El adarve, o como se dice en Yunquera, callejón, era una calle sin salida que daba acceso a un número indeterminado de viviendas y cuya entrada podía cerrarse durante la noche mediante puerta, siendo característico del urbanismo de Al-Ándalus. A día de hoy algunos pueblos de la geografía malagueña han conservado parte de esa impronta histórica. Entre los que más éxito han tenido en el mantenimiento de este patrimonio se encuentra Yunquera. Su visita nos ha permitido "descubrir" la pervivencia de una gran cantidad de estas estructuras urbanas, en concreto 25. Seguramente habremos pasado por alto alguna, y también que dos o tres de aquellas que incluimos en esta ficha no se deberían considerar de origen andalusí. También pensamos que pudieron existir más adarves de los que hoy son visibles, ya que algunas fincas se derribarían para permitir la unión y continuidad entre distintas calles. Otros, aún conservándose, han debido cambiar mucho su aspecto, pues se verían afectadas por los atirantamientos o alineación de fincas, la apertura de puertas y vanos al exterior, e incluso por construcciones relativamente recientes. A pesar de todo ello, la fortuna nos ha sonreído y en pleno siglo XXI todavía podemos contemplar estampas como las del adarve nº 21 (foto 1), con apenas vanos y unos muros que preservan su rústica plasticidad.
Foto 2 Foto 3
Los adarves observados se concentran principalmente entre calle Seminarista Duarte, al sur, y calle Agua, al oeste, que parecen indicar los límites murarios del núcleo, al menos en estos dos sectores. Sin olvidar el curioso adarve de calle Mesones, situado más al norte, perimetrado por una parcela cuasi circular y que nos recuerda la planta y alzado de una torre. Pero el tema de la muralla y el castillo de Yunquera serán objeto de estudio en otra ficha.
La ruta que vamos a seguir comienza con el adarve ubicado en calle Alozaina entre los números 6b y 8 (adarve nº 1, foto 2). Es rectilíneo y profundo. Apenas conserva arquitectura patrimonial, encontrándose fuera de lo que parece fueron las murallas medievales de Yunquera. Pudo haberse construido como resultado de su expansión hacia el oeste, fruto de la inercia constructiva que encontraba una solución a la acumulación de fincas urbanas en ancho, accediendo a las situadas más al interior mediante la apertura de calles tipo adarve.
Foto 5 Foto 6
Foto 7 Foto 8
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El adarve nº 2 (foto 3) en calle Cerrillo Bajo, se inicia perpendicular a calle Mesones y profundiza hacia el sur y oeste en forma de L invertida. Es uno de los más largos, y aunque los atirantamientos regularizando la calle son evidentes, no han podido hacer desaparecer del todo una cierta irregularidad en la disposición de las fincas tan característico del urbanismo andalusí. Debido a su tamaño posiblemente dispusiese de puerta para acceso, cerrándose por la noche.
El adarve nº 3(foto 4), en calle Mesones 8, resulta de la confluencia de dos fincas, una de ellas con perfil circular, aunque de construcción reciente, quizá respetando otra anterior que podría haber sido el resultado de aprovechar una torre de la muralla norte para vivienda. Pero esto es solo una conjetura.
El adarve nº 4(foto 5), situado junto a calle Agua nº 15, comienza la serie de adarves de esta vía, que parece formó parte de la muralla oeste del núcleo histórico. Es pequeño y de planta rectangular, habiendo sido sustituida completamente la arquitectura autóctona por otra más reciente.
El adarve nº 5(foto 6), situado junto a calle Agua a la altura del nº 23 es más complejo de entender. Pudo ser una puerta de la muralla que se aprovechara y se ensanchara una vez destruida para la construcción de viviendas, o bien que la inclinación del propio terreno y el anguloso camino de subida obligase a esa solución. En cualquier caso, es demasiado ancho para poder considerarlo estrictamente un adarve, aunque cumple una de sus premisas como es la de que su fondo esté cerrado y no permita la comunicación con otra vía.
Los adarves nº 6 y 7(fotos 7 y 8), hacia en nº 42, continúan la serie de los ubicados en calle Agua. Situados uno enfrente del otro son de tipo rectangular y poco profundos, sobre todo el nº 7, similares al nº 4. La arquitectura que le rodea carece de interés patrimonial al ser de construcción reciente.
Cerca del anterior se abre la calle Cuzco, ubicando hacia el nº 4 el adarve nº 8 (foto 9). Los incluimos como adarve, al igual que el nº 5 por el cierre de uno de sus lados, aunque desconocemos si es una solución moderna a los desniveles del terreno o es más antiguo. Desde luego las construcciones están muy próximas a nuestro tiempo, de ahí las dudas.
Volviendo a la calle Agua nos encontramos en el nº 60 el adarve nº 9(foto 10). Es estrecho, rectangular y profundo, similar a los nº 4, 6 y 7.
El adarve nº 10(foto 11) comienza la serie de los situados más al sur del núcleo, junto a la calle Seminarista Duarte, que discurre de este a oeste con ligera curva y donde, al parecer, se levantaba la muralla de este lado. En los de esta serie se percibe la antigüedad y la rusticidad, mayor número de curvas y contracurvas, obligados, sin duda, por lo escarpado del terreno. El primero sería el situado más al oeste, hacia el nº 15 de la calle. Posee cierta profundidad, es inclinado y más ancho en el acceso que hacia el fondo, y cortado en diagonal. Conserva algunas edificaciones de noble vetustez y de diversa altura.
El adarve nº 11(foto 12). Hacia el nº 35 de Seminarista Duarte. Se encuentra muy escondido o incrustado dentro del parcelario. Su perfil es ancho pero irregular aunque las viviendas son todas recientes.
El adarve nº 12(foto 13). Entre los nº 23 y 51 de la calle Seminarista Duarte. Muy cercano al adarve anterior, también se introduce en el parcelario, con fuerte inclinación y estrechándose hacia el final. Aquí el atirantamiento prácticamente no ha tenido lugar y las viviendas se retranquean o adelantan sin aparente orden. Los muros de algunos inmuebles son realmente antiguos y su aspecto general es de descuido, al igual que otros de este sector.
El adarve nº 13(foto 14). Entre los nº 8 y 12 de calle Carnicería Vieja. A la derecha del anterior, separado por una vivienda, se encuentra este viejo adarve, al que se accede en curva y resulta de una gran profundidad. Conserva inmuebles muy antiguos aunque en mal estado, así como algún solar derruido.
Los adarves nº 14 y 15(fotos 15 y 16) se sitúan un poco más arriba que el anterior abriéndose a derecha e izquierda y a los pies de un enorme y extenso paramento de mampostería que parecen los restos de una fortaleza. Las construcciones situadas enfrente son más recientes, por lo que el conjunto desmerece un tanto, aunque podemos incluirlos dentro de la arquitectura popular.
El adarve nº 16(foto 17). Ubicado a la altura de calle Seminarista Duarte nº 63 continúa la larga serie de adarves en este sector sur. A su irregular disposición, su escasa profundidad y subida en rampa y curva, se une una interesante arquitectura con viviendas adosadas de diferente altura, muros rugosos y falta de axialidad en la disposición de los vanos. Todo ello lo convierten en uno de los mejor conservados.
El adarve nº 17(foto 18). Es, de todos, el situado más hacia el sureste e inicia la serie de adarves de la calle Virgen del Rosario (orientada de norte a sur). El presente se ubica hacia el nº 54. De todos los que hemos podido localizar es el más estrecho con diferencia, justificado exclusivamente para dar salida a una vivienda cuya puerta se abre al fondo a la izquierda.
El adarve nº 18(fotos 19, 20 y 21). Situado hacia el nº 46 de la calle Virgen del Rosario, posiblemente el límite este del antiguo núcleo, es uno de los más extensos de todo el conjunto. La idea de que en esta calle se dispusiese la muralla este es solo mía y está basada exclusivamente en conjeturas. Desde su interior se accede a un importante número de viviendas, si lo comparamos con los anteriores. Es alargado y profundo. Se inicia con un estrecho pasadizo que desemboca en un gran patio, más largo que ancho y dispuesto en distintos niveles. El estrecho pasillo de acceso nos da pie a pensar que este adarve pudo tener puerta, como en algún caso comentado anteriormente.
La mayor parte de la arquitectura conservada en este adarve es prodigiosa. De anchos muros, puertas de escasa altura, ventanas cuadradas y no muy grandes, con irregularidad en la disposición, y la característica y bella rugosidad de los muros.
Además, hemos podido observar en la finca nº 40, la primera a la izquierda, una vez accedemos al patio, que el portón adintelado de entrada conserva un sobredintel con doble verdugada de ladrillos, la superior dispuesta a tizón y la inferior a pico, perfectamente identificable con la tradición mudéjar, y único modelo de este tipo que hemos localizado en el pueblo, aunque como hemos visto cuando estudiamos las casas principales y burguesas pudimos comentar tres edificios adscribibles igualmente a este estilo. No obstante, el ejemplo visible en el callejón nos desplaza hacia una arquitectura más humilde. Esta sencilla decoración también la hemos podido observar en la Axarquía, donde aún quedan bastantes muestras.
Foto 20 Foto 21
Casi enfrente a la entrada del adarve anterior se abre la calle Cerrillo Alto, donde a la altura del nº 35 observamos el adarve nº 19 (foto 22). Es de los de tipo de pasillo previo, aunque en este caso, más corto y ancho que el anterior, ensanchándose un poco más adelante, tomando forma de trapecio irregular, con frente plano, y conservando hermosos ejemplares de arquitectura popular.
Continuando por la calle Virgen del Rosario, hacia el nº 12, y muy cerca de los dos anteriormente comentados, se dispone el adarve nº 20(foto 23), estrecho y no muy largo que posee una capilla callejera en su fondo izquierdo. La vivienda nº 8, situada a la derecha conserva muros bastante antiguos, así como escalones de acceso.
El adarve nº 21 (foto 1), cuya imagen hemos utilizado para iniciar este estudio, se encuentra a medio camino de la iglesia de Ntra. Sra. de la Encarnación ofreciendo un acceso en curva que se va estrechando hacia el fondo, con viviendas de diversas épocas, siendo las más antiguas parecidas a lo que debió ser una casa andalusí, encontrándose situadas más hacia el interior, sobre todo por la inexistencia de vanos en su gran muro izquierdo.
Los siguientes tres adarves se ubican alrededor de la iglesia y muy cerca de los restos del posible castillo. Se trata de los nº 22(foto 24), a los pies y a la izquierda del templo, y el nº 23(foto 25), en el lado de la Epístola, ambos rodeados de viviendas de carácter popular. El primero de los mencionados con la característica planta rectangular, ancho, y con una cierta profundidad, como otros modelos de calle Agua. En la trasera del templo se abre el tercer adarve, a la altura de la calle Iglesia nº 4, adarve nº 24(foto 26), más bien una plaza abierta por uno de sus lados, aunque quién sabe, si estando como está, rodeado de una arquitectura popular pero no histórica, fuese hace algunas décadas algo muy distinto.
Foto 24 Foto 25
Por último, el adarve nº 25(foto 27), que es junto con el nº 1, un ejemplo posterior en el tiempo, pero que sigue las pautas constructivas de todos los demás. Realizado en una zona de expansión de Yunquera, llana y con posibilidades de desarrollo ortogonal sin necesidad de recurrir al cierre de la calle por uno de sus lados, se opta por esta solución, quizá consecuencia de las dinámicas urbanas que propiciaban la acumulación de fincas en anchos espacios, resolviéndose la salida a los sitios públicos mediante estas brechas en el parcelario.
Foto 26 Foto 27
¿Cómo llegar?.
Es muy fácil. Podéis comenzar con el adarve que he señalado con el nº 1, situado en calle Alozaina, que es por donde se accede directamente al pueblo desde la carretera de Alozaina y El Burgo. De este adarve os facilito más abajo la ubicación geográfica. A partir de ese punto es fácil hacer el recorrido completo de los 24 restantes adarves.
Conservación.
Museografía. Didáctica. El hecho de que se mantengan o existan, que conozcamos, 25 adarves en Yunquera, es un motivo de orgullo para sus habitantes. Haber conservado este patrimonio les otorga carácter de exclusividad, ya que en la mayor parte de los pueblos de la provincia, que hasta el día de hoy hayamos estudiado, han desaparecido prácticamente, con mínimas excepciones. El patrimonio de Yunquera es inmenso. A la lista de monumentos ya incluidos en nuestra página se incorpora esta virtuosa cantidad de adarves, que han conseguido viajar a lo largo del tiempo para llegar hasta nuestros días. Es evidente que más de uno ha sido modificado, que otros habrán desaparecido para abrir calles y que los situados extramuros del núcleo histórico se llevaron a cabo como producto de la inercia constructiva debido a un pueblo repleto de ellos. La difusión de este patrimonio, junto con otros ya expuestos, y los que nos faltan por estudiar, acompañado de la declaración de Parque Nacional de la Sierra de las Nieves, todo ello en coordinación con otros núcleos urbanos de la zona debería servir para procurar una mayor difusión de este territorio y de sus bienes históricos.