Situado en el nº 11 de calle Atarazanas, en la segunda línea de edificaciones del lado norte de la Alameda Principal y a escasos metros del Mercado de Atarazanas, este interesante inmueble fue levantado a finales del siglo XVIII (en 1792 o pocos años después), en una zona que había sido ganada recientemente al mar, lo que permitía el ensanche de la ciudad hacia el sur.
El conjunto posee un cierto aire palaciego, tanto por la disposición axial de los huecos y su jerarquización, como por los elementos decorativos de realce, que ya hemos podido ver en otros inmuebles del centro histórico construidos durante este período. Sin embargo, la ausencia de torre en la esquina y la existencia de un ático con aletones en los extremos lo diferencian del modelo-tipo de arquitectura civil barroca que se venía realizando en la ciudad (foto 1).
Sabemos que los muros se pintaron con motivos arquitectónicos y que las pilastras perimetrales fueron del mismo modo pintadas simulando cajeados (foto 3). En la actualidad, esto último aún es perceptible, pero el resto del paramento está esperando una restauración que le haga recuperar su auténtica apariencia barroca.
El edificio se compone de planta baja, entresuelo, principal, un piso más y ático.
La entrada (foto 1) se resuelve mediante una gran portada de prestigio en el centro de la composición, realizada en piedra, que ocupa dos niveles: planta baja y entresuelo. Se dispone con dintel, sendas pilastras cajeadas y entablamento. En el centro del dintel se sitúa un vano en forma de óvalo mixtilíneo muy del gusto dieciochesco.
Los vanos laterales del entresuelo están protegidos con balcón de barandillas rectas.
Las dos puertas, también laterales, de la planta baja se encuentran muy deterioradas, albergando comercios, que como vemos en la fotografía nº 1, sobre todo el izquierdo, agrede la dignidad del monumento. Todo ello fruto de la falta de educación y de control por parte de las autoridades. Pero sigamos.
En el piso principal y el primero se disponen tres vanos rectangulares de amplias proporciones y equilibrado ritmo, que abren el edificio al exterior, mostrando orgullosamente las importantes dimensiones de sus estancias interiores.
En la planta principal (foto 1), de mayor altura que las demás, el vano central posee un amplio balcón panzudo y mixtilíneo, y los laterales se cierran mediante rejas de jaula bajo frontones partidos de sencillo molduraje y recercado de obra en todo su perímetro. La planta primera (foto 2), menos alta, consta de tres vanos con sendas balconadas panzudas de dimensiones reducidas al ancho del vano, que también se recerca de obra en todo el perímetro. Todos los vanos de ambos pisos disponen de fraileros para el cierre. Estas dos plantas se enmarcan en los extremos con pilastras de obra de orden toscano y cajeado simulado o pintado, separándose cada piso por una señalada imposta dispuesta a los pies de los balcones; estos con la característica plataforma de cerámica e hierro forjado para sostenerla. La unión de la primera planta con el ático se realiza mediante un ancho friso acompañado de cornisa.
El ático (foto 2) posee dos pequeños vanos rectangulares en los extremos con frontón triangular y aletón. El elemento central, con vano en forma de óvalo, parece seccionado, faltándole la parte superior que le conferiría un aspecto netamente barroco, y de la que a día de hoy carece.
El interior (foto 4) del edificio conserva una gran cantidad de elementos decorativos dieciochescos que constituyen un verdadero tesoro. Balcones preñados, barandillas, hermosas ménsulas talladas en madera, puertas y ventanas de rejería, molduraje en las cubiertas de las escaleras con motivos musicales, angelitos, la disposición cuadrada del hueco de la escalera, la puerta exterior de dos hojas de acentuado estilo barroco. Todo ello lo hace aun más interesante, convirtiéndolo en una joya de nuestro barroco civil.
Foto 3 Foto 4
Bibliografía consultada. En Ruta del Barroco, ver: (005) y (006).
Acceso. Es muy fácil. Se encuentra en la calle Atarazanas, a pocos pasos de la Alameda Principal, y frente al mercado del mismo nombre. No hay cartel alguno indicativo para llegar, ni informativo de carácter histórico-artístico ni de ningún otro carácter. La visita a la escalera interior debe ser autorizada por algún propietario.
Conservación. Museografía. Didáctica. El edificio se encuentra en muy mal estado de conservación. Lleva años deteriorándose sin que nadie haga nada. La fachada tiene problemas de todo tipo y las pinturas que guarda tras los muchos repintes que enmascaran su verdadero ser esperan una pronta actuación, inexplicable si atendemos a los edificios que se han recuperado en los alrededores, pero explicable si observamos la cantidad de ellos que se han dejado caer intencionadamente del mismo modo en los alrededores: en la propia calle Atarazanas hemos sido testigos de la absurda destrucción de magníficos inmuebles, y no olvidemos el Hoyo de Esparteros o el Pasillo de Atocha que se encuentran a escasos metros.
Ubicación. U.T.M.:
30 S
372847.37 m E
4064543.99 m N
Ubicación en googlemaps©:
Terminado, incorporado a la página y subido a la red el 14/12/2015. nº 195. vecmálaga©
