Cementerio Municipal y Cruz de los Difuntos. Sierra de Yeguas (pueblo)

El cementerio se encuentra en el extremo este del pueblo, todavía hoy en día casi en sus extramuros, lo que invita a pensar que en el momento de su construcción se levantó completamente en las afueras. Su planta es decididamente rectangular, orientándose sus lados menores de noroeste (donde se sitúa el acceso) a sureste. La ocupación se ha realizado mediante bloques adosados perimetrales con calles de tres, cuatro o cinco pisos con nichos, donde los más antiguos conservan su perfil semicircular, así como otros más recientes en el que sus dueños han resuelto, pensamos que muy acertadamente, continuar con esa tradición. La disposición del conjunto es ordenada, rematándose con hastiales escalonados dispuestos rítmicamente o bien con antepechos de mármol, ligeramente diferentes en cada calle, pero distribuidos, en la mayoría de los casos, a la misma altura, lo que refuerza su homogeneidad.

Como hemos mencionado más arriba, el perímetro del camposanto se ha ido ocupando paulatinamente, dejando en medio un gran espacio o patio de doble nivel, único en la provincia por sus dimensiones, al menos en los que llevamos visto hasta ahora. Hacia el fondo se han construido varios bloques intermedios que han roto en parte esta excepcional configuración. Dispone de pocos panteones y una sepultura individual junto a la entrada a la derecha. Un aspecto muy interesante de las costumbres sociales en Sierra de Yeguas en relación con la ceremonia funeraria es la existencia de una gran mesa de mármol en el exterior junto a la entrada, donde se deposita el féretro, previo a su definitivo entierro.

Igualmente en el exterior, junto al acceso, se levanta la llamada Cruz de los Difuntos, monumento que al parecer no siempre ha estado ubicado en el mismo lugar. Está compuesto de doble basamento de sillares y pedestal con la inscripción: "LA HIZO VIZ SOLER AÑO D 1739". Sobre este una columna toscana y por último una gran cruz de hierro. Es evidente la antigüedad del pedestal, y algo menos de la cruz de hierro. Desconocemos la procedencia de la columna, así como la historia real del monumento. En cualquier caso, su presencia junto al camposanto acentúa la espiritualidad y religiosidad del recinto. Una estructura similar pudimos ver en la entrada al cementerio de San Miguel de Málaga con la cruz del Obispo Enríquez.

¿Cómo llegar? Es muy fácil. Se sitúa en el extremo este del núcleo urbano. Se puede acceder a través de la calle Real para después tomar la avenida de Fuentes, o bien más al sur y sin desvíos por calle Nueva y calle Camaritas. El cementerio se encuentra rodeado de pequeños almacenes, y aunque lo consideramos dentro del pueblo, urbanísticamente está bastante aislado. Según reza un cartel de la entrada abre los martes, jueves, sábado, domingo y festivos (sic). No indica horario, aunque lo mejor será ir por la mañana. El teléfono del Ayuntamiento es 952746002.

Museografía. Conservación. Didáctica. La conservación de los nichos es buena. Existe una gran cantidad de ellos originales, es decir con perfil semicircular, y otros de uso reciente pero que mantienen la misma forma. Su enorme espacio libre interior a la manera de un gran patio de dos alturas le confiere originalidad, solo rota por varios bloques intermedios que parece la tendencia actual y que se resume en ocupar el mayor espacio posible. Se debería dejar de construir en el interior, además de proteger los nichos más antiguos, sus diseños, texturas y lápidas. Los remates escalonados y los antepechos muy bien alineados también son igualmente dignos de mención. En fin un gran monumento vivo al que se le debe dar toda la importancia.