Situado entre la calle Arco de la Cabeza y calle Pozos Dulces, junto a un lienzo perteneciente a la muralla andalusí, este elegante edificio fue construido a finales del siglo XVIII, respondiendo, aunque con algunas variantes, a un modelo de vivienda que en este momento histórico había alcanzando la plena madurez en sus formas. Presenta dos fachadas al exterior, constando cada una de planta baja, principal y una superior (foto 1). Es evidente que el nivel de la actual calle es más elevado que el que tendría en el siglo XVIII, lo que provoca que la planta baja tenga poca altura en relación con la planta principal. Pero esto es algo que ocurre con algunos inmuebles conservados en esta ciudad, ya que los continuos asfaltados y reasfaltados han elevado el nivel del suelo, achatando edificios cuyos bajos originalmente poseían mayor altura. Esta circunstancia también es observable en la esquina inferior de ambos paramentos donde podemos contemplar la parte superior de un precioso guardacantón de mármol estriado en espiral (posiblemente reaprovechado de algún edificio más antiguo) (foto 2).
Nuestro inmueble posee dos fachadas al exterior y tres pisos, cada uno con tres vanos, donde los aliceres persiguieron claramente la axialidad y la proporcionalidad, aunque no tanto, como veremos, en la fachada de la llamada plazuela de la Virgen de las Penas. En cuanto a los elementos de cierre, son los característicos de este momento, como los enrejados de hierro forjado y barras de sección cuadrada, balcones preñados o panzudos y balcones planos, cierres de jaula de diversos tamaños, cuyo forjado posee escasos motivos decorativos: dados, pequeñas flores. La planta baja es la que ha sufrido los mayores destrozos a lo largo del tiempo, circunstancia que por otra parte se repite en otros edificios históricos. Los portones actuales son muy simples, si los comparamos con la mayor riqueza plástica de las plantas superiores, por lo que pensamos debieron constar de sendas entradas de prestigio, similares quizá a la que podemos ver aún hoy en día en la calle Postigo de Arance nº 9, aunque a tenor de la distribución de elementos ornamentales, la de la calle Arco de la Cabeza debió de ser la principal. La decoración pictórica, de tipo arquitectónica clásica y rococó se distribuye a modo de recercados por el perímetro de los distintos vanos, sin que haya una excesiva jerarquización de los motivos. Las dos plantas superiores quedan cerradas o enmarcadas por medio de pilastras cajeadas pintadas, de orden toscano con basa y capitel (foto 3). El resto del muro queda libre de ornamentación. El cromatismo es reducido, se limita a la gama de grises, utilizando amplias pinceladas con distinta gradación que resaltan el volumen, efecto reforzado mediante un más que correcto uso del dibujo arquitectónico de eficaz tridimensionalidad. Los pisos se separan mediante línea de imposta, pintada y de listeles, respectivamente, ambas imitando el jaspeado.
Foto 2 Foto 3
Así pues, el lado de la calle Arco de la Cabeza, que consideramos principal (foto 4), se compone de los siguientes elementos ornamentales. La planta baja, protegida con zócalo de obra, donde en su centro se sitúa la entrada, que se encuentra despojada de todo ornato, y a ambos lados vanos rectangulares con rejas de hierro. Bajo la línea de imposta pintada imitando el jaspeado, se sitúan placas rococós o pinjantes decrecientes que cerrarían las pilastras perimetrales de los pisos superiores. También bajo la misma línea y enmarcando por debajo los vanos laterales del piso superior se pintó un ancho pinjante de motivos florales con rocalla (foto 5).
La planta primera o principal, está compuesta de balcón central con el frente de barandas plano, de hierro forjado y meseta de cerámica, situándose a ambos lados grandes vanos con cierres de jaula, cuyos forjados comienzan directamente sobre la línea de imposta. Los tres enmarcan pictóricamente sus recercados mediante pilastras cajeadas de orden toscano, con un amplio entablamento rematado con motivos de rocalla. Destacamos la fuerza presencial de estas pinturas, que junto con los cierres de hierro proporcionan la necesaria e intencionada prestancia e importancia a este piso (foto 6). El siguiente es de menor altura, con tres vanos iguales también de menor tamaño, cerrados mediante balcones preñados, y cuyas mesetas de cerámica se sitúan de igual modo directamente sobre la imposta de listeles jaspeada. La pintura de los recercados es la misma que la del piso inferior pero sin el remate de los motivos vegetales, porque esta termina directamente sobre lo que sería la cornisa que daría directamente al alero, con listeles y jaspeado, protegido de las aguas mediante canalones de teja árabe de color verde.
Foto 5 Foto 6
En cuanto al lado que da a lo que hoy es la plazuela de la Virgen de las Penas, los vanos aparecen desplazados hacia la derecha del eje de la fachada, sin la suficiente axialidad entre ellos y dejando el muro del lado izquierdo libre de huecos (foto 7), aunque en esta ocasión no parece que se haya aprovechado para decorarlos con motivos pintados, como sí ocurrió en el inmueble llamado de Casa de los Relojes. Asimismo, no todos los forjados comienzan directamente sobre las líneas de imposta. De este modo, la planta baja, también protegida con zócalo, se compone de una gran puerta de acceso, y a ambos lados sendos vanos rectangulares cerrados con rejas, sin ornamentación alguna. En los extremos, al igual que en la otra fachada, dos pinjantes decrecientes (foto 8) que cierran las pilastras cajeadas perimetrales de los pisos superiores.
En el centro de la primera planta se abre un balcón de frente plano, cuyo vano se decora con pilastras, entablamento y motivos de rocalla, iguales a los del paramento descrito en calle Arco de la Cabeza. A sus lados sendos vanos, de similar tamaño que los del piso inferior, ambos con cierre de jaula, sin decoración pictórica el de la izquierda, seguramente perdida. Sin embargo, el de la derecha posee una preciosa ornamentación rococó con rocallas y motivos vegetales en disposición cóncava-convexa, de hábil pincelada, que decora todo el recercado incluido el antepecho (foto 9). En la planta superior se rompe la axialidad ornamental, ya que los dos vanos izquierdos se cierran con pequeños balcones preñados y decoración de pilastras y entablamento y el de la derecha con un recercado ancho, pero recto y plano con pequeños quiebros en sus ángulos.
Foto 8 Foto 9
Bibliografía consultada. En Ruta de las Casas Pintadas, ver: (001) y (002).
Acceso. Es muy fácil. Se encuentra en pleno centro histórico, en su zona este, cercana al río Guadalmedina. Entre calle Carretería si accedes por la Puerta de Antequera o calle Compañía por calle Pozos Dulces. No tiene pérdida. Junto al inmueble queda, restaurado, un trozo de lienzo de la muralla andalusí.
Conservación. Museografía. Didáctica. El inmueble fue totalmente destruido, excepto sus dos fachadas, a finales de los años 90 del siglo XX. Estas fueron restauradas, recuperándose sus pinturas. Hoy es asombro de los viandantes que pasean por esas calles, constituyendo un ejemplo de lo casi bien que se han hecho las cosas en ciertas ocasiones, porque en otras demasiadas el inmueble ha sido, completa e inexplicablemente, hecho desaparecer para siempre. Parece que nos deberíamos conformar con la solución ofrecida. Pero creo que ese pensamiento es tramposo. Los edificios del conjunto histórico deben ser protegidos también en su interior. Por otra parte y como es usual, carece de cualquier tipo de información, a pesar de sus magníficas pinturas.
Ubicación. U.T.M.:
30 S
372828. 29 m E
4065025.72 m N
Ubicación en googlemaps©:
Terminado, incorporado a la página y subido a la red el 15/03/2015. nº 156. vecmálaga©
