El castillo de Zalía se encuentra en un promontorio entre Vélez-Málaga y el acceso a Alhama de Granada por el llamado Boquete de Zafarraya, constituyendo un enclave estratégico en el control del territorio tanto desde el punto de vista militar, cuya función en esta zona oriental de la Axarquía también desempeñaba el castillo de Bentomiz y el de Comares, como económica, pues fiscalilzaba el importante paso de arrieros desde Granada hasta Málaga por la costa.
La historia de este castillo corre paralela a la de Al-Ándalus y a las muchas vicisitudes de las que sus moradores fueron protagonistas.
Fue un hisn o fortaleza para la protección de la población rural y urbana a la que le servía de cobijo en caso de crisis bélica, pero también un al-qasr, es decir Alcázar, como así lo nombran algunas fuentes, por lo que alcanzó a ser durante determinados períodos de tiempo lugar de establecimiento de tropas con carácter regular. Y no son de extrañar las dos funciones debido a su estratégica ubicación, sobre todo en el período nazarí cuando las fronteras del Reino de Granada se estrechaban sin remisión y este territorio se convirtió en pieza clave para la defensa.
Al norte de la fortaleza, en la llamada Mesa de Zalía, se situaba el poblado al que protegía, sin olvidar las alquerías. En sus momentos de mayor desarrollo debió de tener una población importante, aspecto que parece fluctuó severamente durante el largo período de ocupación musulmana y cuyo progresivo despoblamiento fue provocando el abandono de los recintos y su imparable deterioro, llegando tras la reconquista en este estado, hecho que reflejan los cronistas castellanos de la época.
Las primeras noticias sobre la fortaleza de Zalía que nos transmiten las fuentes se remontan al año 909, inmersos en la resistencia contra la opresión musulmana que lideró Ibn Hafsun. Del mismo modo es protagonista de luchas fratricidas durante el período taifa. En el siglo XII, el geógrafo Al-Idrisi la nombra como cabeza de distrito. Ya a mediados del siglo XIV se menciona el despoblamiento de la zona, quedando el lugar prácticamente destinado a albergar la guarnición militar. En 1485 la fortaleza es recuperada definitivamente por los cristianos. Tras este hecho se procura la repoblación mediante las reparticiones y posteriores reformaciones, aunque parece dudoso que se produjera un repoblamiento efectivo. Sólo tras el estallido de la rebelión morisca de 1569 volvió a tomar interés como eslabón defensivo. Tras la superación de esta última crisis el recinto fue abandonado totalmente continuando su, hasta hoy, imparable degradación.
Foto 3 Foto 4
La fortaleza contaba con un doble recinto amurallado que, como era lo lógico, se adaptaba a las irregularidades del terreno (foto 1). El exterior poseía gruesos muros de mampostería ripiada y estaba protegido con torres cuadrangulares y semicirculares (fotos 2 y 3). Quedan en pie algunas secciones de las torres y la muralla, habiendo caído sobre el terreno por el efecto de la erosión tramos completos de estas últimas, que se encuentran echados sobre la laderas del cerro (foto 4).
El recinto interior, situado a mayor altura y lógicamente de menor superficie, conserva las dos torres que flanqueaban el acceso al interior (foto 5), secciones del muro, así como un aljibe rectangular que le permitía asegurarse el agua, conocido como "La alberca de la reina" (foto 6). Las mencionadas torres se construyeron de mampostería con cantería más trabajada en las esquinas y se recrecieron de tapial en la parte superior. Además, en ellas se observan restos de enfoscado con mortero de cal que recubrían los ripios, dejando la piedra vista rehundida. En el sector norte de este mismo recinto se utiliza el tapial calicastrado, es decir, con una capa de mortero de cal en el exterior, quedando la superficie lisa, sin rastro de mechinales ni cajones (foto 7).
Foto 6 Foto 7
Bibliografía consultada. Decreto 387/2009, de 15 de diciembre, por el que se inscribe en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz la delimitación del Bien de Interés Cultural, con la tipología de Monumento, del Castillo de Zalia, en Alcaucin (Málaga); B.O.J.A. nº 1 de 4 de enero de 2010. pgs. 63 a 65; en Ruta de las Defensas, ver: (012) y (017).
Acceso. Es fácil. En el kilómetro 35 de la A-356 o "Carretera del Arco" se encuentra la salida hacia Alcaucín, Periana y otras poblaciones. La tomas, y a unos 7 kilómetros por la carretera A-402, que lleva directa a Ventas de Zafarraya, verás una desviación a la izquierda con un cartel vertical que indica "Castillo de Zalia, Conjunto Rural". A unos 250 metros ya estarás a sus pies.
Conservación. Museografía. Didáctica. Hay que actuar inmediatamente sobre el lamentable estado de conservación de este castillo. Su incomparable ubicación, en la subida al Boquete de Zafarraya, en medio de un paisaje con escasa arboleda, lo convierte en un testigo implacable de nuestro pasado medieval. Repito. Debemos realizar todo lo posible por conservarlo y difundirlo. Esta política debería llevarla a cabo la Junta de Andalucía, que es al fin y al cabo la que se ha arrogado la competencia exclusiva en materia de patrimonio histórico, dentro de un plan a medio y largo plazo de rehabilitación de nuestro patrimonio inmueble. Desconozco si hay algo parecido en las mentes de los responsables. Parece que no. De lo contrario ya nos lo hubieran hecho saber a bombo y platillo.
Ubicación. Coordenadas U.T.M.:
30 S
398162.83 m E
4084823.03 m N
Ubicación en googlemaps©:
Terminado, incorporado a la página y subido a la red el 07/03/2016. nº 209. vecmálaga©
