en el callejero, junto a la plaza desde donde se distribuyen las calles más importantes de la Yunquera histórica.

Calle Calvario nº 10 (foto 31) Se trata de un estrecho inmueble muy transformado. Se han cerrado y estrechado varios vanos, pero por la altura de estos y el balcón que se conserva, de frente plano y meseta de cerámica, podemos situarlo en la tradición tardobarroquizante de finales del XVIII y principios del XIX.

Calle Calvario nº 12 (foto 32) De los edificios significativos que hemos encontrado en Yunquera es el que tiene, junto con el de calle Agua nº 4, este a menor escala, un mayor empaque palaciego. Sin duda es el más imponente de todos los existentes en el núcleo urbano, sorprendiendo la temprana fecha de construcción: 1806, si atendemos a lo señalado en la clave del portón de acceso.

Consta de planta baja más dos pisos, separados por imposta a pie de vano, y ático con vanos cuadrifoliados. Se remata con una prominente cornisa, antepecho de tramos cóncavos y copas de cerámica sobre los machones. Las ventanas se jerarquizan de abajo a arriba constando de cinco huecos por piso. El centrado portón es de piedra y nos remite a un estilo barroco clasicista, compuesto de arco de medio punto entre pilastras acanaladas con capitel, sobre las que se sitúan grandes ménsulas en S. La dovela central está realzada y figura grabada la fecha antes comentada. Por encima se abre un gran balcón de forjado con frente plano y motivos en C con volutas. Es, sin duda, la parte más intensamente decorada del conjunto, lo que por otra parte es característico de este tipo de construcciones.

Los vanos de la planta baja se cierran mediante arco rebajado y se recercan completamente con un molduraje, igual y no muy grueso, para todo el perímetro, lo que es característica de todo el testero, como si el arquitecto no quisiera que la atención se desviase demasiado del portón y balcón de la primera planta. Los vanos conservan una magnífica rejería del XIX, así como los cierres de ventanas con cuarterones de madera. En la primera y segunda planta son adintelados. En la primera se cierran mediante balcones de forjado, más sencillo que el central, sobre meseta de piedra, característica propia del XIX. El molduraje abarca todo el recercado, simulando dobles columnitas muy alargadas con una especie de estilizado capitel, por llamarlo así, y dado, sobre el que se sitúa una flor, rematando una sencilla cornisa. Mantiene igualmente los cierres de madera originales.

La planta superior posee vanos de menor tamaño que se recercan del mismo modo que la inferior, resolviéndose el forjado con un sencillo antepecho. Son dignos de mención los cierres con puertas de dos hojas y anteventanas con el característico arco conopial. El ático se abre, como hemos mencionado más arriba, con vanos cuadrifoliados.

David Campos nos informa que las esquinas del edificio poseían pintura textural "a ambos extremos de la fachada" que "representan o imitan una hilera vertical de sillares trabados", utilizándose "líneas y motivos vegetales policromados para configurar la forma del sillar". No es de extrañar. Ejemplos de pinturas de este tipo, tan tardías, las hemos visto en la iglesia de San Pedro Apósol de Cártama y en un inmueble en calle Real nº 55 de Casabermeja. En cuanto a su interior continúa informándonos David Campos: "Una vez entramos nos encontramos en el zaguán estucado con motivos vegetales y cerrándolo una puerta de volutas de hierros con cristaleras", además de otros interesantes elementos patrimoniales dignos de conservación.

Calle Calvario nº 13 (foto 33) Forma parte de la larga serie de edificios enmarcables en el tardobarroco. A pesar de la implementación de un nuevo enfoscado en el testero y de unas persianas fuera de contexto, el edificio conserva bastante patrimonio original como los cierres de jaula y guardapolvos en la planta baja o en la primera, balcones de forjado planos con una destacada decoración de motivos en S y C, arbotantes semicirculares en el central, mesetas planas y barras de sujeción, y sendas gárgolas de cabeza de pez.

Calle Alozaina nº 1, 3 y 5 (fotos 34 y 35) Estos tres inmuebles, tan unidos plásticamente que pueden considerarse uno solo, se mueven entre la arquitectura popular y otra de mayor prestigio, sobre todo el nº 5, que mantiene como elementos más antiguos los vanos de ojos de buey, la doble hoja de acceso con arco conopial, reja de jaula en la planta baja, textura del testero, canaletas de cerámica y gárgola de cabeza de pez. El nº 3 también posee puerta de acceso como la del nº 5. El resto de los elementos que lo componen, al igual que el nº 1 se insertan directamente en la arquitectura popular.

Calle Doctor Jiménez nº 2 (foto 36) Este inmueble hace esquina por el lado sur con la plaza de la Constitución. Ofrece un aspecto rural aunque el tratamiento de los vanos del ático y una cierta prestancia de los balcones con forjado plano le acercan al grupo de casas que estamos estudiando en esta ficha. Afortunadamente conserva el el revoco original, lo que le da al testero una especial rugosidad, tan característica de las construcciones históricas.

Calle Doctor Jiménez nº 10 (foto 37) Posee un porte más señorial, similar al visto en otros muchos ejemplos. Conserva bastantes elementos patrimoniales como rejas de ventana y balcones, cierres de ventana, puertas, amén de la disposición general de los vanos y el ático de vanos cuadrangulares,

En plaza de la Constitución nº 6 (foto 38) nos encontramos con una vivienda muy interesante adscribible a las primeras décadas del siglo XX. Posee planta baja y una más, cerrándose con antepecho. Utiliza decoración de azulejos y ladrillo visto en este último y en los extremos, dentro de la influencia regionalista, y un original balcón corrido de placas horizontales decrecientes en sus extremos que nos recuerdan al art decó. La rejería es una evolución de la tradicional proveniente del siglo XIX. Lamentablemente las ventanas y salida al balcón de la planta primera han sido reducidas de tamaño, así como el zócalo de la planta baja sustituido por otro completamente descontextualizado.

Plaza de la Constitución nº 8 (foto 39) Otro ejemplo de vivienda claramente burguesa, datable en el siglo XIX. De importantes dimensiones, consta de planta baja más dos pisos, con cuatro vanos por cada uno de ellos, separados por imposta, disminuyendo sus dimensiones de abajo hacia arriba. Los dos vanos de la planta baja conservan un imponente enrejado de rombos, mientras que en la primera planta se ubica un balcón por cada vano. Estos balcones de esquinas redondeadas, motivos con bolas y anillos en el centro de los barrotes, y en C enfrentada en el zócalo, se adscriben claramente a la segunda mitad del XIX. La segunda planta también se resuelve con balcones de menor tamaño, estos de frente plano, y dado en el centro de cada barrote, reductos de la tradición tardobarroca malagueña. Conserva la canaleta de cerámica vidriada blanca y verde.

Enfrente de la plaza de la Constitución nº 8 (foto 40) Al igual que el anterior edificio, lo podemos catalogar como burgués y datarlo hacia la segunda mitad del XIX o finales del mismo. Sus formas delatan una posible influencia de los inmuebles sitos en la calle Larios de Málaga. David Campos nos informa que hasta los años 80 del siglo XX constaba de bajo más una planta con un remate similar al actual. Posee fachadas a la plaza de la Constitución y a calle Agua, resolviéndose sus esquinas en cubillo, habiendo sido su planta baja muy transformada por la instalación de un negocio, aunque mantiene la rejería en cuatro vanos. Las dos plantas superiores, separadas por impostas, se señalan a su vez por un ancho zócalo plano y los vanos mediante un recercado que abarca todo su perímetro. Todos los vanos poseen balcones de frente recto o curvo, adaptándose estos al cubillo, con meseta de piedra y forjado de barras decoradas, así como su zócalo. Estos dos pisos quedan limitados por arriba con una amplia cornisa, y por encima con una especie de ático (imitación del original) sin vanos o antepecho, con un muro blanco donde en cada intervano se sitúa una moldura de obra plana y doble.

Acceso. Es fácil. El recorrido lo podemos iniciar por calle Alozaina que es la entrada a Yunquera desde Alozaina y El Burgo. En ella hablamos de los inmuebles nº 1, 3 y 5. Al final de esta larga calle a la izquierda entramos en la calle Tajos donde hemos destacado los nº 19 y 24. Volviendo hacia atrás, a la derecha del final de calle Alozaina, continúa la calle Tajos, y unos metros a la izquierda la calle Mesones de la que nombramos los números 1, 3, 13, 18 y 21. Al terminar nos encontramos un cruce de calles históricas. A la derecha la calle Calvario donde destacamos los números 3, 10, 12 y 13. En el mencionado cruce, a la izquierda de la entrada a calle Calvario se abre la calle Agua con los números 4, 9, 11, 14, 16, 20 o 22, 26, 32, 67 y 92. Hacia en nº 16 de la calle Agua, comienza, a la derecha, calle Nueva con los números nº 19, 23, 31, 33 y 58. Un poco más adelante del pilar de calle Nueva, igualmente a la derecha se nos presenta la zigzagueante y en cuesta calle Ladera Cámara donde mencionamos el nº 24 con entrada también por calle Nueva, y el nº 10 con entrada igualmente por la mencionada calle Nueva. Damos un salto y nos situamos a los pies de la iglesia de la Encarnación, desde donde se abre una empinada y estrecha cuesta en zigzag hacia abajo, llamada Carnicería Vieja en la que hablamos del inmueble nº 7 o 9, ubicado a la izquierda. Al final de la misma a la derecha se abre la calle Seminarista Duarte donde nos fijamos en el nº 18 o antiguo ayuntamiento. Volviendo al inicial cruce de calles históricas, a la izquierda de calle Agua se sitúa la plaza de la Constitución con los números 6, 8 y otro inmueble enfrente de este. Al sur de esta plaza nos fijamos en los números 2 y 10 de la calle Doctor Jiménez.

Conservación. Museografía. Didáctica. No vamos aquí a entrar en una descripción pormenorizada sobre el estado de conservación de cada uno de los inmuebles que hemos analizado en esta ficha, pero debemos decir que además de la protección del situado en calle Calvario nº 12 y de otros que hemos destacado, todos los demás merecen un cuido especial que permita no solo su supervivencia sino su recuperación. Cuando hablamos de este concepto no nos referimos a un lavado de cara, lo que generalmente se resuelve en una agresivo trabajo de destrucción de los revocos y enfoscados originales de los paramentos, sino de un estudio arqueológico que aclare la historia de estos, además de otro sobre el estado de las distribuciones interiores originales o posteriores, pero siempre desde un punto de vista histórico y extremadamente conservacionista que es la única manera de respetar la historia de estos edificios, procediéndose, en su caso y solo si es estrictamente necesario, a la intervención, que tendrá siempre presente los elementos y técnicas constructivas originales, amén del respeto a la pátina. En fin, un patrimonio maravilloso que necesita ser redescubierto antes de que termine por desaparecer o lo que es casi peor, enmascarado e irreconocible.