Inmuebles en Calle Jinetes nº 23 y 25
Málaga (ciudad)
Las casas del nº 23 y nº 25 de la calle Jinetes, en evidente peligro de desaparición, deben ser restauradas inmediatamente (y no sólo sus fachadas), o pronto las perderemos para siempre, como ha sucedido con el resto de los inmuebles de esta vía, a excepción del nº 4.
Creemos poder datarlas hacia el último cuarto del siglo XVIII, en un momento de eclosión en la ornamentación de fachadas con representaciones de tipo geométrico y arquitectónico. Es posible que la mayor parte de las viviendas a ambos lados de la calle estuvieran decoradas con pinturas, a
tenor de los dos evidentes ejemplos que nos quedan (y del nº 4 antes mencionado, hoy de un intenso color ocre). Podríamos pensar en algo similar a lo ocurrido en calle Hinestrosa, pero aquí los motivos decorativos entre una vivienda y otra son radicalmente distintos.
Ambos inmuebles poseen similar anchura y altura y escaso fondo, quedando evidencias de un patio posterior observable a través del hueco dejado por el derribo del nº 21. Constan de bajo y primer piso separados mediante imposta. El bajo es similar en ambos, compuesto por una amplia puerta de acceso y a su lado un vano rectangular de medianas dimensiones y enrejado (solo observable en el nº 25). El piso superior se compone, para el nº 23, de dos balcones con barandas planas y romas, de meseta estrecha y suelo de cerámica sostenido mediante hierros forjados. Con posterioridad se han añadido unos cierres también de hierro, ya oxidados, y evidentemente ajenos a la construcción original. El conjunto de huecos resulta ligeramente desplazado hacia la derecha del paramento, por lo que se pierde axialidad, aunque no excesivamente. Aún quedan los característicos canalones de cerámica vidriada blanca y verde, junto a un discreto alero que limitaba un tejado a doble agua. La distribución en el nº 25 es completamente distinta. Así, sobre la puerta de acceso se sitúa un balcón, de similares dimensiones a los del número contiguo, cuyas barandas y meseta han desaparecido. A su izquierda, bastante separado y de pequeñas dimensiones, un vano con antepecho, guardapolvo y enrejado. El resultado es, en cuanto a la relación hueco-muro, menos avanzado que el del número 23, por lo que podemos pensar que ambos inmuebles fueron construidos en distintos momentos, o en todo caso por distintos constructores. Sí nos llama la atención, como después comentaremos, su decoración pictórica mayoritariamente de tipo geométrico, similar a la de la cercana iglesia de San Felipe Neri, lo que contradice su anticuada fisonomía paramental. Ello nos lleva a pensar que pudo ser repintada con posterioridad, dentro de un estilo más moderno, en la línea de la ornamentación pictórica del importante templo situado a escasos metros.
Como hemos mencionado más arriba, la decoración que es posible contemplar en estos momentos proporciona registros pictóricos muy diferentes para cada uno de los inmuebles. Así, en el nº 23, la ornamentación (únicamente en la planta superior) se compone de dos pilastras cajeadas y jaspeadas, con capitel, basa y plinto, una en cada extremo, anchas y de fuerte presencia en el conjunto al que enmarca con decisión. También es observable una magnífica columna toscana con degradado de grises en la parte superior del recercado izquierdo del vano del mismo lado, y por encima lo que parece un entablamento. Por debajo se observan nuevamente pilastras cajeadas. No queda claro si hubo algún repinte o actualización de la decoración. A la derecha del vano contiguo se observan varias flores de color rojo, junto a lo que parece algún motivo ornamental vegetal. La reproducción es de estilo claramente naturalista, es decir, que no se estilizan, como era común en la pintura de fachadas de aire rococó, lo que nos hace pensar en los inicios del siglo XIX. Sea como fuere, son motivos únicos en la pintura de pared de Málaga que deben ser recuperados con prontitud.
En cuanto al nº 25 la ornamentación (también en el piso superior) se lleva a cabo mediante motivos representativos del llamado estilo geométrico, enmarcados mediante una banda ocre perimetral cuyas esquinas se decoran con formas bulbosas estilizadas, y que continúan en los recercados de los vanos a modo de esquemáticas pilastras cajeadas. Las mencionadas formas geométricas se repiten en todo el muro mediante un esquema basado en el cuadrado, compuesto por cuatro formas cóncavas, realizadas mediante doble pincelada de color almagra, redondeadas en sus esquinas, observándose sencillas flores de pocos pétalos en los huecos que deja la parte convexa del dibujo principal. En realidad estas soluciones son muy comunes en la decoración de fachadas de esta época. Lo original es la mezcla de elementos vegetales muy estilizados, propios del período rococó, con las características propias del estilo geométrico, llenando todo el muro con el mismo motivo. El horror vacui y un estilo repetitivo, cuya tradición se remonta al siglo XVI, evoluciona en este muro tomando prestados elementos de varias tendencias. Sabemos, por fotografías que nosotros mismos tomamos en 2012, que la puerta de acceso estaba decorada por pilares corintios realizados mediante gruesas líneas de color negro. Estos elementos han sido cubiertos en la actualidad con yeso y ya no son visibles.
Bibliografía
consultada. En Ruta de las Casas Pintadas, ver:
(001)
Acceso.
Es muy fácil. Extramuros de la ciudad medieval, se sitúan entre calle Dos Aceras y calle Peña, muy cerca de la iglesia de San Felipe Neri por un lado, y el teatro Cervantes por el otro, al norte de la confluencia entre calle Carretería y calle Álamos.
Conservación.
Museografía. Didáctica. De las antiguas viviendas de la calle Jinetes, sólo queda habitada la nº 4, mientras que las nº 23 y 25 se encuentran en estado de abandono. Fijaos que no uso el término ruinosas, porque es una palabra que utilizan los bárbaros para justificar sus barrabasadas. De estos dos últimos inmuebles tengo fotografías de mediados del año 2012 y otras muy recientes. Como es bien visible, no se ha procedido a su restauración, sólo algunas pequeñas protecciones en el dintel y jambas del número 25. Ahí están, abandonadas. Supongo que estarán esperando a que se caigan. Dos pequeñas maravillas, lastimosos testigos de lo que un día llegó a ser esa calle, y en la que no hace muchos años se procedió a su demolición prácticamente total. Una necia decisión, repetida por todo el conjunto histórico de esta maltratada ciudad, y que en calle Jinetes sufrió sus peores consecuencias.
Ubicación.
U.T.M.: 30 S
373176.58 m E
4065388.04 m N