La
Factoría de Salazones del Rectorado. Durante los
años 90 del siglo XX, el antiguo edificio de Correos, situado en
la ladera sur de la Alcazaba, fue restaurado y convertido en Rectorado de
la Universidad, descubriéndose 38 piletas dedicadas a la producción
de salsas y salazones de pescado (foto 1), además
de la muralla marítima musulmana de la que hablaremos más abajo.
En la antigüedad este lugar se encontraba en la línea de costa
y cerca del puerto romano. Hay constancia de hallazgos de muchas más
piletas en la misma ladera. Hasta hoy no conocemos la ubicación de
los almacenes y otras estancias necesarias para el desarrollo de la actividad
salsaria. Las piletas fueron excavadas en la roca, siendo su fábrica
de mampostería (foto 2), en algún
caso de sillares, y revestidas de opus signinum (foto 3).
La cronología se extiende desde el siglo I d.C. hasta época
muy tardía: siglos VI y VII.
Foto 2
Foto 3 Foto
4
Tras
la invasión musulmana, Málaga dejó de tener interés
estratégico, quedando muy mermada su población, por lo que
la ciudad apenas sufrió transformación alguna. Fue a partir
del siglo XI cuando estas circunstancias cambiaron, haciendo obligada la
construcción de la muralla. Tras la reconquista cristiana, esta
fue reparada y conservada, manteniéndose hasta
el siglo XVIII, en que comenzó su abandono, y desapareciendo
en el XIX a causa de la expansión de la ciudad burguesa. Su trazado
es bien conocido, ya que a partir del siglo XVI y durante unos trescientos
años se documentaron tanto la muralla como la ciudad en su conjunto
a través de planos y dibujos. El proceso de destrucción fue
más o menos intenso, desde la demolición completa, hasta su
integración en una nueva edificación como medianería
entre dos viviendas, o como en el caso que nos ocupa aprovechada como fachada al mar del
antiguo edificio de la Comandancia de Ingenieros, y posteriormente, ya desmochada,
como pared (zona de cartería) en la planta sótano de la antigua
Casa de Correos y Telégrafos.
Se
han encontrado 29 metros de paramento de muralla, cuya función fue
tanto proteger a la Alcazaba como defender a la ciudad por el mar. Su cronología
se extiende desde el siglo XI hasta el XIV. El alzado conservado oscila
entre 2,30 y 2,50 metros. Hacia su mitad, aproximadamente, se situaría
un gran espolón, del que quedan pocos restos y que divide el tramo
que nos ocupa en dos sectores: este y oeste.
El paramento
este (foto 5) tiene una altitud aproximada
de 2,30 m. Se encuentra cimentado a la base geológica mediante pequeños
cantos unidos con argamasa. Sobre ellos se disponen dos hiladas de sillares
a tizón con alguna soga y por encima hiladas de ladrillos y piedras
para nivelarlas. A continuación se colocaron grandes sillares
y fragmentos de mármol, probablemente romanos, con irregulares
hiladas de ladrillos igualmente para completar y nivelar.
El paramento
oeste (foto 6) tiene un alzado de
2,50 metros. La base está formada por mampostería de fragmentos
de sillares, regularizados con una hilada doble de ladrillos, la inferior
a tizón y la superior a soga, y sobre esta, mampostería
de sillarejo y algún sillar con numerosos ladrillos.
El acceso
es muy fácil. El edificio del Rectorado se sitúa en el
Paseo del Parque entre el edificio de la Aduana y el Banco de España,
muy cerca del teatro romano.
Su horario de visitas suele ser flexible, aunque casi con toda seguridad
os lo encontraréis abierto por la mañana en horario de
oficina y por la tarde hasta las 19,00 horas. Creemos que los sábados también abre. Del mismo modo se llevan a cabo exposiciones temporales, por cierto, casi siempre muy interesantes.
De todas formas, para salir de dudas podéis llamar al teléfono
952131000 y preguntar.También
puedes consultar los restos de la muralla
musulmana en calle Arco de la Cabeza, en calle Carretería nº 62-64, en Puerta de Buenaventura nº 3,
dentro del museo MIMMA, junto al túnel de la Alcazaba y la muralla
del Castillo de los Genoveses.
Conservación,
museografía y didáctica.
El yacimiento se encuentra en el vestículo del edificio del Rectorado.
Los restos de la factoría de salazones que se muestran, que no
son todos, están divididos en dos secciones protegidas con barandilla.
Cada una de ellas se acompaña de un cartel (foto
4). En uno se habla del garum y de las salazones de pescado:
cómo se producían, qué variedades había,
cómo se transportaban, para qué se utilizaban, etc. En
el otro se explica la larga historia del aprovechamiento de los productos
del mar por el hombre, de la importancia de Málaga como centro
productor, y de qué partes constaba una factoría. Ambos
carteles dan importancia tanto al texto como a las imágenes,
utilizando colores para agruparlos. Los mensajes son cortos, sencillos
y bien diferenciados, entendibles, sin abusar de tecnicismos, además
poseen una cuidada sintaxis. El aspecto general del yacimiento es de
limpieza y orden. No hay basura, zonas sin excavar, desperfectos, y
preparado para ser visitado por personas con discapacidad. En fin, un
ejemplo de civilización. Iguales virtudes adornan el sótano
del edificio donde se encuentra la muralla marítima. En este
caso, los carteles informan sobre las técnicas constructivas,
su importancia histórica, su origen, evolución, desaparición.
Planos, representaciones idealizadas de la muralla, alzado del yacimiento,
entre otros, completan didácticamente esta extraordinaria cartelería,
una de las mejores que hayamos visto hasta el momento en nuestra provincia.
Ubicación.
Coordenadas U.T.M.:
30 S
373537.63 m E
4064738.95 m N
Ubicación en googlemaps©:
Terminado, incorporado a la página y subido a la red el: 17/01/2014. vec2014©
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