Las torres-alquería, de las que hemos estudiado la de Ortegícar en Cañete la Real y la de Torrealquería en Alhaurín de la Torre, tenían la función de proteger a la población rural cercana, generalmente organizada en pequeños poblados o alquerías. Del mismo modo se aprovechaban para la vigilancia del territorio circundante (r.d.: 037, pag. 226). Consistía en una torre de grandes dimensiones, anchos muros y escasos vanos, siendo normal, como expone Virgilio Martínez Enamorado: "que contaran con un pequeño recinto anejo amurallado que sirviera de refugio en determinados momentos de apuro a personas, animales y bienes muebles" (r.d.: 009, pag. 123). Efectivamente, en este caso, y como nos informa Sebastián Fernández López, existió hasta no hace muchos años un muro barbacana con un grosor de 1,15 metros que rodeaba por completo la torre(r.d.: 037, pag. 228), aunque el mismo autor la data dentro de las reformas que se hicieron en la torre en 1493.
La planta es cuadrangular y la altura de unos 13 metros, dividiéndose interiormente en tres plantas(r.d.: 037, pag. 228). La fábrica es de mampostería bien alineada entre verdugadas de ladrillo y lascas. Las esquinas se refuerzan con cadenas de sillarejo y ladrillos.
Posee diversos vanos. Los dos de su frente noreste, situados uno sobre el otro, se recercan con ladrillo formando un arco ligeramente apuntado y de herradura, esta última más destacada en el superior. El inferior debió corresponderse con la entrada a la torre en época musulmana(r.d.: 037, pag. 228). Hacia la mitad del muro sureste se abre otro vano de ladrillo de medio punto con tendencia a apuntado, y en su trasdós se dibuja un arco ciego y luz igualmente de ladrillo.
El muro suroeste posee un acceso de ladrillo con arco ligeramente apuntado y por encima otro vano también de ladrillo apuntado y herradura. El primero se correspondería con el acceso que se construyó en 1493, cuando Pedro Barrionuevo reparó la torre, añadiéndose la merlatura que la remata (r.d.: 037, pag. 228) y que ofrece una disposición meramente decorativa. Señalar que el mencionado acceso poseía una escalera, hoy desaparecida, sustituida, como se puede apreciar, por la actual. En la esquina noreste del terrado se levanta un pequeño campanario semicircular. Por último señalar que la distribución interior ha sido notablemente alterada en las últimas décadas (r.d.: 037, pag. 228).
Bibliografía
consultada. En
Ruta de las Defensas, ver: (009) y (037).
Acceso.
Ofrece cierta dificultad. La salida desde Alhaurín el Grande hacia Mijas o Fuengirola se hace por la carretera A-387 (sentido suroeste). En el kilómetro 2 te encontrarás con una rotonda. Coges la primera salida a la derecha para Coín (está indicado) o carretera MA-3303. Pasado el kilómetro 2 saldrás por la primera a la derecha (asfaltada) y a unos 250 metros vuelves a girar a la derecha (curva cerrada). Continuarás durante un kilómetro y medio aproximadamente por un camino estrecho, a veces sin asfaltar, donde verás una urbanización a tu derecha. Justo antes de la finca la Encina numerada con el 102 tuerces a la izquierda. Continúas unos 300 metros dejando atrás, a izquierda y derecha, unos invernaderos. A partir de ahí el carril hace un giro casi de 90º hacia la derecha, restándote sólo unos cuatrocientos metros para encontrarte con la torre que se ubica junto a unas viviendas.
Museografía.
Conservación. Didáctica. La torre fue restaurada en la década de los 80 del siglo XX por Sebastián Fernández López: "Restauración de la Torre de Urique" (r.d.: 037), cuyo informe podemos leer en la revista Mainake. Desde entonces han transcurrido varias décadas y el deterioro es palpable. Se observan importantes grietas en su muro suroeste que deben ser analizadas y reparadas. Desconocemos el estado del interior, pero está claro que este tipo de monumentos merece mayor atención. Su ruina definitiva supondría una gran pérdida para nuestro patrimonio histórico militar, ya bastante esquilmado por los avatares de la historia y el olvido de sus ciudadanos.